Más de 3.000 madrileños se benefician del programa Mi Primera Vivienda tras ampliar el límite de edad hasta los 40 años

La iniciativa ya suma ocho entidades bancarias para apoyar a los jóvenes a adquirir su primera casa

Más de 3.000 personas se han beneficiado del programa Mi Primera Vivienda, una iniciativa del Gobierno regional que ayuda a los jóvenes madrileños a adquirir un hogar, avalando incluso el 100% del valor de su hipoteca, y que ha ampliado hasta los 40 años el límite de edad para acceder al préstamo.

Lo ha destacado este viernes el consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, Jorge Rodrigo, tras firmar, en la sede de la Consejería, la adhesión de Banco Sabadell a esta medida y renovar el acuerdo con las otras siete entidades bancarias que ya están dentro del programa (Santander, Caixabank, Ibercaja, Kutxabank, Abanca, Unicaja e ING).

“El acceso a un hogar es una preocupación que compartimos con los ciudadanos por eso nos sentimos especialmente satisfechos de poder ayudar a muchos jóvenes que, siendo solventes, no tienen capacidad de ahorro suficiente para adquirir una casa en propiedad” ha explicado el consejero.

Por su parte, el director territorial de Banco Sabadell, José Manuel Candela, ha subrayado que este acuerdo es un acto de “responsabilidad y compromiso” con los ciudadanos. Asimismo, ha recalcado el papel de las entidades bancarias para “ayudar” a acceder a las viviendas, “sobre todo a aquellos que tienen obstáculos”.

AMPLIACIÓN DEL LÍMITE DE EDAD

Recientemente, el proyecto se ha reforzado con la ampliación del límite de edad para acceder al préstamo, pasando de los 35 a los 40 años, y se ha incrementado el porcentaje financiado que pasa del 95% al 100%. Igualmente, la medida también se ha extendido a las familias numerosas o monoparentales, o por nacimiento de hijo y adopción.

El Ejecutivo autonómico ha invertido desde 2022 más de 60 millones de euros en este proyecto con el que ya se han concedido 1.500 de estos préstamos. Para Rodrigo, esta iniciativa “se dirige a una generación entera de jóvenes, a la que tenemos la obligación de mirar a los ojos y buscar soluciones a problemas de enorme complejidad”. “Las viejas simplificaciones ideológicas son inútiles”, ha concluido.

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