La ópera prima de Sergio Siruela, ‘Aullar’, aborda la dura huella familiar del alcoholismo. El reparto, con Elena Martínez a la cabeza, dota de más fuerza aún al guion
Ezekiel Montes:
“Poca gente se plantea las consecuencias que tiene tomar demasiado alcohol”
Además de entretener, el cine también guarda una función en ocasiones olvidada: reflejar y concienciar sobre diversas realidades sociales. Con esta idea muy presente, Sergio Siruela dirige ‘Aullar’, una película que llega a las salas este viernes 21 después de un proceso que arrancaba aproximadamente en 2021. A partir de una idea de la actriz Elena Martínez, el productor y guionista Ezekiel Montes fue armando un proyecto que ha desembocado en la ópera prima de Sergio Siruela y donde el alcoholismo y los problemas derivados en el entorno familiar tienen un papel protagonista.
En una entrevista concedida durante el paso por el Festival de Málaga explicaban que el origen de esta película estaba conectado con ‘Hombre muerto no sabe vivir’. ¿Cuál fue esa raíz?
Ezekiel Montes: La historia nace de la actriz protagonista, Elena Martínez, durante la promoción de ‘Hombre muerto no sabe vivir’, película en la que ella actúa y donde coincide con Antonio Dechent y Paco Tous. Les comenta que quiere contar una historia sobre familias rotas y un padre alcohólico. Antonio Dechent y Paco Tous se suman al proyecto sin haber siquiera guion, solo con ese germen. Después el proyecto me llega a mí para escribirlo. Empiezo también con la producción. Sería, más o menos, por 2021. La película se queda parada durante un tiempo porque estoy con otros trabajos de producción. De pronto aparece Sergio, que está haciendo su carrera en México aunque es de Málaga, y hablamos de hacer proyectos juntos. Le hablo de una película de drama social que yo no iba a dirigir. Le animé a ver ‘Hombre muerto no sabe vivir’ sin decirle nada más, solo para ver si le gustaban los actores. A raíz de ahí se involucró y le dimos un empujón, antes de que se metieran Secuoya Estudios y Canal Sur para la coproducción y hacer posible la financiación.
Sergio, estamos ante su ópera prima. ¿Cómo lo ha vivido?
Sergio Siruela: Muy bonito, muy intenso y diferente. He hecho muchas series, pero sentía que mi carrera estaba incompleta, tenía esa espinita de contar en un largometraje, que es un proceso mucho más artesano y autoral. Siempre tuve esa inquietud de contar una historia de personajes fragmentados, personas que padecen algún trauma o enfermedad. ‘Aullar’ entra dentro del convencionalismo del cine que quería hacer. Gracias a Ezekiel ha surgido esa oportunidad.
¿Qué ha sido lo más complejo a la hora de sacar este proyecto adelante?
Ezekiel Montes: Ha sido un reto hacer la película que queríamos con el presupuesto que hemos contado. También ha sido un reto que yo, como productor, le dé a Sergio la libertad de contar la película que él quería. Digo que es un reto porque la industria normalmente te impide hacer las películas y contarlas en el tono que uno considera, estamos en una época en la que todo es muy políticamente correcto, todo está muy maquillado y medido, y nosotros queríamos hacer la película desde la libertad para contar un problema como consideramos que esta enfermedad del alcoholismo. Es una película bien armada en cuanto a presupuesto pero que ha requerido un gran esfuerzo, ya que tiene muchas localizaciones y actores. Sergio ha hecho un trabajo increíble.
El consumo de alcohol quizás está demasiado tolerado dentro de nuestra sociedad. ¿Creen que la película va a conectar con el público?
Ezekiel Montes: Para mí ese es el gran atractivo de la película, que un espectador se siente en el cine y se acerque a lo que se está contando. Todo el mundo piensa que alguien es guay cuando se toma cuatro cervecitas y te lo pasas bien con él, pero rara vez se plantea de las consecuencias de todas esas cervezas. La película habla de esas consecuencias. En unos tiempos donde la mayoría de las películas son gente disfrazada de superhéroes, totalmente vacía y para que lo entienda hasta una ameba, darte una película que te haga pensar y plantearte cosas que están en tu día a día de una forma tan cotidiana es un atractivo.
