Personajes

Pignoise:

“Cantar con Andrés Calamaro es como hacer una película con Tom Cruise”

La banda de Álvaro Benito, Pablo Alonso y Héctor Polo celebra su vigésimo aniversario con un disco en el que colaboran artistas de la talla de Hombres G o Loquillo. En breve arrancarán una gira cargada de emotividad

Aunque sus comienzos no fueron fáciles, Pignoise puede presumir de llevar 20 años en la música, una efeméride que celebran con un disco lleno de colaboraciones de grandes artistas y con una gira que tendrá como colofón la actuación del 7 de marzo en el WiZink Center.

La tarta de Pignoise tiene ya 20 velas. ¿Qué sensaciones tenéis de cara a una gira tan especial?
Álvaro Benito: La verdad es que cuando se acercaba la fecha tampoco teníamos muy claro qué hacer, no somos demasiado revisionistas en cuanto a hacer un grandes éxitos, siempre estamos mirando hacia adelante. Nuestro manager sí que insistió un poco a la hora de hacer un disco y nuestra premisa fue que las colaboraciones estuvieran a la altura de lo que teníamos en mente. Claro, cuando empezamos a recibir confirmaciones, la cosa tomó cuerpo en los ojos. Cuando gente como Loquillo, Calamaro o Los Secretos te empiezan a decir que sí, pues te ilusionas. Grabamos el disco y y la cosa tomó forma completa con una gira. Fuimos más ambiciosos que nunca a la hora de ir a un recinto en Barcelona más grande de lo que nunca habíamos hecho solos, en Madrid igual. Tenemos muchas ganas de empezar, ya no queda nada, cuando lo planeamos parecía que quedaba la vida entera y ya está aquí, en un mes estamos arrancando en Zaragoza.

Veinte años dan para mucho, ¿qué visión tenéis de este recorrido y qué queda de aquellos Pignoise que empezaron con ‘Melodías desafinadas’?
Pablo Alonso: De esos yo creo que solamente quedan los instrumentos que tenemos, yo tengo el mismo bajo que entonces. Hemos cambiado mucho, al final son veinte años de experiencia, veinte años de estar encerrados en el local de ensayo. Pignoise es es un grupo que se creó en un garaje y que, a día de hoy, no seguimos ensayando en el mismo garaje, pero sí hasta el año pasado. Ha sido un camino de mucho trabajo y muchas equivocaciones, hasta que ya realmente encontramos un sonido que nos identificaba, con el nos sentíamos cómodos, y a partir de ahí hemos ido evolucionando a medida que también hemos ido mejorando como músicos, Álvaro también ha ido mejorando como compositor. Lo más difícil quizás es mantener la esencia de esos Pignoise de entonces con veinte años más.

¿Cuál es el secreto para que después de veinte años este matrimonio a tres bandas siga funcionando y sigáis teniendo ganas de hacer música?
Álvaro Benito: Creo que varias cosas juntas. Lo primero es que quizá el éxito nos llegó a una edad ya madura, más cerca de los treinta. También es cierto que yo venía de conocer la fama a un nivel mucho más brutal, entonces no me sorprendía nada de todo lo que pasó. Los tres coincidimos en que no hay ningún ego desmedido, ninguno saca los pies del tiesto, nunca los ha sacado por el hecho de tocar en un grupo que va bien. Además, hemos aprendido a convivir, a respetar los espacios de los demás, a entendernos. Los roles del grupo están bien definidos, que es importante, cada uno está feliz con lo que hace, no estar frustrado dentro de un colectivo porque tú quieres hacer otra cosa que es la que no haces o piensas que puedes hacer más. No tenemos ningún problema entre nosotros, no es que sigamos unidos porque sí, es que no tenemos diferencias.

