Personajes

Carla Lourdes:

“Hay momentos en los que lo mejor que te puede dar una persona es calma”

La artista afincada en Galicia presenta este sábado 10 en la Sala Cadavra ‘El día que descubrí el lunar de tu oreja’. Este primer LP consolida una carrera prometedora

Juventud y talento son dos factores que, lejos de ser enemigos, suelen conjugarse en la escena musical, tal y como se demuestra con el ejemplo de Carla Lourdes. La artista, natural de Ponferrada y afincada en Galicia, da otro paso en una carrera que tuvo como gran tarjeta de presentación ‘El querer de las flores’, un EP al que ahora toma el relevo ‘El día que descubrí el lunar de tu oreja’.

¿Cómo ha sido la espera hasta que ha llegado el lanzamiento del disco?
Muy intenso, aunque realmente no lo he sentido como una espera porque no hemos parado. Para este disco lancé una campaña de crowdfunding en 2023, tenía unas primeras canciones. Pasó la campaña, salió increíblemente bien, más de 200 personas apostaron por un disco que no existía, y esto tuvo un efecto en mí de autoboicot, sentía que las canciones que tenía no eran suficientes para las expectativas de la gente, aunque igual sólo era una percepción mía. El caso es que yo me volví loca y reescribí el disco entero. Terminé la campaña y en enero de 2024 arranqué el camino. De las canciones previas a la campaña sólo se conserva el título del disco y ‘El lunar de tu oreja’, que es la canción que da nombre al disco, el resto lo empecé a reescribir en enero después de un bloqueo creativo bastante heavy que terminó cuando escribí ‘La calma’. Esta fue la canción que nos dio el sonido que queríamos para el disco, eso nos abrió un poco el camino. A partir de ahí, escribir, ponernos a grabar con la banda, que es la que me acompaña en directo... no hemos parado. El disco se mandó a mezclar y masterizar en agosto de 2024. Tras eso, Esmerarte me dijo que querían acompañarme en el proceso, lo cuál me voló la cabeza. En redes sociales hice un ‘unboxing’ porque es una pasada el formato físico, Esmerarte lo catapultó por encima de mis expectativas.

La letra de las canciones viene de un poco antes, de algunas anotaciones y notas en el móvil. ¿Es un proceso de trabajo habitual para ti?
Sí, a veces es libreta, a veces son notas del móvil. En 2020 empecé a escribir unos textos que titulaba ‘Confesiones’, con el día y la hora a la que yo arrancaba a escribir, incluyendo el minuto y el segundo. Ahí me enfrentaba a una emoción que me incomodaba o que me sobrepasaba y reflexionaba un poquito sobre ella, sin más, sin tener ni idea de qué iba a hacer con eso, ni muchísimo menos. Eso quedó ahí, como aparcado, de hecho, por vergüenza, las tengo hasta con contraseña dentro del móvil. Cuando pasó la campaña y pensé qué es lo que quería contar, me acordé de este momento, del día en que descubrí ‘El lunar de tu oreja’, que pasó de verdad y que me hizo entender que las cosas, hasta que no nos acercamos, no las conocemos del todo, no apreciamos cosas que a simple vista no vemos. Volví a esas confesiones y concluí que a estas emociones a las que simplemente les di un texto les iba a prestar más atención. Me acerqué a ellas para ver cómo eran realmente de cerca, y de ahí fui sacando las canciones, que son nueve acercamientos emocionales, diez en el CD y en el vinilo, ya que hay una más en acústico.

Ese hecho de mirar a las emociones de frente, ¿hay algo que te haya hecho mirar a las cosas con otra perspectiva?
Sí, ha sido duro, ha sido potente, al final tiene mucho de terapéutico todo esto. Aunque fue complejo, la última canción que escribí, que fue el primer adelanto, ‘Equilibrio’, refleja el máximo aprendizaje de todo eso, aceptar que lo bueno y lo malo que te ha pasado forma parte de ti y de un todo. Escribir esa canción es lo que me dio una mirada desde otra perspectiva a todo, fue como si la moraleja hubiera surgido ahí, cuando llega la aceptación, que es la mejor parte de todos los procesos.

