Personajes

David Otero:

“Lo que sucede en la redes sociales forma parte de la condición humana”

El artista madrileño publica el disco ‘Inteligencia natural’, con el que pone el foco en la influencia de la tecnología en nuestro día a día. Lo presentará en directo el día 15 en Apolo 2 de Barcelona, y el 16 en La Sala del WiZink Center

Después de un tiempo de trabajo, a David Otero le toca recoger los frutos. El cantante madrileño presenta nuevo disco, ‘Inteligencia natural’, un LP que ya le ha brindado algunas alegrías durante su gestación.

Aprovechando el lanzamiento del disco ponías un post en Instagram donde deseabas que la gente fuera tan feliz escuchándolo como habías sido tú creándolo. ¿Ese es el verdadero sentido de la música, disfrutar del camino?
La verdad es que sí, puede sonar a la típica tontería que pones en un post de pasada, pero si las piensas son puñeteras claves. Ojalá, sería guay que la gente cazase un poquito de la felicidad que le hemos puesto a este disco a la hora de crearlo, de componerlo y de grabarlo. Lo hemos pasado muy bien, creo que ha sido de los discos que más he disfrutado. Hay discos que se sufren y nacen torcidos, coinciden con una época de tu vida en la que no fluye, y hay otros que, independientemente de su éxito, los disfrutas, y este ha sido uno de los más disfrutones. De hecho, el otro día estaba abriendo las pistas del disco porque vamos a meter algunas canciones en directo y quería ver cómo habíamos tocado ciertas cosas, y me estuve repasando track by track todo lo que fuimos grabando y me lo pasé pipa, estuve como dos horas escuchando solo todas las pistas del disco.

Aunque lógicamente se espera siempre que la respuesta al público sea positiva, pero, ¿resta ya presión el hecho de haber disfrutado con la creación?
Le quita algo de angustia. Grabar un disco tiene que ser especial porque al final es parte de tu impronta en este mundo, y para bien o para mal pasan cosas, entonces cuando no ha ido del todo bien la grabación o no sale como tú esperas, si encima va mal a nivel exposiciones, es doble la decepción. Aquí te queda siempre la opción de decir “me lo he pasado de puta madre”.

Son nueve pistas las que integran el álbum, cuatro de ellas ya han tenido una vida como single. De las otras cinco restantes ¿cuál crees que es la que tiene más ingredientes para gustar o sorprender a la gente?
No miro las métricas, la verdad. Creo que ‘Inteligencia natural’, si la gente la caza es la que tiene más miga de todas.

El primer single fue ‘Estrellas y fantasmas’, pero me ha llamado mucho la atención ‘Tatuada a tu huella’. No es habitual dedicarle una canción a un perro.
La idea surgió porque se murió mi perrita y fue mi forma de hacer el duelo, de expresar lo que sentía, de conectar con una emoción que no había vivido y que era nueva. No quería sacar esa canción, pero me vi un poco obligado por mis amigos, me decían que podía ser útil, que la gente que tiene un perrito lo necesita y me animaron. Consulté con la familia, porque debíamos estar todos de acuerdo, y cuando así fue la metí en el disco.

El videoclip habrá sido también especial por el hecho de que ha pasado mucha gente con sus mascotas.
Fue muy chulo, fue un momento muy bonito. No sé qué pasa en ese videoclip, que se ve una conexión muy heavy entre los perros y los dueños. El único que sale sin perro soy yo, obviamente.

Al margen de esta canción, hay otras en las que están muy presentes esas reflexiones sobre lo que nos separa todavía, afortunadamente, de la inteligencia artificial. ¿Estamos a tiempo de que el metaverso no se coma todo nuestro universo?
Creo que no va a ser como lo pintamos a nivel utópico. Tengo la intuición de que no va a ser tan fácil que intenten implantarnos una realidad virtual tan invasiva. Luego tengo la esperanza de que la gente joven se rebele un poco, que tengan un punto en el que digan “¿nos estáis empujando a que nos perdamos todo esto?”. Estoy empezando a ver brotes verdes en ese sentido dentro de la juventud, y creo que puede uno de los movimientos más lindos de revolución que haya habido.

En 1999 Zygmunt Bauman ya hablaba del concepto de sociedad líquida, algo que ahora está presente incluso en las relaciones amorosas. ¿Es ‘Deslízame’ una crítica hacia todo eso?
Tiene un toque de humor esa canción, es una sátira de las relaciones. Ahora basta con deslizar con el dedo para un lado o para otro para decidir sí o no, hoy en día deslizando con el dedo decidimos cosas muy importantes de nuestra vida, como bloquear a alguien, antiguamente tenías que ir en persona y decirle directamente que ni se acerque. También es parte de cómo nos comunicamos, incluso para lo más heavy, como en una plataforma para ligar, donde deslizando hacia un lado puede ser luego el amor de tu vida o deslizarlo hacia el otro y no verla ni encontrarla nunca más porque te dejas guiar por el impulso de una foto instantánea.

