Siudy Quintero:
“El querer puede más que el talento, también es muy necesaria la formación”
Celebra 25 años de trayectoria actuando en Madrid en el Día Internacional del Flamenco. ¿Qué significa para usted esta fecha?
Es muy especial. Tenía muchas ganas de traer mi compañía a Madrid. Es una propuesta con un aire diferente y este era el momento perfecto.
Viene de actuaciones exitosas en Nueva York y Miami. ¿Qué le ha aportado ese impulso?
Actuar en el Lincoln Center fue muy poderoso. Tres ovaciones de pie y un llenazo en una sala donde nunca había estado el flamenco. Fue importante para nosotros y para la comunidad hispana.
¿Cómo nació el espectáculo ‘Bailaora’?
Nació en 2019, tras trabajar ‘El Amor Brujo’. Buscaba volver a algo propio, más personal. Empecé a escribir un guion muy emocional sobre mi vida como mujer latinoamericana dedicada al flamenco.
La música del espectáculo es muy particular. ¿Cómo surgió esa colaboración?
Juan Parrilla y su hija estaban explorando sonoridades nuevas. Yo quería hacer palos tradicionales con una sonoridad actual. Unimos búsquedas y nació la música de ‘Bailaora’.
El título ‘Mis pies son mi voz’ tiene mucha fuerza. ¿Cómo surgió?
Mi esposo documentó el proceso creativo y notó cómo mis pies eran mi forma natural de comunicar. A través del zapateado encontraba mi centro y mi voz artística.
Sobre la técnica: ¿cuánto es talento y cuánto trabajo?
Creo que el querer puede más que el talento. He visto bailarinas menos talentosas lograr cosas increíbles gracias al esfuerzo. Pero para manejar todos mis roles, sí es necesaria una mezcla de talento y formación.
Siendo hija de Siudy Quintero, ¿siente que estaba predestinado su camino?
No sé si predestinado, pero crecí en una escuela muy poderosa. Esa formación me permitió dirigir mi primer espectáculo a los 20 años.
¿Cuál ha sido el mayor consejo artístico que le dio su madre?
Mantenerme fiel a mi verdad. Siempre decía: ‘el flamenco es como el beso, nadie besa igual’. Me enseñó a buscar mi esencia y superarme a mí misma.
Uno de sus grandes hitos fue ‘El Amor Brujo’ con la Filarmónica de Los Ángeles. ¿Qué supuso?
Fue un antes y un después. Era la oportunidad de hablarle a otra audiencia. Tuvimos funciones agotadas y logramos una conexión muy especial con el público y con artistas como Farruquito.