Personajes
Foto promocional JAVIER OCAÑA
JAVIER OCAÑA

Carmen Mola:

“Es mejor tener cinco novelas buenas que caer en la autocomplacencia”

Los tres autores que firman bajo uno de los seudónimos más populares ponen punto y final a la exitosa saga de Elena Blanco con una nueva novela, ‘El clan’ (Planeta)
Francisco Quirós
11 de octubre de 2024

Corría el año 2018 cuando una novela, ‘La novia gitana’, se convirtió en uno de los fenómenos literarios de nuestro país. Seis años después ya sabemos quiénes son los escritores que responden al seudónimo de Carmen Mola. Hablamos con Agustín Martínez, Jorge Díaz y Antonio Mercero sobre ‘El clan’.

Os despedís de uno de vuestros personajes más icónicos, Elena Blanco. ¿En qué momento visteis que la saga corría el riesgo de generar indiferencia entre los lectores?
- Jorge Díaz: Creo que no hemos llegado a esa conclusión, sino que habría un momento en el que eso pasaría y que teníamos que adelantarnos. ¿En qué momento decidimos terminar? Tiene más que ver con el contenido. En esta novela Elena Blanco no se enfrenta con un enemigo con cara, un enemigo al que se pueda vencer, sino que se enfrenta con el sistema, al que es imposible vencer. Entonces, seguir con la saga sería retroceder, más allá no puede haber nada.

¿Fue una decisión unánime?
- Antonio Mercero: Estábamos de acuerdo. A veces he pensado en autores que hacen 10, 12, 15 novelas de su personaje, como Andrea Camilleri, con Montalbano. Se puede caer en eso, como es muy difícil acertar con un personaje que guste, una vez que lo has conseguido, ostras, no lo sueltes. Pero estábamos de acuerdo, es mejor tener cinco novelas buenas de Elena Blanco y ya está, no quedarte apalancado y caer en la autocomplacencia de hacer lo que sabes que funciona, ir a por nuevos retos, que es lo que vamos a hacer.

Es el fin de Elena Blanco, ¿también el de todos los universos que rodean a este personaje?
- Jorge Díaz: Nuestra intención es cortar con esto, evidentemente es muy difícil hacerlo del todo, sabemos que vamos a tener la tentación de volver, de hacer un ‘spin-off’ o de meter en otra novela alguno de nuestros personajes. Pero ahora mismo, en frío, no queremos hacerlo, por eso somos tan categóricos y tan vehementes a la hora de decir que es el final.

La brigada en la que trabaja Elena Blanco, en muchas ocasiones necesita salirse fuera de la ley. En casos como el del clan, ¿es necesario sí o sí saltarse las reglas del juego?
- Agustín Martínez: Sin saltarse las normas y enfrentándote a lo que nosotros hemos llamado aquí el clan, yo creo que es complicado, porque ellos se las saltan todo el rato y te llevan mucha ventaja. En la brigada de la BAC, empezando por Elena Blanco, siempre han estado en esa frontera resbaladiza entre el bien y el mal, entre lo legal y lo ilegal. Nunca hemos querido hacer policías héroes, son policías muy humanos. Hay muchos ejemplos en las cinco novelas de decisiones que se toman, siempre con el propósito de esclarecer un crimen, donde te tienes que saltar el reglamento, y a veces de forma clamorosa, incluso manchándote las manos de sangre. Nuestros policías lo hacen hasta el punto de que a veces puede el lector dudar de quién es el bueno y quién es el malo. Nos gusta esta concepción de la moral como algo que se mueve.

Al clan no le falta de nada: policías, políticos, miembros de la judicatura.... Si divagáramos sobre un posible origen, ¿cuál sería la piedra angular?
- Agustín Martínez: No sé cuándo empezó todo, pero hay gente que siempre consigue mantenerse arriba. En la historia de España, las familias poderosas de la actualidad ya lo eran durante el Franquismo, la República... Son siempre los mismos, de una manera genética van heredando ese poder ¿Dónde está el inicio? En la naturaleza humana, siempre hay alguien que quiere imponerse.

El primer capítulo describe una escena atroz en la guerra de Liberia, pero también se habla de la migración. ¿Por qué Europa sigue mirando para otro lado respecto a esta realidad?
- Agustín Martínez: Porque nos conviene. Hemos creado un sistema en el que vivimos de una manera bastante cómoda, a costa de la explotación de países que viven en la miseria. Estos poderes, en su gran perversidad, están monetizando el sufrimiento humano en África, en Asia y en un montón de sitios. A través de ciertas preguntas llegamos a la idea del clan, hay alguien que está aquí, no un loco en mitad de África, en un despacho muy bonito, haciéndose rico a costa de situaciones como la guerra de Liberia.

Os han preguntado si existen fricciones a la hora de escribir la novela y soléis aludir más a la parte de promoción. Como a las estrellas del rock, ¿desgasta más la gira que la creación de la obra en sí?
- Agustín Martínez: Por suerte conservamos lo que nos unió al principio, nos lo pasamos muy bien escribiendo, y, además, tenemos la suerte ahora mismo de tener lectores al otro lado. No hay ninguna intención de que Carmen Mola termine, todo lo contrario, lo que nos apetecía era seguir haciendo crecer a Carmen Mola, por eso decimos aquello de no quedarnos en el mismo sitio, sino probar algo nuevo. El proyecto de Carmen Mola seguirá y habrá más novelas.