Cantante, compositor, actor... Acotar las facetas de Maximiliano Calvo es tan difícil como poner límites a su inmensa creatividad, que se vuelve a poner de manifiesto este viernes 7 de junio con la publicación de un nuevo EP, ‘Barato y romántico’.

Este viernes 7 de junio ve la luz tu nuevo EP. ¿Cómo llevas la espera?Con normalidad. Me ha pasado que cuando me hago muchas expectativas me ha significado un golpe muy grande que en el pasado no he podido sobrellevar o gestionar. He hecho el disco, estoy muy contento, las canciones me gustan, el equipo ha hecho un esfuerzo para que esto salga. Estoy muy feliz de haberlo conseguido en rasgos generales, por todo. Y luego, obviamente la intención es que las canciones se escuchen, que representen a muchas situaciones de las personas, pero también está esa parte mía de protegerme un poco con las expectativas porque nunca me han venido bien, la verdad. Estoy intentando estar tranquilo.

Este EP llega prácticamente un año después de la publicación de ‘El gallo’, un LP. ¿Podemos hablar de un buen periodo en cuanto a creatividad?
Bueno, en verdad marca un mal momento creativo en el sentido de que ahora se sacan canciones todo el tiempo, yo escribo mucho, ahora ya tengo como 28 canciones para el disco nuevo, lo que pasa es que en medio de ‘El gallo’ y esto pasaron muchas cosas, hubo una turbulencia mía de un despunte de consumo brutal donde más que nada estaba concentrado en la cocaína, no en la música. Estas canciones salen cuando me canso de todo eso, siempre digo que las canciones al final no me salvaron, pero sí que vinieron a ayudar un poco. Así que dentro de esa ayuda, que es un montón y se lo agradezco, la verdad, no creo que sea el reflejo de un momento creativo guachi.

El primer adelanto fue ‘Flores de plástico’, que además es el primer corte de este EP. ¿A qué responde esa elección?
Sale porque tiene el nombre del EP dentro, ‘Barato y romántico’, porque la idea era florecer en algún punto, también por el chiste de las flores de plástico que nunca mueren, pero al final fue el que menos escuchó la gente, así que espero que ahora que está primero en el EP, cuando pongan play, pues se enganchen con ‘Flores de plástico’. Para mí tiene una cosa de Fleetwood Mac, muy significativa del disco, con las guitarras acústicas, y tiene como esta sensación de que algo se está acabando. Creo que hay algo de eso, que luego con las otras canciones como que se va completando el mensaje, al final me parece que las canciones, cuando tú haces un disco, un EP o juntas las canciones bajo un nombre, tienen que tener un sentido. Esto de las ‘mixtape’ yo nunca lo llegué a entender, tal vez porque yo me enamoré de un disco que era como más conceptual, entonces intento que tenga todo un sentido. Creo que lo tiene este.

¿Qué visión tienes del romanticismo? No sé si en estos tiempos que corren de apps como Tinder se puede decir que ha muerto esa idea.
El chiste de ‘Barato y romántico’ es como qué tan bastardeado está el amor, hasta dónde puede llegar, qué es amor, qué es romanticismo, porque también hay como una idea muy antigua de lo romántico y otra muy moderna, hay una extinción de un concepto romántico que a mí me hace gracia, por eso también intento que las canciones tengan este punto de humor, aunque son muy serias. En algún omento la letra dice que quise entender cómo es amar y se fue a comprar un libro de autoayuda. Me parece bastante graciosa esa imagen, un poco peli de Woody Allen. Toda esa parte así como decadentista me ha gustado del romanticismo y yo como que tampoco lo entiendo. Creo que he gastado mucho dinero intentando entenderlo, prefiero gastar menos y buscar más dentro.

¿Dónde nos sale más caro el amor, a nivel emocional o a nivel económico?
Qué buena pregunta. A nivel emocional, desde luego. Bueno, económico también porque cuando ya te has hecho mierda emocionalmente, te das cuenta que te has hecho mierda económicamente, así que ya no hay salida por ningún lado. Pero bueno, al final yo creo que puedes invertir, hay mucha gente que invierte en el amor y le sale bien. Aquí es un poco, visto de este lado, como que no invierte, barato y romántico, tampoco nos involucremos tanto, juguemos a ser un rato amigos con derechos. Como en todas las crisis, hay un declive emocional y un declive económico, y como en todos los subidones de la época, de cualquier época, cada uno elige si juega, hay beneficios, es como los corredores de bolsa del cariño.

