La cantaora sigue recogiendo reconocimientos de la mano de ‘Manifiesto, su último disco. Lo presentará el 24 de mayo en el marco del Universal Music Festival

María Terremoto:
“Equivocarse es otra manera de llegar al acierto, sirve para rectificar”
La misma fuerza que exhibe en el cante la tiene María Terremoto a la hora de abordar diferentes cuestiones, incluso el manido y delicado debate sobre el purismo en el flamenco. Sea como fuere, su último disco, ‘Manifiesto’, sigue conquistando a público y crítica y será el eje de su actuación el 24 de mayo en el Universal Music Festival, en el UMusic Hotel Teatro Albéniz.
Al poco tiempo de publicarse, la crítica ya decía que ‘Manifiesto’ es uno de los discos de flamenco del año. Hay motivos para la alegría.
Desde luego que sí. Después de todo el trabajo que nos ha costado y, sobre todo, a nivel personal, que ha sido un trabajo mental enorme y un proceso muy grande, que dijeran eso apenas unas semanas después de que saliera el disco, para mí significa mucho.
Habría muchos nervios antes del lanzamiento. ¿Da ese reconocimiento de la crítica un punto mayor de calma?
Los nervios son buenos a veces y otras no tanto. Los nervios previos que he tenido antes del lanzamiento han sido enormes y me han llevado a unas situaciones emocionales muy intensas, pero muy bonitas también. La verdad es que hasta ahora el recibimiento que está teniendo es muy bueno.
El álbum lo integran en ocho canciones. Todas tendrán una connotación especial para ti, pero, ¿es ‘Te llevaste mis tormentos’ de la mayor carga emocional?
No creo que sea la de más carga emocional, es especial porque es un canto al amor y a la sanación, que es lo que a mí me salvó y lo que me sanó de toda esa tormenta psíquica. Para mí, la más fuerte, la más impactante y la que más significado tiene es ‘A la muerte’, que es con la que se abre el disco. Es la canción con la que más me identifico, porque me siento en un momento muy feo por pérdidas en mi vida muy importantes, como la de mi padre y las de mis abuelos, que para mí eran dos padres más. En esta canción le hablo personalmente a la muerte, cara a cara, es como una terapia de choque que hago y una manera de desahogarme.
Hablas de sanación, de ese proceso que has vivido a lo largo de todo el disco. Ahora que ya ha pasado y que lo ves con cierta distancia, ¿qué destacas de toda esa etapa?
Recuerdo mucha ansiedad, mucha opresión y no tener nada claro, estaba encontrándome, no sabía quién era ni qué quería, estando ya en el mundo del arte, trabajando y dentro del panorama flamenco bien posicionada, pero realmente no sabía lo que quería ni tenía claro quién era. También recuerdo mucho aprendizaje, al final es necesario pasar por todo tipo de momentos para llegar a un punto determinado y a salir de ese lado oscuro.
En un post en Instagram decías que saliste de la oscuridad golpe a golpe. ¿Aprender a perder también es ganar?Claro. Es uno de los versos del último tema, que se titula ‘Reina’. Habla de salir de la oscuridad a fuerza de ir golpe a golpe, el saber perder es ganar, porque creo que también equivocarse es una manera de llegar al acierto, sirve para aprender, para retroceder y rectificar en cualquier ámbito. En este caso me refiero al ámbito personal y al ámbito profesional, hay que errar para aprender.
En la vida se pierde más que se gana, ¿pasa también en la música?Personalmente me considero afortunada porque desde que salí a trabajar siempre he tenido muy buenas críticas, por supuesto también ha habido malas también, opiniones no constructivas, pero la verdad es que me considero afortunada. Todo lo que yo he llegado a sentir ha sido a modo personal y es verdad que sí ha existido en algún momento en mi vida unas ataduras por el flamenco, lo he dicho ya en otras entrevistas, la pureza no es lo mismo que el purismo y, muchas veces, ese colectivo oprime a un artista que tiene inquietudes. Personalmente me sentía así, oprimida. Considero que esto corta las alas. Además, en mis caso, por venir de una casa cantaora, tener una herencia y un apellido creo que se me exigía más de la cuenta y no me he permitido hacer otras cosas que me han apetecido en ese momento por venir de ahí. De un tiempo para acá, sí que que me daba un poco igual, pero realmente no estaba segura.
En las canciones, además del palo al que pertenecen, le añades una palabra. ¿Qué es para ti la libertad?
Para mí la libertad es poder ser tú mismo, poder sentir como quieras, que nadie te oprima ni nadie te ate a hacer y a sentir como tú quieras.
¿Cómo te llevas con el desconcierto y las dudas?
Fatal, porque me siguen atormentando, aunque de alguna manera intento sobrellevarlas. El desconcierto y las dudas son algo que me acompañan todavía en mi vida, lo que pasa es que intento apartarlas.
¿Te consideras una persona resiliente?
Estoy en proceso, pero ya sí, me considero algo resiliente, porque siempre he estado muy pendiente del qué dirán y de lo que hablen sobre algo que podría hacer, me he repuesto muchas veces a ciertas situaciones, aunque siga teniendo un puntito ahí no resiliente.
Recibiste un primer reconocimiento importante en la Bienal de Sevilla de 2016. ¿Cómo lo viviste y cómo pudiste gestionar siendo tan joven algo tan importante?
Me lo tomé como un aprendizaje, pero sí que es verdad que yo le veo el valor ahora. Tenía 16 años, siempre he tenido responsabilidad para con mi trabajo, pero realmente tenía la cabeza en otros sitios, porque era una niña y estaba en plena adolescencia. Visto con perspectiva, creo que no le veía realmente el prestigio que tenía eso, y ahora sí que echo la vista atrás y lo valoro aún más si cabe haberlo logrado con 16 años. Esto me hace seguir aprendiendo y trabajando para continuar alcanzando metas.
Volviendo a ‘Manifiesto’, tu talento se suma al de Yerai Cortés a la guitarra. ¿Qué ha aportado en este trabajo?
Yerai ha aportado la sensibilidad, le ha dado vida a las canciones, la música que necesitaba y la sensibilidad que necesitaba cada tema. Ha sabido acoger el proyecto como si fuera suyo y muy contenta de que forme parte de ‘Manifiesto’.
Vas a actuar el 24 de mayo en el Albeniz, dentro del Universal Music Festival. ¿Qué supone para ti compartir el cartel con artistas de la talla de Rosario o Paloma San Basilio?
Es un sueño. Miro el cartel y no me creo que esté yo entre esos artistazos, la verdad. Cuando me vea aquí, entonces asimilaré lo que está pasando. Sinceramente es increíble porque es misueño y es lo que siempre he querido, cantar y triunfar en la música, es lo que persigo desde pequeña. Por todo ello, para mí esto es un lujazo y, como digo siempre, a currar muchísimo y a trabajar.
¿Cómo te preparas para una actuación así?
Intento relajarme un poquito porque suelo ponerme nerviosa y me pongo a dar muchas vueltas. Caliento un poco, hablo con mi padre y, desde ahí, para arriba.