Día Mundial sin Tabaco: se reduce el consumo en jóvenes en Madrid pero aumentan los vapeadores

Evitar la adicción, tratamientos duales farmacológicos y psicológicos, o más espacios sin humo, las claves contra el tabaquismo tanto de la ciudad como de la Comunidad de Madrid

31.05.2024, 12:35

Los jóvenes madrileños suelen tener un primer contacto con el tabaco con una media de edad en torno a los 14 años y, aunque en la última década se ha reducido el consumo entre los adolescentes, ha aumentado en el caso de otras nuevas formas como los cigarrillos electrónicos o vapeadores.

Este viernes, 31 de mayo, se conmemora el Día Mundial Sin Tabaco, que en esta ocasión tiene como lema Proteger a los niños de la interferencia de la industria tabaquera. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), unos 37 millones de adolescentes de 13 a 15 años consumen tabaco en el mundo.

En la Comunidad, según los últimos datos del Sistema de Vigilancia Integral de Tabaquismo correspondientes a 2022, el 18,5% de los jóvenes de entre 15-16 años fumaba esporádicamente y un 13,1% de forma habitual. La tendencia, en cualquier caso, es descendente en la última década. Cristina García Quero, coordinadora de la Unidad de Tabaquismo del Hospital La Paz, advierte que sigue existiendo un 30% de fumadores en España. Según datos del Plan Nacional sobre Drogas, en el caso de los menores, ese consumo es del 21%.

“El tabaquismo se define como una enfermedad adictiva crónica, que en el 80% de los casos se inicia en la adolescencia y hoy en día se mantiene el mismo patrón de iniciación, que incluso vemos con las nuevas formas de consumo”, explica la doctora. “En el caso de vapeadores o cigarillos electrónicos, sabemos que el consumidor por excelencia hoy por hoy son los adolescentes, con una mayor demanda de tratamientos”, ha concretado la coordinadora de la Unidad de Tabaquismo de La Paz.

Según la última Encuesta sobre el uso de drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES), más de la mitad de los estudiantes de 14 a 18 años reconoce haber consumido alguna vez en su vida cigarrillos electrónicos (54,6%), con un incremento de 10,3 puntos respecto a 2021. “La movilización y concienciación juvenil es fundamental, ya que los datos señalan que el consumo de vapeadores ha aumentado considerablemente entre 2021 y 2023”, ha advertido Estíbaliz García Rodríguez, responsable de Prevención de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) en Madrid, que ofrece programas de deshabituación tabáquica gratuitos para jóvenes de 18-25 años, personas con cáncer, y colectivos como universidades y empresas.

SIN SENSACIÓN DE RIESGO

Es de vital importancia que se realicen campañas de concienciación e iniciativas desde diferentes organismos e instituciones informando de los efectos nocivos del tabaco en todas sus formas de consumo. En total, se registran 8 millones de muertes en el mundo asociadas al tabaco, mientras que en la Comunidad la mortalidad atribuible al tabaco se estima en 6.000 casos al año, según datos de la Consejería de Sanidad.

“Dejar de fumar es querer aprender a vivir sin fumar. Es verdad que es difícil, pero no imposible. Lo normal son varios intentos antes de conseguirlo, por ello la recaída forma parte del proceso y no tenemos que tenerle miedo. Tenemos que aprender de los errores”, remarca la coordinadora de la Unidad de Tabaquismo de La Paz. Por lo general, según apunta esta doctora, la ayuda para dejar de fumar no es solicitada de forma temprana y menos a una corta edad. “Hablamos de una adicción, donde el fumador no percibe nocividad aguda con su consumo, y los riesgos atribuidos al consumo es algo muy lejano que no toca cuando eres joven”, concreta.

En la misma línea, Pablo Llama, psicólogo en Proyecto Hombre Madrid, donde también se ofrecen tratamientos, remarca que se suele pedir ayuda “cuando ya la adicción está bastante instaurada y es un poquito más complicado trabajarla”. “Lo ideal sería que pudiéramos ver casos en los que se inicia la demanda de tratamiento antes y no tanto cuando llevan hasta 30 años de adicción, que es un poco lo habitual, con todas las consecuencias físicas que conlleva”, ha indicado Llama.

Cada vez son más las ayudas que están a disposición de los fumadores para lograr este objetivo. Los expertos apuntan a la conveniencia de optar por aquellas basadas en la “evidencia científica” y con un enfoque combinado, que aúne el tratamiento psicológico con el farmacológico. “Es recomendable, para lograr el éxito, haber tomado la decisión de dejar de fumar, de manera libre y personal, trabajando las motivaciones personales”, remarca la responsable de la AECC Madrid, que, además, anima a quienes ya han tenido algún diagnóstico de cáncer a tratar de dejarlo. “Es un factor de riesgo para desarrollar cáncer, pero también empeora el pronóstico de los tratamientos, reduce la supervivencia y aumenta el riesgo de recidivas”, advierte.

