Todos los autobuses de la EMT llevarán desfibriladores para “salvar vidas”

Todos los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid contarán con desfibriladores para “salvar vidas” a cualquier ciudadano que lo necesite, tanto dentro como fuera de sus vehículos.

Así lo ha anunciado este miércoles el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, que ha explicado que las 2.100 unidades con los que cuenta la entidad se convertirán en espacios “cardioprotegidos” antes de final de año.

El delegado ha incidido en que las dos millones de personas que cogen “todos los días” un autobús de la EMT “tendrán a mano un desfribilador”, para después puntualizar que también podrán acceder a él “los millones de personas que transitan y circulan por las calles”.

Carabante considera que se va a proteger “cardiovascularmente” a toda la ciudad ya que siempre se está “apenas a 250 metros de una marquesina y, por tanto, de un autobús de la EMT”. Aún así, a pesar de reconocerla como “una buena iniciativa, ha deseado que estos dispositivos “tengan muy poco uso”.

Sobre el calendario de implantación, ha explicado que ya se encuentra en licitación el contrato para el suministro de los desfribiladores, que tiene un presupuesto de 6,5 millones. Este se adjudicará después del verano y la instalación se habrá terminado “antes de que acabe este año”.

“Lo haremos de manera progresiva”, ha especificado, pero incidiendo en que en “tres o cuatro meses” a partir de septiembre “estarán todos instalados” para comenzar 2026 con el servicio activo.

LOS CONDUCTORES SE FORMARÁN PERO “EL USO ES MUY SENCILLO”

En relación con la formación del personal, Carabante ha indicado que se ofrecerá formación a todos los conductores de la EMT para que sepan utilizar los dispositivos. De todos modos, según ha desarrollado, “el uso es muy sencillo”.

La enfermera del Servicio de Prevención de la EMT Laura Viera ha detallado que estos dispositivos se van a instalar dentro del habitáculo del conductor y este mismo podrá utilizarlo.

Viera ha explicado los pasos a seguir en caso de emergencia: “Puede darse una situación en la que encontremos a una persona inconsciente que no responde a estímulos. Lo primero es llamar al 112. Si sabemos hacer reanimación cardiopulmonar, la iniciamos. Si no, podemos utilizar el desfibrilador, que está pensado precisamente para ser usado por cualquier persona”, ha añadido.

Según ha destacado, el aparato es “completamente intuitivo”. Solo con encenderlo, ya empieza a dar instrucciones por voz. El primer paso será quitar la ropa a la persona afectada y colocar los electrodos, que vienen con indicaciones en unas pegatinas.

Además, los desfibriladores estarán conectados directamente con el servicio de emergencias. “Una vez abierto el aparato, automáticamente se conecta con el 112 y les llega nuestra localización. Ellos nos dan soporte durante todo el proceso”, ha detallado.

“TRAS 4 MINUTOS LAS LESIONES PUEDEN SER IRREVERSIBLES”

Viera ha subrayado la importancia de contar con estos dispositivos para reducir el tiempo de respuesta ante una parada cardiorrespiratoria porque “tras cuatro minutos sin intervención, las lesiones pueden ser irreversibles”.

Preguntado por la utilización de los dispositivos también fuera de los vehículos, el Carabante ha señalado que “los autobuses irán con señalización para que todo el mundo lo sepa”. El Ayuntamiento llevará a cabo una campaña para que la ciudadanía conozca que “cualquier autobús va cardioprotegido” y que se podrán atender incidencias en la vía pública”.

El responsable ha recordado que en Madrid “la presencia rápida del Samur no sólo salva vidas, sino que evita muchas de las consecuencias que puede tener esto (un problema cardiaco) para la salud de una persona”. En este sentido, ha definido los desfribiladores como “recurso transitorio” hasta que acuden los servicios de emergencias.