Llama la atención que la primera canción que compusiste, ‘El lunar de tu oreja’, aparece la última en el disco. ¿A qué se debe esta elección?
A dos cosas en realidad. Primero, porque a nivel de producción, cuando la escuchamos, nos sonaba como a final, tiene un punto muy esperanzador también, como un continuará. La segunda razón es que porque para mí esa canción sólo tenía sentido al inicio o al final del disco porque es la raíz de todo de lo que fui tirando para sacar este álbum. Por eso decidimos ponerla al final. La quiero utilizar para despedir en los directos también.

En tu perfil de Instagram, en la bio, dices que “mi biografía completa está en mis canciones”. ¿Necesitas vivir las cosas en primera persona para escribir sobre ellas?
Me encantaría poder escribir sobre cosas que le pasan a otros, pero de momento no he sido capaz de hacerlo del todo. Evidentemente hay cosas inspiradas en historias que te cuentan, que ves, que escuchas, de gente que conoces o no, a través de entrevistas, libros... lo que sea, pero, por lo general, necesito que la emoción sea lo suficientemente caótica o intensa, y eso solo lo logro si es mía propia. Quitando que ‘Ficción’ es una canción que está escrita en conjunto con otros artistas de allá de Galicia, donde todos escribimos desde nuestra verdad y al final la canción no es la verdad de nadie, todo lo demás necesito que sea muy mío. La ilusión de todo esto es que, aunque es muy mío, también luego es muy de la gente, conecta muy bien con lo que cuento.

Hablando sobre ‘Ficción’, ¿cómo fue ese trabajo a varias manos?
Raúl Ben: Estuvo muy guay, porque Carla hizo un retiro musical en Ribeira Sacra, una zona de viñedos que está entre Ourense y Lugo. Alquilamos una casa rural allí, hicimos dos días de retiro con la banda, estuvimos preparando arreglos también para el disco y aprovechamos en esos días para darnos la oportunidad de, entre varios, intentar hacer algunas canciones. Ahí salió ‘Ficción’.

Carla Lourdes: Mi proceso de composición es muy mío, al final, yo empecé a hacer esto para mí, en modo autoterapéutico, como todo el mundo que quizás empezó a escribir en algún momento. Por eso, en ese trabajo compartido me bloqueo bastante, creo que no soy capaz de dar todo lo que soy a la hora de escribir si hay otra persona, supongo que es un miedo que te vas quitando. Arrancar así, con gente que conocía, con amigos, con gente que me quiere y les quiero, fue guay. No nos sentamos a componer pensando en algo que fuera a estar en el disco, no, si está es porque realmente salió un temazo aquel día.

Dentro de los singles de adelanto es ‘La calma’, un tema donde hablas de observar al amor desde el equilibrio. ¿Es posible? Porque muchas veces el amor es una emoción que nos sacude y nos coloca en una especie de montaña rusa.
Creo que no es fácil, pero que, cuando lo encuentras, te quieres quedar ahí. A mí por lo menos me ha pasado eso, estamos muy necesitados de emociones fuertes ahora mismo, nos pasa en todo, como sucede con la gratificación instantánea con los vídeos de TikTok. Sentir, sentir, sentir... como que la máquina se desgasta. Llega un momento en el que lo mejor que te puede dar una persona es calma. Yo no hice esa reflexión hasta ha pasado un tiempo de llevarme varios golpes.

‘La calma’ rompió un proceso de bloqueo compositivo. ¿Cómo te llevas con esos periodos?
Era la primera vez que lo vivía. Intenté pensar que el barbecho forma parte del proceso creativo también, que era algo que en algún momento iba a pasar, pero sí que es cierto que tenía un poco de presión porque la campaña de crowdfunding estaba hecha y digamos que el reloj ya había empezado su cuenta atrás. Lo pasé bastante mal, fue bastante frustrante, pero ‘La calma’ vino de una sesión que yo había hecho de terapia en la que queríamos utilizar canciones que me transmitiesen mucho y salió ‘Blackbird’, de Los Beatles, que está en el álbum blanco. De ahí pensé que estaba igual, en blanco. Me agarré a ese sentimiento que me producía ‘Blackbird’ y acabé escribiendo ‘La calma’ en casa. Creo que simplemente me relajé.