Hay una cuestión que no está en vuestra mano, que es el relevo generacional dentro del público, pero que al final es clave para que una banda siga adelante. ¿Cómo lo habéis ido percibiendo?
Pablo Alonso: Eso ha sido prácticamente lo que más nos ha sorprendido. Estuvimos casi seis años parados sin hacer conciertos, sin sacar discos, sin estar activos en redes sociales, no ejercíamos como un grupo profesional, y durante esos seis años lo que más nos ha sorprendido es lo bien que han envejecido las canciones, se han ido haciendo grandes; tengo un amigo que es DJ en bodas y me dice que cada vez que pincha ‘’Nada que perder’ o ‘Estoy enfermo’ en una boda la gente se vuelve loca. Cuando volvimos a tocar, a hacer conciertos de salas, veíamos a chavales de 20, 21 años que venían y que después del concierto querían sacarse una foto con nosotros, nos comentaban que nos llevaban escuchando desde los 8 años y que era la primera vez que nos veían en un concierto. Esa es una de las cosas que se ha ganado a nivel cultural, ahora ya pueden entrar menores en las salas, aunque sea acompañados de un adulto; esta gente cuando tenían ocho años no podían venir a vernos, que era cuando estábamos en nuestro momento más álgido como grupo. Estamos encantados porque vemos gente de nuestra edad entre el público y también gente que podrían ser sus hijos perfectamente.

Antes mencionaba Álvaro ese disco por el 20 aniversario al que se han ido sumando múltiples colaboraciones, desde artistas consagrados hasta otros más jóvenes. Imagino que también supondrá un punto de orgullo ver que os tienen aprecio nombres tan diversos.
Álvaro Benito: Sí, ha costado, no te vamos a negar que, cuando esto empezó, romper la traba de mi pasado futbolístico costó muchos años, al principio la prensa musical nos trataba especialmente mal, nos acusaban prácticamente de intrusismo. Pero al final cuando haces las cosas con ilusión, con pasión y con seriedad, un proyecto puede ser longevo. De todos modos, el respeto de los músicos casi siempre lo hemos tenido, coincides con muchos artistas en la carretera, en el directo, y se sorprendían cuando nos veían en directo. Sí es cierto que nunca imaginas que gente tan gigante iba a querer colaborar con nosotros, Hombres G eran amigos nuestros y más o menos sabíamos que sí, pero que estén Loquillo, Andrés Calamaro, Los Secretos... leyendas de la música, claro que es un orgullo y casi un sueño hecho realidad. Todos ellos hacen música con la que hemos crecido, Los Secretos también me gustan mucho, pero sobre todo yo era seguidor de Loquillo y de Andrés. Sinceramente yo todavía no me lo creo, mi hermana me dice que flipa cuando escucha la canción ‘Te entiendo’ con Calamaro, nosotros hemos escuchado a Los Rodríguez desde que empezaron aquí, en España, éramos súper fans, y, joder, la vida a veces es tan increíble que si hace 25 años me dices que voy a tener un grupo de música y que, además, al cumplir el 20 aniversario Calamaro va a cantar conmigo, no te hubiera creído, es como si me dices que te vas a ir a Hollywood y vas a hacer una película con Tom Cruise.

Pablo Alonso: Más allá de eso, me quedo con el cariño y la profesionalidad con la que afrontaron la grabación de las canciones, son gente que llevan 40 años, que son estrellas, y que, de repente, vengan al estudio de tu casa y se tiren toda una mañana para grabar una canción, que no se queden con la primera toma sino que aporten cosas es tremendo. Por ejemplo, tanto Loquillo como Los Secretos nos mandaron muchas pistas de guitarras con mil voces de Álvaro. Con Rulo pasó lo mismo. Cuando ves ese respeto, ese cariño y esa profesionalidad de gente tan grande que siempre has admirado, entiendes por qué les ha ido tan bien. Al fin y al cabo ellos no ganan nada, no les aportamos nada porque colaboren en nuestro disco.