Jugando con el título de otras dos canciones que aparecen en el EP, ¿prefieres estar en solitario o en mala compañía?
Es que cuando estoy en solitario, estoy mal acompañado. Dicen que un adicto solo es un adicto mal acompañado, por eso vivo con mi representante, porque todavía me queda mucho por aprender para poder vivir conmigo mismo en la armonía. Sí que me estoy haciendo mucho más amigo que antes de mí, pero todavía me falta el romanticismo, y estoy gastando dinero en terapias y otras cosas, caro y romántico está siendo esta relación bilateral conmigo mismo. Pero bueno, yo creo que está valiendo la pena, de verdad, creo que estoy invirtiendo bien mi parte emocional, mi tiempo y mi dinero en amigarme conmigo.

Hablemos del tercer corte, ‘Libros de autoayuda’. Es una canción en la que creo que te has abierto. ¿Cómo surgió la historia?
Siempre digo que las canciones son como premonitorias. Cuando escribí ‘El gallo’ todavía no me había separado y habla un poco de eso, de qué hacemos con los muebles, el feng shui, la casa vacía... Aquí pasa un poco lo mismo, tiene una cosa de que algo se va, que el tipo quiere buscar una forma de curarse, de entender, porque en el amor y en las relaciones humanas en general le va tan mal y ya está desesperado. Eso pasa en ‘Libros de autoayuda’, toda la vida leyendo literatura buena, novelas espectaculares, ensayos increíbles e intentando entender a Dios, Nietzsche, Schopenhauer, su puta madre y al final me tengo que comprar un libro de autoayuda. Yo qué sé, igual me ayuda. Veremos en el próximo capítulo si le ha servido o no.

A nivel musical dices que en esta canción conviven The Beatles, Wilco, Bob Dylan o David Bowie. Trayendo todo eso a la época actual que vive la música en general, ¿crees que si ahora surgiera una banda como The Beatles tendría la misma repercusión que entonces, o crees que en este mundillo de plataformas, streaming y demás, se diluiría un poco todo ese fenómeno?
El equivalente sería una ‘boy band’ ahora mismo, como BTS. Los Beatles eran una ‘boy band’, nada más que una ‘boy band’ de puta madre, con unas canciones espectaculares y también el momento socio-político. Hay una película, que es bastante mala, llamada ‘Yesterday’, que cuenta una situación en la que se han borrado Los Beatles y entonces el tipo empieza a hacer canciones de la nada porque él es el único que se acuerda de la banda y las canciones tienen el mismo éxito. Yo no creo que sea así, si todos nos olvidáramos de Los Beatles y alguien sale a hacer canciones de ellos, ya hay muchas canciones inspiradas en Los Beatles, deberíamos olvidarnos de muchísima música para que vuelva a haber una revolución similar.

Pero ya te digo, lo pondría un poco como una ‘boy band’ o, por otro lado, como una revolución muy grande musical y social que ahora mismo podría ser el reggaeton, por más que nos cueste. Me gustaría pensar que las canciones más emocionales no han perdido todavía un espacio, aunque sea pequeño, dentro de la industria, pero bueno, yo no soy el que controla eso. El impacto social se refiere también a cómo está la sociedad y lo que busca en ese momento, Los Beatles fueron una forma de revolucionarse frente a los padres, era muy adolescente también, pero ellos tenían una seriedad muy grande, lo que ahora es que no hay una seriedad tan fuerte en grupos tal vez más adolescentes o más juveniles. El otro día pensábamos con los chicos de la banda y decíamos, joder, Led Zeppelin, tocaban de puta madre, tienen una madurez muy top a la hora de enfrentarse a hacer un primer disco, pero claro, es que no tenían nada que hacer, era como, o juegas al cricket con tu abuela o te encierras a tocar bien y hacer canciones y a cantar de puta madre. Ahora hay muchas distracciones, la gente elige otro tipo de cosas que hacer, hay otros estímulos que son bastante invasivos. No sé cuánto tiempo hay para dedicarle tiempo a la emocionalidad o a la sensibilidad.Hay como mucho ruido. Lo dejo ahí.

