Personajes

Gonzalo Carrasco:

“En España muchas veces universidad y deporte van separados; aquí están totalmente coordinados”

El joven futbolista madrileño se abre paso en la USL 2 norteamericana. Esta oportunidad le llegó tras el paso por la universidad gracias a una beca con LaLiga Pro Player

¿En qué punto se encuentra actualmente tras haber terminado la temporada y los ‘play-offs’?
El club me ha ofrecido quedarme cuatro años más con un contrato largo. Antes estuve jugando en el sistema universitario desde que vine del Atlético de Madrid. Terminé los estudios el año pasado y ahora el club me da la oportunidad de seguir como profesional. Estoy recuperándome de una lesión de rodilla con la que tuve que jugar los últimos partidos de ‘play-offs’. Estamos pendientes de si entramos en la US Open Cup, que sería como la Copa del Rey de aquí. Si es así, empezaremos a competir en marzo. El club tenía previsto dar el salto a la USL One, la tercera categoría, pero por cuestiones burocráticas se ha pospuesto a 2027. Así que haremos una temporada corta más antes de preparar ese proyecto.

¿Qué fue lo que más le sorprendió del club al llegar?
La profesionalidad. Aunque es un club entre lo semiprofesional y lo profesional, la inversión y la organización son tremendas. Las instalaciones, el trato diario, los apartamentos, las comidas, los servicios médicos... Todo está muy cuidado. Jugamos en un campo de hierba natural perfecto y tenemos entre mil y mil quinientos aficionados por partido, lo cual es mucho para un país donde el fútbol aún no tiene el mismo peso que en España. También sorprende cómo se trabaja el marketing: redes sociales, presencia en la comunidad, niños que piden fotos... Todo eso lo hacen muy bien aquí. Y además, el entrenador es español, Joan Oliva, así que hay muchos compatriotas y se crea un ambiente muy familiar.

¿Ha sido grande el salto del fútbol universitario a la USL2?
No tanto en nivel, pero sí en tipo de fútbol. En el sistema universitario el nivel físico es altísimo, mientras que en la USL2 hay más variedad: jugadores más veteranos, campos más pequeños o de fútbol americano, mucho calor y humedad... Son factores que complican los partidos. En la universidad todo es más estandarizado y profesional en cuanto a instalaciones, mientras que aquí se parece más al fútbol “real”, con condiciones más diversas. Además, la USL2 es una liga muy internacional: hay jugadores de Francia, España, Inglaterra, Brasil, Italia o Latinoamérica. Al no haber límite de plazas extranjeras, el nivel medio es alto y el ritmo de juego sorprende a muchos.

Con 18 años se fue de España para estudiar y jugar en EE. UU. ¿Le costó tomar esa decisión?
Sí y no. Cuando salí del Atlético de Madrid tuve un choque de realidad. Perdí un poco la motivación y esta oportunidad me devolvió las ganas. El nivel de profesionalidad en el fútbol universitario es enorme, con instalaciones impresionantes y jugadores de todo el mundo. Al principio el idioma y la distancia fueron duros, pero me vino muy bien para madurar y confirmar que realmente quería dedicarme al fútbol profesionalmente.

“Este salto me vino bien para madurar y confirmar mi dedicación”

¿Es más fácil compaginar estudios y deporte en Estados Unidos?
Sin duda. Te lo facilitan muchísimo. En cinco años completé una carrera y un máster sin grandes problemas. Hay personal que te ayuda si tienes problemas académicos, y si un examen coincide con un partido, te lo cambian sin problema. En España muchas veces universidad y deporte van por separado; aquí están totalmente coordinados.

¿Qué estudió exactamente?
Hice Business Administration and Management, y después un MBA con concentración en análisis de datos.

¿Se ha encontrado con muchos futbolistas en una situación similar a la suya en EE. UU.?
Muchísimos. En cada partido había varios. He coincidido con chicos del Betis, Málaga, Real Madrid, Atlético, Athletic, Real Sociedad... En mi equipo en Louisiana éramos ocho o nueve españoles. El perfil es parecido: jugadores que vienen de canteras o de divisiones inferiores de España y que buscan compaginar fútbol y estudios.

Hablaba antes del contrato largo con su club. ¿Cree que esa estabilidad es algo que diferencia el fútbol estadounidense del español?
Sí. En España, en Segunda o Tercera RFEF los contratos suelen ser muy cortos. Aquí, el club apuesta por un proyecto a largo plazo. La USL implantará ascensos y descensos en 2027-2028, algo histórico en el fútbol de Estados Unidos, y el club quiere llegar preparado. El proyecto en Lafayette es serio: se busca crecer en la comunidad y dar ese salto profesional. Por eso firman contratos más largos, pensando en el futuro.

“En este club todo está muy cuidado, la organización es tremenda”

A nivel global, ¿cómo percibe el crecimiento del “soccer” en Estados Unidos, especialmente de cara al Mundial de 2026?
Está creciendo muchísimo. Los niños entrenan una barbaridad. Muchos tienen tres o cuatro entrenamientos semanales, sesiones privadas, análisis de vídeo... Las familias invierten mucho. Quizás la metodología europea sea mejor, pero aquí el trabajo y la ambición son enormes. Antes el fútbol era más de chicas, pero ahora los chicos también están muy involucrados. Con el Mundial, el crecimiento va a ser brutal.

En sus años de formación en el Atlético de Madrid, ¿tuvo referentes dentro del club?
Siempre me gustó Koke, por la personalidad con la que jugaba, pero crecí viendo a Xavi, Iniesta, Busquets o Xabi Alonso. Si tengo que quedarme con uno, sería Xavi. También me encantaban Tiago Mendes, Thiago Alcántara o Modric. Hemos tenido grandes mediocentros en España.

¿Cómo definiría su estilo de juego? ¿Más posicional o con llegada al área?
Empecé siendo más posicional, en un doble pivote, ayudando en la salida de balón, pero con los años he ido pisando más el área. Mi entrenador en Louisiana insiste mucho en eso: llegar, marcar, abarcar campo. Me gusta correr y tengo buena capacidad física, así que últimamente juego más como ‘box to box’.

¿Le gustaría volver a jugar en España en el futuro?
Sería increíble, pero es complicado. Aquí tengo buenas condiciones y el fútbol está creciendo mucho. En España quizá no se mira tanto el fútbol estadounidense todavía. Me gustaría jugar en Segunda o Primera RFEF, claro, pero ahora mismo estoy feliz en Estados Unidos. No cierro la puerta, porque España es mi casa y creo que tenemos el mejor fútbol del mundo.

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