¿Cómo ha sido ese trabajo de revisitar canciones que ya tienen tanto recorrido para encontrarles una nueva vida?
Álvaro Benito: Para mí el proceso de grabación ha sido mucho menos seductor, primero porque siempre estoy haciendo canciones nuevas, segundo porque me cuesta y tercero porque regrabar otra vez canciones que hemos tocado tantas veces, que están tan ensayadas, no te seduce. Por eso, para mí el proceso de grabación fue mucho menos apetecible que cuando estamos grabando discos nuevos, como ahora. Sin embargo, cuando Dani nos fue mandando las mezclas, empecé a flipar. La música tiene tantos puntos en común, en cuanto a armonía, secuencia de acordes... cada uno con su identidad sonora, pero si tu misma canción la canta Loquillo, Andrés o Los Secretos, parece que sea una canción suya. Eso es la hostia. También aprecias que sus voces tienen una gran personalidad, al final no necesitas ser un cantante técnicamente perfecto como si salieras de ‘OT’, sino puedes tener esa personalidad. Por ejemplo, a mí todo lo que canta David Summers canta me flipa, al igual que Loquillo, no son cantantes de academia, pero tienen esa personalidad, esa identidad que les hace únicos, y que cogen cualquier cosa, la cantan ellos y le dan un giro increíble.

Dentro de esa selección de temas para este disco de 20 aniversario, hay algunas que inevitablemente tienen que estar, que son del gusto del público. ¿Ha habido alguna con la que os hayáis tomado alguna licencia, es decir, que hayáis atendido más a vuestros gustos?
Pablo Alonso: Hemos cogido casi todos los singles, excepto ‘Por verte’, porque es un tema que representa mucho al grupo, lo llevamos tocando desde el momento en el que salió el disco, nunca la hemos dejado tocar en directo, es una canción que nos gusta mucho tocar y que le gusta mucho a la gente, me sorprende que en los conciertos la gente canta el solo, que es algo muy argentino.

Álvaro Benito: Hemos sido bastante objetivos a la hora de escoger las canciones más representativas, las más conocidas. Con el paso del tiempo soy incapaz de poder tener una visión objetiva, valorar cualitativamente las canciones de una forma correcta. Siempre mis canciones favoritas son las que les voy haciendo nuevas.

Pablo Alonso: A pesar de haberlas tocado tantas veces, lo bueno de cuando sales al directo es que es como si siempre la tocarás por primera vez.

Álvaro Benito: Apenas ensayamos, puedo estar 5 años sin tocar con Pignoise y al ponerme con la guitarra me sale solo. Cuando me preguntan si me aburro de cantar temas como ‘Nada que perder’ digo que cada día que lo hago es la hostia, salir a un concierto, ver a miles de personas cantando la canción y percibir cómo a ellos les emociona, es tremendo. Siempre intento ponerme en la piel de lo que yo siento, a mí me encanta ir a conciertos, soy muy fan de muchos grupos y me emociono, porque ya estoy en esa edad donde empiezas a mirar por el retrovisor y ver a ciertos grupos y escuchar ciertas canciones te traslada a esa etapa de tu vida donde estabas escuchando mucho esa canción. Siento que nuestra música es exactamente eso mismo para mucha gente, porque les veo emocionarse y de hecho mucha gente viene a las firmas de discos nos los traslada, ahí es cuando realmente alcanzas a entender el significado que tiene hacer música. En la última firma de discos vino una chica que nos contó que había estado en coma, que le ponían nuestra música y que despertó con una canción nuestra; se me pone el vello de punta. Son estas cosas que te hacen ver que lo que yo hago en mi cuarto acaba teniendo una trascendencia que escapa a ti, y es maravilloso. El fin máximo de la música es emocionar a la gente, que les haga sentir algo.

Hablando precisamente de ese contacto con el público, está a punto de arrancar la gira, donde las salas van a tener un papel protagonista. ¿Qué formato os gusta más, este de las salas o el de lugares más multitudinarios, como el Estadio Azteca donde tocasteis años atrás?
Pablo Alonso: Te diría que los dos. Nunca hemos tenido una gira propia de tocar en sitios enormes, pero sí que hemos tenido la suerte de tocar en un montón de festivales y fiestas increíbles en los que había miles y miles de personas. Lo importante es que estén allí por ti, más allá de que sea una sala o el WiZink o el Metropolitano, cuando estás en el camerino y sabes que la gente que está fuera ha pagado por verte a ti, al apagarse las luces puedes oler que va a ser algo apoteósico. En un concierto de salas ves a la gente, lo ves todo, hasta cómo se emociona el que está en la última fila. También se generan momentos increíbles en sitios más grandes, he estado en conciertos en el WiZink donde el grupo tenía al público en la palma de la mano, como si estuvieras en La Riviera.

