Personajes

Funambulista:

“Escribir es la mayor terapia, te permite ser mentiroso y demagógico”

Diego Cantero abre una nueva etapa en su carrera musical con un sonido más fresco plasmado en ‘180º’, un disco que irá presentando al público en varias tandas

Cuando una fórmula funciona, un artista se expone al riesgo de explotarla hasta la saciedad y convertir su obra en previsible para el público. Esa amenaza la ha despejado Diego Cantero abriendo una nueva etapa dentro de Funambulista. El volumen 1 del disco ‘180º’ es su tarjeta de presentación.

Ahora que este volumen 1 de ‘180º’ ya es una realidad, ¿qué valoración haces?
Muy guay. La gente lo está acogiendo súper bien, los números también lo dan la razón en ese sentido, así que estoy muy ilusionado, sobre todo con que la gente escuche estas canciones. He pasado mucho tiempo componiéndolas, guardadas en mi ordenador, esperando el momento para ver la luz.

¿Es esa espera entre tener las canciones terminadas y que lleguen al público el peor momento?
Sí, y el momento donde más dudas entran, vuelves a escuchar las canciones y llegas a pensar si algo debería haberse cambiado, si debería haber grabado aquello. Por eso mola mucho más hacerlo, sacarlo y olvidarse.

¿Te consideras muy perfeccionista?
(Se toma un tiempo) Cada vez menos, ahora le doy más valor al todo, no tanto al detalle, puedo mirar las cosas de una forma un poco más alejada. Cuando me gusta una canción, no es porque la guitarra suene perfectamente grabada o esté un micrófono posicionado de una determinada manera, me gusta porque la canción, el contexto, me cuenta algo. Digamos que miro de una manera más global últimamente las producciones, las canciones y la composición.

Nuevas canciones, nuevo sonido, incluso nueva imagen...
Es algo que se ha venido dando. Vengo de un verano en el que tuve que cambiar la banda en mitad de la gira por circunstancias personales suyas. Eso me llevó a mí a cambiar también, a abrirme a producir con otra gente, después de muchos años haciéndolo todo con el mismo equipo. Eso, evidentemente, influye en mi persona, en mi manera de ver las cosas y en mis canciones. Algo que al principio te trastoca y te deja en un lugar de incertidumbre, lo vas acogiendo, lo vas poniendo en su sitio y te vas dando cuenta que, ostras, me estás sentando guay. Ya, en el último segundo, decidí ponerme el pelo blanco para rematar la jugada, que se note que hay un cambio verdadero.

El primer corte es ‘Amor amor amor’, donde se aprecia un nuevo sonido y, a la vez, la esencia de Diego Cantero como compositor. ¿Era la hoja de ruta que querías marcarte?
Sí, porque tampoco sé hacerlo de otra manera, son mis canciones, es mi manera de escribir, es mi pluma, no hay más remedio. Sí me apetecía mucho ironizar con letras como la de ‘Amor amor amor’, que habla de no te creo, de que el amor como concepto se puede ir al carajo y lo cuento con una canción muy cañera. Quería hacer ese contraste, no es una balada de desamor, sino que te lo cuento mientras bailamos.

Usando esa letra como referencia, ¿alguna vez has apelado a este recurso de hacer canciones como “dulce venganza” por despecho amoroso?
Sí, hombre, claro que sí. Es algo que se lleva desde los comienzos de la historia, todos los artistas hemos pasado por ahí, parece que cuando lo hizo Shakira con Piqué llamó mucho la atención, como si fuera una revolución, cuando es algo muy viejo. Escribir es la mayor terapia, sirve para el que la hace y, al mismo tiempo, te permite ser mentiroso, tramposo, demagógico... a la canción le cabe todo, y no solo eso, sino que le sienta bien. Nos encanta un drama o una venganza en tres minutos y medio, por eso es el género que yo elijo para hacer arte la canción.