Sergio: Estoy 100% de acuerdo. La idea era mostrar esta realidad y hacerlo, además, de forma genuina, que las emociones salieran de una manera orgánica, no forzar nada. Ahí creo que jugó mucho a nuestro favor contar con este elenco, tanto en los actores más conocidos como en los que no lo son tanto.
Con ese drama muy presente y unas relaciones familiares complicadas, ¿sintieron que la película corría el riesgo de ser demasiado oscura?
Ezekiel Montes: Es que esa realidad es oscura, por eso decía antes que era el tono en el que queríamos contar esta película. Como guionista cuando cuento una historia, lo que me interesa plantear es que una persona nunca es blanca o negra, hay muchos grises en su día a día y en la vida real. Hubiera sido un error tocar este tema desde un prisma donde todo es maravilloso o desde un dramatismo absoluto. La película está en ese tono porque ese universo es oscuro. Yo conozco muy bien ese entorno porque me he criado ahí, al igual que el resto del casting y Sergio, y es un universo donde la gente no tiene oportunidades, está presa de sus circunstancias. Esto no se puede contar desde un tono luminoso o de comedia, y si lo haces así, el final no tiene sentido. Para mí vale más ese rayito de luz del final de la película porque lo percibo como real. Cuando salgo a contar historias, la industria me reclama que no pueden ser tan oscuras. Mi respuesta es que a lo mejor ellos viven en un entorno de lujo, con la vida resuelta, pero yo vengo de un puñetero barrio como el que sale en ‘Aullar’, no soy un privilegiado, yo tengo que contar la realidad que tengo enfrente. Con esto no digo que haya que hacer un discurso pesimista, de hecho el de la película no lo es, es real, queríamos reflejar que si peleas puedes encontrar un rayo de luz, pero también supone perder cosas por el camino. Para mí lo interesante de la película es que te plantea cosas que antes de verla ni siquiera tenías en la cabeza.
Sergio: Desde mi perspectiva de director, la sordidez y la frialdad en la historia están muy presentes en la historia, pero también hay ese atisbo de esperanza. En origen, el final era muy diferente, mucho más luminoso, aunque al final se tornó en algo mucho más ambiguo porque realmente así es esta problemática, se puede pensar de forma optimista pero sabes que en cualquier momento, y eso lo he vivido, la persona alcohólica recae y tiene que volver a empezar. Creo que al menos el espectador se lleva conciencia de eso.
¿Da tranquilidad de cara al estreno la acogida que tuvo la película en el Festival de Málaga?
Ezekiel: Nosotros hacemos películas en las que creemos que estamos en el lugar correcto de lo que queremos contar. Evidentemente que una película la acepte el público o no, realmente casi no tiene que ver con la película en sí ni con los productores, sino con el dinero que tienes para lanzar la película, y por eso el cine español es lo que es. Hay unos productores que trabajan muy bien y que posicionan unas películas a base de mucho dinero; los que venimos del extrarradio cinematográfico, nosotros somos andaluces, estamos ahí abajo fuera de todo esto, nos cuesta posicionar una película a nivel nacional, para nosotros es un gran esfuerzo, muy diferente a otras productoras. Desde el primer día que hablé con Sergio, sabía cuál era el recorrido de la película, incluso antes de rodarla, porque sabía qué presupuesto teníamos para el lanzamiento y sé cómo funciona todo lo relacionado con el marketing y la distribución. Por eso decidimos hacer una película que pudiéramos mirarla a los ojos y sentirnos orgullosos de ella. La película se acaba abriendo camino ella sola, y si no es el gran éxito que esperamos, al menos al director le permite decir que hemos salido bien y hemos trabajado a gusto para plantear proyectos futuros. A base de esfuerzo, de trabajo y de seguir construyendo tanto la carrera de la productora como la del director, no nos queda otra que insistir. Lo único que nos quedaba era hacer la película que nosotros queríamos, sabiendo que nos podemos equivocar. Muchas veces te doblegas para hacer una película que financieramente entra mejor pero, a la vez, haces algo que es una mierda, lo que acaba siendo contraproducente. Ojalá ‘Aullar’ encuentre su público.