Con 45 años de carrera a sus espaldas y más ilusión que nunca, Francisco presenta 'De cobardes no hablarán', el primer disco que produce y dirige íntegramente. Un trabajo donde conviven el blues, el bolero y la canción romántica, marcado por la superación personal, la verdad emocional y el amor al oficio. Desde las historias más íntimas hasta su compromiso solidario, el cantante se sincera sobre su música, su voz y el valor de seguir.

'De cobardes no hablarán' ha sido el primer trabajo que ha producido y dirigido íntegramente. ¿Qué balance hace de este proceso?

Para mí ha sido muy satisfactorio. Me encuentro muy orgulloso y, al mismo tiempo, expectante por ver qué opina el público, que al final es el que tiene la última palabra. Es un disco que está hecho desde el corazón, con mucho cariño y muchas ganas. Después del problema de salud que tuve en marzo, para mí es un comienzo. De hecho, hay una canción titulada 'Comenzar otra vez' que la hicimos tras pasar el COVID, y este disco representa un poco eso. Además, no lo he tenido difícil porque he contado con un equipo de grandes profesionales: ingenieros de sonido, músicos, arreglistas... Me ha gustado estar dentro de todo, pero con mucha ayuda, y cuando trabajas con buenos profesionales el resultado siempre es óptimo.


El hecho de poder tomar todas las decisiones, ¿le ha dado más libertad?

Sí, la verdad es que sí. El año que viene cumplo 45 años en la profesión, y en todo este tiempo he aprendido, sobre todo, lo que no quiero. Tenía muy claro eso. Quería hacer un disco dentro de mi línea, pero con una evolución notable, y creo que lo hemos conseguido. La canción que da nombre al disco es un blues, que se debe a las influencias que he tenido, como por ejemplo el jazz; me gusta toda la buena música, desde Queen hasta Joe Bonamassa. Todas esas influencias, de alguna forma, están plasmadas aquí también. Los arreglos son más atrevidos, hay boleros muy bonitos y naturales. Son 13 canciones porque es un número que me da buena suerte. Teníamos 12, a última hora grabamos 'Cómo te extraño', una canción que escuché cuando tenía 5 años, es muy divertida. La añadí para cerrar con un toque festivo. No tengo compañía discográfica, así que me lo hago todo. La música es la hija pobre dentro de la cultura en España, no tenemos ayudas, pero no me quejo porque tengo una gira importante y vamos a seguir hasta bien entrado el 2026.

Hablando de la canción 'De cobardes no hablarán', tiene una esencia muy marcada de blues, pero también un alma profundamente romántica. ¿Ha sido fácil combinar ambas cosas?

Ha sido fácil porque las canciones buenas surgen en diez minutos. Las mejores canciones que he escrito o que me han escrito han salido así, del tirón. 'De cobardes no hablarán' nos habla de que hay que ser humildes para pedir perdón, que a veces nos cuesta, a hombres y mujeres. Pero no sabes lo liberador que es pedir perdón, cuando nos equivocamos, a la persona que quieres. Y al final tiene una frase que me encanta: “No te olvides que de la mano siempre van la verdad y la mentira”. Hoy la verdad adquiere mucha más importancia, todo el mundo estamos acostumbrados a ver tanta mentira. Cuando dije a la gente que se iba a llamar así a la canción me preguntaban sobre qué iba. Yo canto al amor y al desamor, no canto a otra cosa, lo que ocurre es que es una frase muy española que decía muchas veces mi abuela, me pareció perfecta como título. Además, la hice con Jesús León, un gran amigo mío de Málaga y un gran compositor. Estamos encantados con el resultado.

'Por el amor de una mujer' es otra de las canciones del disco. ¿Ha sido fácil llevársela a su terreno?

Tengo una gran amistad con Danny Daniel, de hecho el 19 de diciembre tenemos un concierto juntos en Gijón para el que se vendió todo en una semana. Le hablé del proyecto y le pedí permiso para hacer mi versión. Esa canción me marcó muchísimo cuando tenía 17 años. Forma parte de las grandes canciones románticas de la historia de España, si vas a cualquier karaoke, está en el repertorio. Julio Iglesias me decía que una canción es un éxito cuando la cantan en los karaokes, y tiene razón. Le mandé la versión ya hecha y me dijo que le encantaba. Yo la hice como la he sentido, muy íntima, para escucharla tranquilo, solo o con tu pareja, con una copa de vino o lo que sea. Muy romántica.