Sobre las fechas confirmadas, vais a pasar por muchas ciudades. Aunque todos los conciertos serán especiales, parece inevitable mirar al 7 de marzo, ¿sentíais que era el momento de asaltar el WiZink Center?
Álvaro Benito: Sinceramente, no, nos tuvieron que convencer. Esta banda, por estilo, es una banda de garaje, de hecho cuando nosotros estábamos intentando abrirnos camino siempre nos decían que esta música es muy minoritaria en España, al final hemos acabado metidos seguramente en un vagón que no era el nuestro, el de las radiofórmulas más asociadas a El Canto el Loco o Pereza, nos incluyen en ese trío más por coincidir en una etapa temporal que por parecidos estilísticos. Hasta que no fuimos disco de oro no nos empezaron a poner en las radios, decían que éramos muy guitarreros, y al final nos vimos metidos seguramente en un lugar que no era el nuestro, y esto te demuestra que al final la música no debe tener ningún tipo de barrera, que lo que decían que era minoritario pues al final se volvió mucho más masivo, como sucedió con grupos como Green Day o Dover, que trascendieron a su estilo. Para mí el WiZink es el lugar donde todavía un concierto se sujeta en energía, he ido a muchos conciertos allí y me cuesta mucho ir como espectador a otros recintos más grandes. Tenía ese miedo de intentar hacer un WiZink porque te da primero un poco de vértigo por el hecho de cuántas entradas vas a vender, y, por otro lado, porque yo prefería hacer cinco rivieras, la última vez que estuvimos allí fue apoteósico. Sin embargo, nos convencieron que era el momento y estamos muy contentos de que haya sido así, al ritmo que vamos en Navidad va a estar todo vendido. Vamos a aprovechar para llevar un show que jamás hemos llevado en cuanto a visuales. Vamos a intentar que esa energía que tenemos siempre en las salas, quiero que el show salga muy orgánico, muy natural, nada impostado.

Vamos a imaginar que podéis volver al kilómetro cero, al inicio de Pignoise, sabiendo todo lo que sabéis, ¿qué momento os gustaría repetir?
Pablo Alonso: En la vida intento llevar esa filosofía de que realmente lo importante es el camino, cada paso me parece que nos ha llevado hasta aquí.

Álvaro Benito: Mirando atrás seríamos mucho más prudentes a la hora de sacar un primer disco, nosotros lo consideramos una maqueta más, no estábamos preparados, no habíamos encontrado todavía nuestro sonido. Para el segundo disco, seguramente todavía no estábamos preparados pero ya teníamos la esencia. Yo me voy a quedar con un momento y fue cuando regresamos en 2019 y tocamos en el Arenal Sound. Ahí me di cuenta que el grupo se había quedado, que las canciones permanecían después de casi seis años sin tocar.

Pablo Alonso: Aquello fue tan apoteósico como inesperado. El único que lo sabía era yo por haber tocado con Despistaos en ese festival el año anterior. En ese momento estábamos haciendo nuestros primeros conciertos tras el regreso, de hecho esta era la segunda actuación.

Álvaro Benito: Me acuerdo que ese día tocó en nuestro escenario Zahara, luego tocó Dorian en el de al lado. Cuando estaba acabando Dorian, me asomé al escenario y vi prácticamente más gente esperando a nuestro concierto que la que estaba en el directo de al lado. Llegué al camerino y les dije que iba a ser inolvidable.viendo a Dorian. Y me acuerdo que llegaba el camerino y digo, voy a hacer para ser apoteósico. También recuerdo con mucho cariño un concierto en Zamora para el que se vendieron 4.000 o 5.000 entradas.

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