A nivel musical, ¿qué ha cambiado en ti desde la publicación del anterior EP hasta este álbum?
A nivel sonido hemos evolucionado bastante. Yo venía de un pop más clásico, tengo mucho que contar también, las letras son para mí la parte más importante de mis canciones, pero no quería contarlas como el cantautor clásico, me apetecía hacer bailar a la gente e intentar encajar temas densos en temas bailables. Ha sido todo un proceso muy guay. Nos basamos mucho también en lo que hizo La Oreja de Van Gogh en ‘El viaje de Copperpot’ en su momento. A nivel compositivo, me veo mucho más directa contando lo que quiero contar, antes metía metáforas imposibles para que nadie supiese de quién hablaba ni de qué; eso ya se me ha pasado, igual que necesito contárselo a la gente, necesito cantarlo yo también para creérmelo. Por eso he querido ser bastante directa en este álbum.

¿Te has quitado, entonces, un punto de pudor?
Sí, claro, creo que cada paso nos quita un poco más de vergüenza. De hecho, a día de hoy está saliendo el disco y estoy nerviosa por cosas que cuento en canciones, tengo inquietud por ver cómo cae esto en el mundo real, llevamos en una burbuja año y medio.

A nivel de producción, ¿qué ha sido lo más complejo?
Raúl Ben: A nivel de producción teníamos claro que queríamos respetar sobre todas las letras, que aunque hubiese muchísimo cambio, intentásemos tirar un poquito más hacia el indie o buscar un sonido más complejo, mezclando electrónica con instrumentos reales. Para mí el hándicap y lo complicado fue encontrar el sonido que queríamos, que lo logramos en ‘La calma’, eso ya nos abrió el sonido que queríamos conseguir. Esta canción tiene el punto más electrónico, buscando más sintetizadores, elementos que ella nunca había utilizado antes, y eso nos abrió al resto.

Carla Lourdes: También queriendo hacer algo que se pudiese tocar en directo de verdad.Tengo una banda increíble y quiero que esta banda, en la medida de lo posible, porque luego hay que adaptarse a los formatos, defienda este disco lo más fiel posible a la producción. No quiero que la gente escuche algunas cosas y que luego venga a verme y se encuentre otra cosa distinta.

Raúl Ben: Fue un proceso también de buscar la mezcla entre el sonido natural, lo orgánico, y lo más digital, electrónico.

Carla, este es tu primer LP. Para la gente que no te conozca, ¿con qué artistas has crecido, cuál es la música que más te ha influenciado?
He crecido mucho con letristas, en mi casa eran mucho de Sabina, de Quique González, también escuché mucha música francesa porque mi padre nació en Francia. Todo eso me ha influenciado sobre todo a la hora de contar. Sin embargo, para este álbum me he fijado en gente como Yoli Saa, una chica que admiro un montón y que cuenta mucho en sus canciones, pero también sabe combinarlo con cosas más electrónicas o con algo más moderno y hacer bailar a la gente. También me he fijado mucho en Xoel López, que tiene la capacidad de contarte algo súper triste, pero con un ritmazo que hace bailar a todo el mundo. Yo quiero ir hacia ahí, hablar de los temas más intensos, pero que la gente también los vea desde el punto optimista y bailable.

Tenéis varias fechas anunciadas, varias de ellas en tu tierra de adopción, Galicia. De cara al primer concierto de Vigo y al de aquí de Madrid, el 10 de mayo, ¿qué tenéis previsto?
Vamos con toda la banda, que es algo que quizás en Vigo sea más sencillo, pero plantearlo para Madrid es una locura increíble. Queremos que estas dos fechas de presentación sean lo más fiel a lo que está en el disco. Luego arranca el verano, llegan los festivales y vamos a modificar formato, así que necesito estas dos salas para conectar con la gente, llevar las canciones como me gustaría en lo ideal que fuese siempre en mi directo.

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