¿Cómo te llevas con los mecanismos de la industria musical actual
Fatal, fatal, me genera muchísima ansiedad, me hace mierda. Por eso ahora, en mi proceso de recuperación, estoy alejado de todo eso, no me dejan entrar en redes ni nada similar. Quiero ocupar mi tiempo en otras cosas que me parecen importantes. Me cuesta mantenerme la autoestima alta cuando estoy tan relacionado con cuántas escuchas tengo, cuántos likes tengo. Puedo decir que no me interesaría, pero sí que me interesa y sí que me hace daño emocionalmente y psíquicamente, como que me desestimula, me desmotiva. Soy un artista que sí le dedica mucho tiempo y amor a las cosas, y espera tener una respuesta similar. Por eso decía lo de las expectativas, pienso que si estoy haciendo las cosas bien, deberían venir las cosas más benignas, y no lo son, la verdad. Me queda la opción de meterme en la carrera de estar todo el tiempo intentando buscar algún mecanismo de TikTok para que me pase algo viral mientras descuido las canciones, o me dedico realmente a lo que tengo que dedicar, que es hacer música. Prefiero lo último.

Por otro lado, también sé que son herramientas que hay gente a quienes les funciona y que puede hacer todo al mimo tiempo; a mí no me funciona, la verdad, no sé manejarla tampoco, como que me quema en la mano. La instantaneidad de sacar un tema y si no apareces en determinadas listas el lunes estás pensando que ha sido una mierda sacarlo, te quieres matar. Me cuesta mucho toda esta modalidad. Siento que hay demasiada cantidad de música sin tener un filtro real, sin una responsabilidad emocional y lírica para compartirlo. Seguramente esté equivocado con respecto a los tiempos que corren porque a la vista está, hay gente que le va mucho mejor y no se replantea estas cosas.A mí me afecta la instantaneidad, me parece que las canciones podrían tener un desarrollo más largo, al igual que los discos. Yo sé que saco este disco y en el verano va a bajar mi escucha porque al dejar de sacar música, todo baja, la gente ve que no hay novedad, así que se va a escuchar a otro artista. A mí me pasa que me enamoro de una canción y la escucho bastante, ahora estoy bastante enamorado del disco de The Black Keys, de un tema llamado ‘On the game’. Veo que Liam Gallagher lo ha compuesto y digo, ah ok, ahora entiendo todo.

En entrevistas recientes hablas sin tapujos del periodo que estás atravesando. ¿Hemos romantizado la idea de sexo, drogas y rock ‘n roll?
Yo desde luego sí, y eso sí que fue caro y romántico, me salió carísimo en todos los sentidos, económico desde luego y emocional también, mucho. A mí me sirve hablar de mi adicción porque me hace comprometerme de alguna manera, o me hace tenerla presente. Sí que pienso en esta cosa solidaria de visibilizar problemas de salud mental, etc, pero no lo hago con ese afán de salvador o superhéroe de “sí, yo le he ganado a las drogas”, simplemente lo hablo porque me pasa a mí y hablo de lo que me sucede. Me hace sentir bien hablarlo, me hace sentir que existe, la verdad es que no voy a estar curado nunca, entonces al hablarlo, si a alguien le sirve o le ha dado fuerza para pedir ayuda, pues me llena el corazón, pero yo tampoco lo hago por eso, ya bastante tengo con mi vida, imagínate. Sí que siento que es que le doy más al mundo que si me lo callo. Como se me hace bien a mí y al final visibiliza algo o puede llegar a ayudar a alguien, pues mira al final todo positivo. Si me lo guardo es como hacía antes, que me tomaba la raya a escondidas. Lo siento más unido a eso que a un proceso de apertura, de luminosidad, de abrir la ventana y que corra el aire, de que deje de haber olor a after all the time.

¿Qué ha sido lo más jodido?
Pedir ayuda, que pare, parar, el momento de decir bueno ya está, hasta aquí, porque ahí no puedes.En un momento al final ya dejó de ser poético. La pasé muy bien durante un tiempo, hice un montón de cosas de las cuales no me arrepiento porque tengo que abrazarme, tengo que abrazar al cactus, pero en mi caso se me fue las manos por una enfermedad que me ha llevado a tapar un montón de cosas y a que mi cerebro funcione de una manera distinta. Lo más duro fue parar y ahora lo más duro es entender que no te mereces todo, antes lo pensaba porque estaba en un punto de grandilocuencia inmensa. Y ahora, estoy haciendo todo bien con la recuperación y pienso: “¿por qué no me pasan cosas buenas?”.