Uno de los adelantos fue ‘Que nadie me llore’, con La La Love You, Viendo lo bien que funciona esta colaboración, ¿qué fue primero, el deseo de hacer algo juntos u ofrecer un tema que a ese grupo le va como anillo al dedo?
No, fue la canción primero. Nada más tenerla surgió el pensamiento de “ostras, con esta gente sería la leche”. Me suele surgir siempre así, primero la canción y después pensar a quién le vendría guay, quizás por mi defecto profesional de escribir canciones para otros artistas.

¿Varía mucho el chip a la hora de sentarse a componer para otros?
Sí, sí influye, me resulta más fácil hacerlo para otros porque puedo acotar más fácil sobre qué escribir, es decir, en función de qué artista, su rango vocal, el lenguaje que usa, qué tipo de público tiene, atraviesa determinado momento. Yo puedo escribir sobre mis zapatillas nuevas, la muerte de mi padre o lo bonito que es el mar y, además, puedo hacerlo en reggae o en heavy metal. A mí me cuesta mucho afrontar mis canciones, más que si las hago para otros.

Aunque hay canciones con un toque más íntimo, como ‘La sirena’, la mayoría de los temas tienen mucha energía. ¿Va a hacer eso que los conciertos tenga un ambiente más festivo?
Lo es, sí. A la hora de grabarlo pensaba en las piezas que me estaban faltando para tener el directo que desearía. Ahora que ya lo hemos preparado, digo sí, estas canciones están hechas para ser tocadas y cantadas en directo.

Este álbum, ‘180º’ va a tener varias entregas, una tendencia cada vez más en boga y que demuestra cómo va mutando la forma de abordar los discos. ¿Permite mimar cada una de las canciones que lo integran?
Sí, no valen los rellenos, he procurado no hacerlo nunca, pero sí hay que reconocer que en un disco de 12 temas, ya no la canción sino el arreglo no está tan perfeccionado, da igual, va adentro. Ahora no, aquí no hay falla, cada canción es importante, es un single en sí misma. El hecho de haberlo hecho de siete en siete es precisamente para darle el protagonismo que merecen a cada una de esas canciones.

Cada una de estas siete canciones tiene su respectivo videoclip. Habrá que desmentir aquello de ‘Video killed the radio star’.
No, no. No es solo que tengamos siete videoclips diferentes, es que, además, están hechos con mucho cariño y poco presupuesto, elaborados en en casa con un buen amigo en mi estudio, excepto el de ‘Que nadie me llore’, que lo hicimos con Grey Trash y fue un gran trabajo usando inteligencia artificial. Un currazo.

Pensando en las próximas entregas, ¿se van a mover por la misma línea de este volumen 1?
Va a haber sorpresas, seguro, en todas las direcciones. Sí, voy a ir muy hacia adelante, pero también muy hacia atrás; habrá cosas muy cañeras, y también cosas con un piano y un violín.

El mismo día que veía la luz este disco lo presentaba en su casa, en Murcia. Imagino que habría una mezcla ilusión y nervios.
Sí, porque aprovechamos para hacer unos ensayos generales y hacer un concierto a un público determinado, una especie de prueba. Ahí fue donde vimos cómo empezaba a funcionar el nuevo formato, el nuevo proyecto. Estoy deseando llevármelo a cualquier lugar, la verdad, con esos músicos, con ese directo, con ese sonido. Estamos listos.

Y hablando de directos, el 14 de marzo habrá uno muy especial en el Live Las Ventas de Madrid.
Va a ser el primero de la gira. Lo que hicimos en Murcia fue como el ensayo general, ahora nos falta llevarlo a la realidad. Eso sí, son meses y meses del trabajo de mucha gente que va a empezar aquí el viernes 14 de marzo. Es la ilusión de estrenar, es abrir el juguete, por parte mía y por parte de todo un equipo que llevamos meses preparando esto.

Comentarios