El dúo formado por Ester Rodríguez y Juanma Latorre presenta su primer disco. A lo largo de 11 temas juega con la música tradicional e influencias electrónicas
Soleado:
“Hay que quitarse la caspa de las relaciones más tóxicas y de dependencia”
Al calor del anuncio del paréntesis de Vetusta Morla, una de las preguntas más repetidas a los miembros de la banda madrileña tenía que ver con sus planes de futuro. Juanma Latorre lo tenía claro: “Yo seguiré trabajando en la música porque me gusta”. Esa respuesta adquiere aún más sentido con la publicación del primer disco de Soleado, un proyecto en el que une sus fuerzas con Ester Rodríguez, y cuya semilla se remonta a varios años atrás.
¿Cuándo surge Soleado y por qué decidís dar forma a esta idea
Juanma Latorre: Surge hace ya, pues como unos tres años aproximadamente, aunque la semilla probablemente incluso antes. Ester hizo un disco en el que reinterpretaba coplas a su manera, que se llama ‘Café de chinitas’, un disco precioso que hizo con Barrunto Bellota Band. Un amigo común, Andrés Cabanes, nos tiró el guante del reto, como en el duelo, para ver si hacíamos una versión electrónica de todo el disco. Finalmente solamente fue una, ‘Ay pena’, la versión de la canción de Lola Flores, pero vimos que ahí había algo interesante, que en la manera más pop que tiene Ester de entender lo tradicional y, por encima, los sonidos de electrónica, vimos que había un terreno fértil, un terreno bueno para abonar, poner semilla y a ver qué pasaba. Empezamos a trabajar canciones a lo largo de varios años tratando de aterrizar un poquito más esa idea, ese guiso con tres ingredientes. Tres años después ha cristalizado en un disco y ahora estamos aquí.
Ese disco, ‘Café de chinitas’, sumado a ‘Cable a tierra’, de Vetusta Morla, un disco que entronca con esta idea de rescatar la música tradicional. ¿Creéis que sin todo esto no hubiera sido posible hacer la idea de Soleado?
Juanma Latorre: Todo lo que aprendí durante la fase de Vetusta de ‘Cable a tierra’ fue muy importante para darle forma a Soleado. También hay que decir que formó un poco parte de lo mismo, es decir, Soleado no hubiera sido sin ‘Cable a tierra’ y ‘Cable a tierra’ no hubiera sido sin Soleado, porque formó todo parte del mismo momento de investigar, de probar. A Ester la investigación de lo tradicional le viene de mucho más atrás, para mí era nuevo, hace tres o cuatro años esto me pilló investigando y aprendiendo todos estos instrumentos. En realidad Soleado y ‘Cable a tierra’ forman parte de la misma inquietud y de la misma curiosidad.
En este trabajo de traer esta parte de música tradicional, mezclarla con la electrónica. ¿Hay un deseo de reivindicación de esa música tradicional?
Ester Rodríguez: Probablemente sí. Tampoco es que sea un deseo fehaciente, no somos folcloristas, no es la idea de decir que hemos venido aquí a rescatar algo, pero sí que creo que es una vuelta a la raíz, una vuelta a encontrarte con esa persona que en mi caso que ya era, desde pequeña he interpretado canciones populares, en mi familia siempre ha habido música popular y muchísima tradición, pero cuando empecé a tocar lo hice mirando hacia los grupos de pop y rock internacionales y olvidé un poco esa parte. Entonces, esto para mí también ha sido un reencuentro, porque ‘Café de chinitas’ fue un proceso de encontrarme con las coplas, canciones que me parecían súper composiciones, pero desde un sitio en el que yo no soy una cantante de copla, soy una cantante de pop. Es darle la mano a ese pasado.
Actualmente hay muchos grupos que están volviendo a reivindicar esta música. ¿Cuándo creéis que se volvió a mirar a la raíz?