ESPACIOS LIBRES DE HUMO

En este contexto, el Ministerio de Sanidad acaba de impulsar el Plan Integral para la Prevención y Control del Tabaquismo, con medidas como incrementar los espacios sin humo como las terrazas en la hostelería. El humo del tabaco contiene unos 70 componentes que se han demostrado tóxicos, nocivos y cancerígenos. Según la OMS, anualmente en todo el mundo hay 1,3 millones de muertes de no fumadores por la exposición al humo ajeno. Por ello, los expertos se muestran partidarios de incrementar estos espacios libres de humo.

“No se conoce un nivel seguro de exposición al humo ambiental de tabaco. Por ello, es necesario seguir liberando espacios públicos al aire libre del humo del tabaco y un cambio normativo que incluya la prohibición de fumar y vapear en más espacios como estadios o playas”, apunta la portavoz de AECC Madrid.

En cualquier caso, remarcan los expertos, “la mejor forma de prevenir es sin lugar a duda evitar la adicción”, incidiendo especialmente en los jóvenes, la población más vulnerable. “La industria está utilizando el mismo patrón de captación de futuros clientes con los nuevos dispositivos, en especial con los cigarrillos electrónicos. Los adolescentes son más vulnerables a las adicciones en general y con esto cuentan. Con una mayor legislación de los productos y prohibición a menores se podría evitar el consumo”, ha defendido la doctora de La Paz.

“Es esencial que las medidas de control del tabaco y los vapers abarquen todos los aspectos, desde la fiscalidad hasta la publicidad y la disponibilidad de estos productos”, añade la portavoz de AECC Madrid.

OTRAS SUSTANCIAS

Especial impacto tiene también el consumo de tabaco combinado con cannabis, sustancia que produce además problemas graves de salud mental. “Influye mucho tanto en el estado de ánimo como en las funciones ejecutivas a nivel neurológico y, en muchos casos, también a nivel comportamental”, señala Pablo Llama.

En la Comunidad, el cannabis (15,3%) está en cuarto lugar entre las principales sustancias por las que los pacientes de entre 14 y 18 años reciben tratamiento en los centros de atención a drogodependientes, tras el alcohol (32,2%), la cocaína (26,5%) y la heroína (20,3%).

TALLERES PREVENTIVOS Y PARA DEJAR DE FUMAR EN MADRID

El Ayuntamiento de Madrid ha recordado que Madrid Salud organiza desde hace 25 años talleres de prevención y para dejar de fumar. El programa, a través de profesionales de la medicina, psicología y enfermería, tiene por objetivo favorecer la motivación, la decisión y el compromiso para abandonar el consumo de tabaco y prevenir posibles recaídas. También se realizan actividades de prevención del tabaquismo en el ámbito escolar, laboral o comunitario.

De esta forma, se lleva a cabo un programa de ayuda individual y grupal para deshabituarse del tabaco en ocho sesiones de frecuencia semanal, de las cuales siete son en grupo, más contactos de seguimiento a los 3, 6 y 12 meses. También se realizan talleres de prevención del tabaquismo y se participa en actividades comunitarias. Se trata de un aprendizaje donde se combinan los aspectos psicológico-conductuales y el apoyo farmacológico.

LA COMUNIDAD PREPARA UN PLAN PARA FRENAR EL USO DE VAPEADORES ENTRE JOVENES

La Comunidad de Madrid prepara un Plan de Prevención y Control de Tabaquismo que contempla iniciativas para frenar el uso de cigarrillos electrónicos y vapeadores entre la población juvenil que, pese a la creencia errónea sobre su inocuidad, generan daños en el organismo.

Según un informe elaborado por la Dirección General de Salud Pública, uno de cada tres adolescentes de 15 y 16 años afirma haberlos utilizado alguna ocasión en el último año, y un 22% lo hace diariamente, ha recogido el Gobierno regional en un comunicado. Este dato supone un incremento del 133% si se compara con el año 2020. Además, el 45% de estos usuarios también consume cigarrillos tradicionales. El estudio también refleja un descenso muy significativo de los fumadores de edades tempranas, un 80,25% menos respecto a finales de los años 90. Sin embargo, actualmente un 8,7% de personas de 15 y 16 años lo hace habitualmente.

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Este Plan de Prevención que está elaborando el Ejecutivo autonómico incluirá, además, el refuerzo de la oferta de servicios y apoyo a los programas de deshabituación tabáquica, como la red sanitaria de Espacios sin humo, así como las actuaciones que se realizan en la Atención Primaria.

En este nivel asistencial la sanidad madrileña ha iniciado este mes una encuesta para conocer la experiencia de personas con enfermedad obstructiva crónica (EPOC). Con la información recibida se pretende ahondar en las necesidades reales de estos usuarios y adaptarse a sus demandas. A los participantes, elegidos de manera aleatoria, se les formulan 14 preguntas relacionadas con su percepción en las consultas, como la información y el trato que reciben por parte de los profesionales sanitarios.

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