Estoy lidiando con eso, la vida sigue igual, lo único es que estás intentando no consumir, por el momento lo estoy haciendo bien, pero lo que no controlas sigue estando ahí y tienes que aprender a lidiar con ello, sin drogas. También eso es duro, no es “bueno, dejo de consumir y ya está”, sino aprender todo el trasfondo. Dejar de consumir yo creo que es fácil, el tema es no volver a caer en los defectos de carácter que te han llevado a consumir, al diálogo interno tan destructivo que yo tenía, a la ansiedad esa desmedida de querer alcanzar algo que no sé todavía ni qué era, o la simple sensación de estar hundiéndote cada vez más y focalizar en destruirlo todo. Esa cosa así como autodestructiva y de implosionar todo y de boicotearme también, me cuesta aceptarla ahora mirando para atrás. También me hace pensar si la he cagado en mi carrera y todas esas cosas, pero bueno, lo duro no es seguir adelante sin drogarte, que no es tan difícil, sino con la sensación de que no te está devolviendo la vida lo que tú le estás dando, siempre es la recompensa, que el cerebro empiece a funcionar distinto, pues tarda un rato.

Pero en ese camino estoy, no por hacer lo que deberías hacer, no destruir todo lo que tienes alrededor, tienen que darte un premio, y no por no intentar matarte todas las noches, sin darte cuenta, tienen que darte un premio, no por no boicotear el trabajo que los demás están haciendo para tu proyecto, tienen que darte un premio. ¿Que me gustaría que me lo den? Sí, que no me lo merezco, porque en realidad no es el momento, también. Bastante bien lo he hecho, creo, para poder, por lo menos, sobrellevar la situación. La vida sigue igual, lo único que estoy haciendo es no sumarle más dificultades, que ya es bastante.

Por otro lado, Maximiliano, ¿cómo confluyen todas esas facetas tuyas como artista, ya sea como músico, artista plástico, o actor? ¿Se retroalimentan?
Me gusta hacer todo, pero porque yo que se he consumido, además de drogas, mucho arte desde muy pequeño, e influyéndome mucho. No me considero que yo pueda funcionar para todas las ramas del arte, pero sí me parecen todas importantes e intento dedicarle tiempo a todas, escribo muchísimo, actúo, hago canciones... yo que sé, porque no encuentro otra manera de salvarme.Creo que estoy volviendo a darle la función al arte que no sea tan tóxica, simplemente lo hago porque si no me vuelvo loco. Siento que todo eso sí convive en una situación mía benigna y una lucha mía para que las relaciones que yo tengo con las diferentes ramas del arte no sean tóxicas y me ayuden a ser mejor, más sensible, más conectado; siento que cuanto más conectado con todo eso esté, cuanto más sensibilidad yo pueda expresar en todo eso, pues mejor persona voy a ser, desde luego. Estoy haciendo el trabajo de quitarle la ansiedad, de quitarle muchas cosas ahí, aunque obviamente que tengo que vivir de esto, el único trabajo que tuve fue de librero y lo único que puedo hacer es volver a la librería, el resto no tengo oficio en nada, o sea, ni siquiera de camarero, me parece inmenso, me parece un trabajazo súper complicado y complejo. Le tengo mucho miedo a la vida, en general, también por eso intento refugiarme en el arte e intentar que el arte sea una forma de vida, porque fuera hace mucho frío. Es lo que me queda, pero estoy aprendiendo a disfrutarlo.Y creo que sí, que tienen que ver todas las ramas del arte, en un disco conviven todas, en cualquier obra conviven todas, totalmente.

He leído que eres un gran amante de Madrid. ¿Cuál es tu rincón favorito de esta ciudad?
Mi rincón favorito de antes no es el mismo que el de ahora, el de ahora... lo estoy descubriendo, creo. Es complejo, de antes te podría decir millones, pero de ahora...Yo creo que en la Plaza de Santa Ana, la estatua de Lorca, si me aíslo un poco y no veo las terrazas llenas... ese momento es bonito, me parece una escultura muy preciosa, me da esperanza. Sí, Lorca siempre.