Ester Rodríguez: Creo que ha habido como un sentir general, ha sido un refresco, un retomar esto.Fue a la vez María Arnal y Marcel Bagés, fue casi a la vez también Rodrigo Cuevas, Baiuca ya llevaba tiempo... De esta sintonía, de esta onda, hay muchísima gente, unos más tradicionalistas que tiran más para la parte de sonido, otros que tiran más para la parte de electrónica. Sí que hay un universo paralelo que está existiendo, que además es necesario porque en España no existía, desde la postguerra había un desprecio por esto, estaba muy politizado. Estuvo bien romper un poco con eso y tratar de mirar al futuro, una forma de hacerlo es ser consciente de dónde vienes y quién eres.
Juanma Latorre: Han existido personas que lo han mantenido vivo, como podría ser Joaquín Díaz o Eliseo Parra, pero lo han hecho desde el lado más puro y folclórico. Creo que la novedad es que se está utilizando ahora como catalizador para otras mezclas, ya pasó en los años, pero quizás no había sido tan llamativo como ahora.
Ester Rodríguez: Igual hay una revuelta, estoy pensando en Loli y Manuel y en otros grupos de los 70 que sí que reivindicaban eso desde una parte más moderna. Creo que el enfoque que le estamos dando ahora, mezclando con electrónica, es decir, mirar adelante y a la vez cogerle la mano a eso, creo que eso sí que es nuevo.
Juanma Latorre: Además con esa presencia fuerte de la cultura popular, incluso de la cultura rural, en este escenario tan mediatizado y tan tecnológico llama mucho la atención. La verdad que hay tantas y tan buenas y el folclore es tan variado que yo creo que podemos seguir explorando por aquí sin miedo a repetirnos ni a pisarnos los unos a los otros, porque realmente es que hay tanto abanico donde explorar que realmente es muy difícil que te pises.
Entrando en el disco, el quinto corte, ‘Vestida de domingo’, fue la que elegisteis como single de presentación. ¿Creéis que era la mejor carta, la que mejor aúna esa mezcla de tradición y modernidad
Juanma Latorre: Pues eso lo pensamos ahora, no lo creíamos entonces, fue una elección un poco rara, casi por descarte.
Ester Rodríguez: Sí, no sabíamos muy bien cuál tenía que ser la tarjeta de visita porque realmente era difícil elegir. También cuando estás dentro del proceso es muy complicado elegir cuál es la canción que te representa. Tal vez ahora, con la perspectiva, sí que ‘Vestida de domingo’ ha sido una buena tarjeta de visita. Ahora no podríamos pensarlo de otra manera. Y Añoranza, que es la que presenta el disco, también. Son temas que después hemos visto que sí que nos definen, pero realmente la elección no fue algo consciente, no fue muy premeditado.
‘Vestida de domingo’ es una canción que habla de un concepto que ha dado pie a muchas composiciones a lo largo de la historia, el amor romántico. ¿Creéis que está en peligro de extinción?
Ester Rodríguez: Yo creo que no, el amor romántico está ahí, a tope. Lo que pasa que sí es diferente la perspectiva del punto de vista que le ponemos, creer en el amor es fantástico y es necesario, pero hay que quitarse la caspa de ese tipo de relaciones que son más tóxicas, de dependencia y de atrapar o poseer a esa persona. Creo que ahora estamos en una fase más de respeto mutuo que como seres humanos nos hará mejores, seguro.
A esta canción le sigue en el disco ‘Ay pena’, que va al número 6 en el álbum, pero realmente es el origen Soleado. Dado que este género de la copla ha sido muy prolífico en canciones, ¿habéis contemplado más versiones?
Juanma Latorre: Para el disco, no.
Ester Rodríguez: Los dos somos compositores y además nos gusta jugar a los cromos.. Por poder podría haber habido más, pero no era la idea, la idea era hacer composiciones propias.
