El Ayuntamiento inicia una campaña con 16 agentes para “perseguir y sancionar” actos incívicos de los tuk tuk

El Ayuntamiento de Madrid ha puesto en marcha este lunes una campaña para “perseguir y sancionar los actos incívicos” llevados a cabo por los vehículos tipo triciclo motorizados conocidos como tuk tuk. Según ha informado el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, esta acción específica en la que participarán un total de 16 agentes de movilidad se extenderá hasta el 6 de abril, pero la vigilancia se mantendrá durante todo el año.

La agente de movilidad Teresa Encinas ha explicado que el objetivo es que los tuk tuk, que suelen ofrecer un servicio de desplazamiento e información para turistas, no infrinjan las normas de circulación, ya que es habitual que cometan imprudencias como parar o estacionar en zonas donde no está permitido ocasionando así problemas de congestión en distintas zonas de los distritos Centro y Retiro.

Esta situación ha provocado el incremento del número de quejas de asociaciones de vecinos, comerciantes, taxistas, guías turísticos y de la Guardia Civil. Las infracciones leves son sancionadas con multas que oscilan los 90 euros, mientras que las más graves pueden ascender hasta los 200 euros.

El delegado de Movilidad madrileño ha indicado que en la capital operan seis empresas de tuk tuk, aunque se desconoce el número exacto de vehículos en circulación. Para disuadir a estos vehículos del aparcamiento en zonas prohibidas el Consistorio cuenta con señalización vertical y horizontal, pero como las quejas no han dejado de crecer queda demostrado que la medida no es suficiente para disuadir estas prácticas ilegales.

El foco de la campaña, tal y como ha trasladado Carabante, se ha puesto en las zonas de la capital con mayor tránsito de turistas como “el entorno del Mercado San Miguel, del Museo del Prado o del Palacio Real”. Precisamente en este último emplazamiento, media docena de tuk tuk se encontraba parada de manera ilegal esta mañana hasta que han llegado los agentes de movilidad.

El delegado ha sostenido durante su intervención que estos vehículos tienen que respetar las mismas normas de circulación que cualquier coche. “No pueden parar en las paradas de taxis, no pueden utilizar los carriles de bus porque no lo son y solo pueden estacionar donde también lo pueda hacer un vehículo particular”, ha remarcado.

El Ayuntamiento está tratando de establecer una regulación específica para este tipo de vehículos, inexistente hasta el momento, junto al Gobierno regional. “La normativa es un gris porque no es transporte turístico y tampoco son vehículos de transportes con conductor (VTC). Junto a la Comunidad de Madrid, tenemos que regular de alguna manera este gris que existe en la normativa tanto autonómica como la normativa municipal”, ha sostenido Carabante.

AFECTACIONES A VECINOS Y TRABAJADORES

Las quejas recibidas por el Ayuntamiento han llegado desde varios colectivos. Por un lado, desde el sector del taxi, porque “los turistas confunden este tipo de vehículos con el servicio que puede dar un taxi”. Por otro lado, los hoteles y comercios locales, ya que “frente a su fachada se colocan estos vehículos”. Y por último, los residentes, que protestan tanto por las molestias causadas como “por la ocupación del espacio público”.

Así lo ha corroborado la portavoz de la asociación de vecinos de Ópera Austrias, Teresa Hernández, que ha protestado porque, además de estacionar en sitios donde no está permitido, contribuyen a la contaminación acústica. “Han empezado a aparcar en sitios donde no se puede, las puertas de los vehículos van abiertas y suben más personas de las permitidas, la megafonía está a toda velocidad en una zona de protección acústica... todo eso están haciendo”, ha descrito, al tiempo que ha lamentado que los vecinos “se sienten cada vez más desplazados del entorno donde viven”.