En cuanto al sonido, ¿estamos ante la canción más rockera del disco?Sí, creo que sí. La gente me ha dicho que es la más 30s, 40s, 50s, mi otro grupo paralelo, que me mola mucho.

Siguiendo con tendencias actuales de nuestra sociedad, ¿qué opinión te merece el postureo? ¿Estaba ya antes de la aparición de las redes y éstas solo lo han fomentado?
Todo lo que pasa en las redes sociales es condición humana, pero las propias redes tienen una parte muy divertida, ponen una lupa increíble ante determinados sectores de la sociedad. Me gusta mucho el cine y, dado que soy muy observador, cuando voy a un estreno me quedo embobado viendo a los ‘posturetis’, cómo hacen su parafernalia, me hace mucha gracia, no me parece ni bien ni mal, simplemente me resulta curioso.

El segundo corte del disco, ‘Capó’, es una canción sobre un amor pasado, ¿te consideras nostálgico?
En el amor no, pero hay muchas cosas muy bonitas que me han pasado en mi vida, he tenido experiencias muy chulas en el amor y la suerte de dar con gente muy bonita en mi vida. Esa canción está dedicada un poco a eso, a momentos de tu vida que te han marcado, que han sido importantes para ti y que te han inspirado en una canción, tanto los momentos como el coche donde vivía sus momentos.

Con la promoción del álbum en varias entrevistas han usado la percha del regreso de Oasis para preguntarte por una hipotética vuelta de El Canto del Loco. ¿Se ha repetido mucho?
Mira, a la chica que me ha hecho la entrevista anterior le he dado las gracias porque no me ha preguntado nada de El Canto del Loco. Soy el que menos se alegra la vuelta de Oasis (entre risas), porque todo el mundo me pregunta. Me encanta Oasis, adoro que vuelvan e iría a un concierto suyo si hubiera entradas.

Hay dos conciertos de presentación del álbum. Imagino que ya tendrás pensado cómo va a ser el show.
Sí, lo tenemos ideado porque muchas de las canciones del disco nuevo ya las estamos tocando en directo desde hace algunos meses, incluso mola porque nos hemos tirado a la piscina. Voy a meter unas cuantas más, pero no va a ser un concierto solo solo del disco nuevo, serán conciertos de los míos, de toda mi vida, de todas mis canciones que len gusta la gente. Se lo van a pasar bien.

Has vivido épocas diferentes en la música, antes se se acaba con mucho uno o dos singles antes de que se lanzara el álbum, ahora se promociona mucho más. ¿Cuál de las dos te gusta más?
A mí me gustaba más la de antes, sacabas un disco, empezabas a trabajarlo, presentabas singles y la gente ya conocía las canciones cuando ibas a los conciertos. Creo que Spotify lo tiene que revisar. Billie Eilish ya se ha negado a ir sacando singles y ha sacado el disco entero. Nos tenemos que rebelar un poco, porque el mercado de Spotify te obliga constantemente a tener novedades para incluirte en las ‘playlist’. No está bien, no ayuda a crear contenido con sentido y a generar historias.

¿Hasta qué punto tenéis los artistas la sartén por el mango?
Pues siempre hay margen de maniobra, pero siempre impera la mercadotecnia. Hay que mantener un equilibrio, no puedes estar fuera de la ley, hacer las cosas como solo a ti te dé la gana y mantenerte en un lugar donde no te va a escuchar nadie, pero tampoco puedes decirte a todo que sí y convertirte en un producto con lo que te viene impuesto por otros, creo que el arte no funciona así. También hay momentos en los que te dan ideas de marketing que están bien, pero otras veces tienes que negarte si crees que eso no va con tu forma de ser.

Muchas veces en tus entrevistas se mira al pasado, sobre todo a El Canto del Loco, pero a mí me gustaría hacerlo desde el punto de vista de tu carrera en solitario. ¿Cuál es el momento con el que te quedarías?
Uno de los momentos más bonitos que he tenido ha sido conocer a Tato Latorre. Te cuento una anécdota. Soy muy tontorrón con las señales. A Tato le conocía de la época que él estaba con Antonio Orozco, habíamos coincidido y me caía muy bien, me encantaba cómo tocaba. Me recomendaron hablar con él, le llamé saliendo de casa por la tarde y justo cuando cogía la A-1, pasando por justo por La Moraleja, bajando hacia Sanchinarro y Las Tablas, que se ve todo Madrid, no sé qué pasó, que entró un rayo de luz por debajo de las nubes y se iluminó todo, se puso todo rosa, un atardecer magnífico. Son esas cosas que uno puede pensar, qué tontería, pero sentí que estaba siendo una bonita conversación, me dio muy buen rollo todo lo que me contó, como si aquel atardecer hubiera sido una señal. Llevamos ya casi diez años juntos.

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