Juanma Latorre: El punto de partida era hacerlo con canciones de pop, de hecho estuvimos meditando mucho si la poníamos o no, lo que pasa es que nos gustó tanto como quedó cuando fuimos al estudio, quedó tan bien que al final decidimos dejarlo y es como el testigo de cómo empezó todo, la piedra fundacional. Además está separando la cara A de la B, está de bisagra entre las cinco primeras y las cinco últimas.
Ester Rodríguez: De hecho hubo un momento en que nos planteamos que fuera el primer single y decidimos no hacerlo así porque podría confundir, te lleva a pensar que puede ser un disco de versiones, que es un grupo que empieza por ahí.
En tu caso, Ester, ‘Si yo tengo un ángel’, ¿es la canción con mayor pellizco emotivo del álbum?
Ester Rodríguez: Sí, claro que sí, porque el tema que toca habla sobre mi abuela que sufrió Alzheimer en los últimos años de vida, es como un recordatorio para que ella sepa que nadie se olvida de ella.
El décimo corte del álbum, ‘Sangre en la vereda’, lo habéis definido como un género casi nuevo, bachata ibérica. ¿Es la más transgresora del disco?
Juanma Latorre: Es la más diferente a las demás, porque de repente el folclore que aparece de punto de partida es el latinoamericano. En otros proyectos y en otras cosas sí que coqueteamos más con el folclore de América Latina, pero en Soleado todo lo que estábamos metiendo era o bien cosas andaluzas, gallegas o castellanas, sobre todo esos tres ejes, y de repente aparece ahí una cosa que viene de América Latina. Lo que hicimos fue como hacer los ritmos arquetípicos de la bachata, pero con instrumentos de percusión castellana, de ahí viene lo de bachata ibérica. En vez de la güira latina, están las cunchas gallegas, hay pandero cuadrado, la sartén que se usa en Castilla... La mezcla era medio chistosa, por eso salió esto de la bachata ibérica, aunque luego la letra no tiene nada de chiste, es desgarradora.
Ahora que mencionas todos esos instrumentos, también están los tambores canarios, el pandero cuadrado, el guitarro... ¿Es más complejo de cara a llevarlo al escenario?
Juanma Latorre: Estamos empezando a prepararlo y la verdad que está fluyendo muy bien, en buena medida porque la gente con la que contamos es maravillosa. Está Iván Mellén, que ya grabó toda la percusión del disco, también está Xerach Peñate, que lleva la parte de percusión más electrónica, y luego Paula Vegas que está con los sintetizadores y canta también. Gracias en parte a la maestría de estas tres personicas tan buenas y tan bonicas, está fluyendo todo muy bien. El disco es muy de laboratorio, y está bien que sea así porque era como queríamos hacerlo, pero muchas de las transformaciones sonoras que ocurren en el disco no son tan necesarias en el directo. Entonces, sigue habiendo un montón de cacharrería, pero si cambias una cosa por la otra y haces más o menos el mismo ritmo, funciona bien, fluye, porque al final son canciones.
Ester Rodríguez: Al final el corazón es una canción. Hay un par de ellas que sí que todavía están por abrir porque se han construido de una forma distinta, pero el resto tienen forma de canción; una canción la puedes vestir de muchísimas maneras, nuestra propuesta es esta, pero podríamos haberla puesto otro bordado.
¿Hay tiempo soleado para rato?
Juanma Latorre: Espero que sí. Nosotros estamos muy contentos del trabajo que hemos hecho, nos lo pasamos muy bien y lo que viene parece que es muy bonito y muy emocionante. En lo que sí me atrevo a decir un sí rotundo, porque hay factores externos que no controlamos, en lo que se refiere al trabajo artístico de composición y de producción, hay para mucho rato, nos lo pasamos muy bien haciendo música juntos y en el camino que hemos iniciado, como decíamos antes, hay muchísimo por explorar. Luego ya, el tiempo dirá, lo que la vida nos quiera traer.