Son 13 canciones en total. ¿Hay alguna por la que tenga especial predilección?

Todas. La tercera es 'Aleluya', de Leonard Cohen, es una canción que llevo escuchando 30 años. Siempre pensé que algún día haría mi versión, pero siempre partiendo de lo que pienso de las versiones: o aportas algo nuevo, o no la hagas porque siempre va a salir ganando la original. En este caso hicimos una letra completamente nueva con José María Purón, y la canción va creciendo hasta hacerse espectacular.

'De qué me sirve el cielo' es muy especial. Me la mandó Jorge Avendaño, compositor mexicano que ha trabajado para grandes artistas como Luis Miguel. Es una carta real de un amigo suyo que murió de cáncer a su mujer. Es una belleza.

'Ahora que no estás' cuenta la historia de un hombre que perdió a su mujer en un accidente de tráfico. Son historias reales, de gente cercana. Todas están hechas desde el corazón.

También hay boleros y homenajes...

Sí, 'El que más te ha querido' es un bolero precioso de una compositora cubana, Concha Valdés Miranda, que ya falleció. La grabó por primera vez Dyango. Luego está 'Superviviente por tu amor', que es la primera canción que yo compuse. Estuve en 'Supervivientes', una experiencia de las peores que he pasado en mi vida. Una noche, tumbado en la arena mirando las estrellas, me salió la letra en dos minutos. Hice una regla memorística para no olvidarla, así que me la repetía cada día. Al llegar al hotel, lo primero que hice fue escribirla. 

ambién está 'Murmullos', que se la pedí también a Jorge Avendaño. Está pensada para un musical que se va a llamar 'Historia de una voz', es sobre mi vida, pero puede servir para cualquier cantante, porque todos empezamos luchando.

Como homenaje está 'Vivir', que en su momento ya grabé para recordar a Nino Bravo. Tiene una letra que dice mucho. Hice una versión a mi manera.

¿Qué es lo más valiente que ha hecho en su trayectoria musical?

Creo que lo más valiente es seguir todos los días, si eso tiene algo de valiente. Yo me levanto cada mañana con la misma ilusión que hace 45 años. En España hay que examinarse todos los días. En Latinoamérica, cuando eres una estrella, lo eres para siempre. Aquí es muy diferente, de hecho muchos artistas de allí no vienen porque saben que es muy complicado. Me gusta mucho lo que ha hecho Rosalía porque las personas somos animales de costumbres, consumimos lo que nos meten por los oídos y por los ojos. A los chicos de 18 años les han estado metiendo en todos los lados el reguetón, que cuando empezó pensé que no tendría mucho recorrido, y me equivoqué. Esta introducción que ha hecho Rosalía, de mezclar el pop con la música clásica, me parece genial, sirve para hacer llegar a la gente joven la buena música y demostrar que se puede hacer una buena canción pero con calidad y músicos de verdad. Donde está el alma de un músico o un cantante, nunca va a estar una máquina. El autotune ni lo conozco.

Después de tantos años de carrera, ¿qué hace para cuidar la voz?

Afortunadamente, tuve una muy buena escuela técnica en mis años en la lírica, y eso me ha ayudado muchísimo. También es muy importante la salud. La voz es el reflejo de tu estado físico, mental, sentimental, espiritual... todo. Si estás triste, la voz suena triste, como se puede ver en la naturaleza: los pájaros cantan más cuando hay mejor tiempo. Yo me cuido de forma sencilla: como de todo, me tomo mis vinos, procuro hacer deporte y camino bastante. Ya no tengo 30 años, pero estoy bien.

Cierra el año con un concierto solidario, ¿es el más especial que tiene dentro de la gira?

Para mí es muy importante. Es en Valencia, para ayudar a niños de pueblos afectados por la dana. Se perdieron más de 220 vidas, que es lo más terrible, pero también los sueños de muchos niños: instrumentos, locales de ensayo... En Valencia hay una cultura musical muy fuerte desde niños, estudian y aprenden a tocar instrumentos como el clarinete, por eso la Comunidad Valenciana es la que tiene más músicos por metro cuadrado en el mundo. En este concierto el éxito será de los asistentes que llenen el Palau de Las Arts para recaudar fondos. Es un granito de arena, pero si todos aportamos lo que podemos, se puede hacer mucho.