El líder de No Me Pises Que Llevo Chanclas habla del momento que atraviesa la banda, que celebra su 35 aniversario y mira con ilusión al futuro y a este 2025
Pepe Begines:
“Somos un grupo humano, nos gusta emocionar y hacer pasar buenos ratos”
La tarta de No Me Pises Que Llevo Chanclas acumula ya 35 velas, una cifra que lo consolida como uno de los grupos con mayor recorrido en la escena contemporánea musical española y que llena de orgullo a su vocalista, Pepe Begines.
No Me Pises Que Llevo Chanclas cumple 35 años. Pocas bandas pueden presumir de un recorrido tan extenso.
La verdad es que es un privilegio llevar 35 años navegando por España y sentirte querido. Lo estamos festejando, y con mucha razón.
Entre esas celebraciones, un concierto muy especial en Sevilla, en el Cartuja Center, para el que se vendió todo días antes. ¿Esperabas una celebración de este calibre?
Sinceramente no sé ni qué responderte porque, ¿me lo esperaba? No lo sé, nos sentimos muy queridos, sé que la gente sigue disfrutando mucho con nuestros conciertos, hemos tenido exponencialmente una subida de actuaciones de unos años para acá, sobre todo, a partir de la pandemia, que ya veníamos cogiendo una velocidad de crucero buena, pero hubo un punto de inflexión. La gente necesita saber que hay felicidad, que te puedes divertir y que todo no es tragedia, como la pandemia, las guerras y todo lo malo que hay en el mundo. Procuramos ser un grupo desinhibidor que hace que te sientas en un estado de felicidad, conjugando buena música con buen rollo. Hasta ahora creo que la gente nos responde, quizá el momento cumbre fue el otro día en Sevilla, había un estado de felicidad que todo el mundo lo comentaba que parecía que nos poníamos dos gomas en las orejas para sonreír. Eso es muy importante y es lo que nos mueve todavía.
Decías en una entrevista para la Agencia EFE en relación a ese concierto que vuestro objetivo era que la gente saliera “borracha de música”. ¿Lo lograsteis?
Sí, por supuesto, salió muy ebria de música. Acostumbro a decir que esto es una fiesta popular y nosotros somos los que estamos arriba. Nuestros conciertos tienen una curva rítmica y emocional muy alta, la música es sentimientos, y esos sentimientos queremos llevarlos al grado máximo. Generacionalmente la gente que nos sigue en España, que lleva ahora a sus hijos y a sus nietos a nuestros conciertos, ya tiene una edad, pero también es cierto que cuando yo era pequeño la gente que tenía esa edad no iba a conciertos; esto ha cambiado. Se suele decir que España es un país viejo, pues ahora los jóvenes viejos van a conciertos y lo hacen acompañados de toda su familia. Formamos parte del diario feliz de mucha gente, de muchos acontecimientos, de muchos momentos especiales, eso se nota en el brillo de los ojos de la gente.
En otra declaración en esa entrevista decías que era muy importante “la humildad y la salud musical que el grupo demuestra en directo”. ¿Crees que la industria se ha olvidado de este factor?
¿Qué industria? Es que no existe ya prácticamente, creo que todo el mundo es más autodidacta. Hay una cosa que es evidente: el grupo todavía es verdadero, nosotros tocamos en directo, no tenemos autotunes, procuramos dar el alma en los conciertos. Quizá todo se está sintetizando mucho. Hace poco comenté que le hice un encargo a la Inteligencia Artificial, que compusiera una canción de Los Chanclas, y aquello era cualquier cosa menos una canción de Los Chanclas. Somos un grupo que está muy humanizado todavía, jugamos con los sentimientos humanos, que es lo que nos gusta, emocionar y hacer pasar buenos ratos.
Vamos a hacer un ejercicio de imaginación, si No Me Pises Que Llevo Chanclas surgiera fuera en pleno 2024 una banda emergente. ¿Crees que tendríais el mismo camino que habéis recorrido hasta ahora
¡Uff!, es una de las preguntas más difíciles que me han hecho en los últimos tiempos. Sinceramente, no lo sé. Probablemente, no. Cuando nosotros empezamos estaba todo por hacer, España estaba evolucionando, eran los años 80, había mucho por hacer en todos los sentidos, en todas las ramas, en todas las vertientes. Nosotros estuvimos en nuestro sitio, de hecho, en nuestras canciones hablábamos un poco de eso, de la gente que quitaba a los niños del colegio para que trabajase en una taberna, de la gente del campo que todavía labraba la tierra a mano, no había tanta maquinaria y se recogía el algodón a mano. En fin, hablábamos de toda una serie de cosas que ocurrían y que eran fruto de aquel momento de la historia, ahora todo ha cambiado infinitamente. No sé si la palabra es progreso, pero España ha cambiado un montón.
Sobre esta parte que comentas de las letras, describen un costumbrismo casi a modo de radiografía del tiempo que vivisteis, pero muchas veces se ha reducido el agropop a la parte lúdica. ¿Consideras que se han menospreciado vuestras canciones?
Sí, es posible. Todos sabemos que aquello que va un poco en clave de humor se trata de forma peyorativa y se hace, además, a las primeras de cambio, no sé, cuando algo tiene gracia parece que ya inmediatamente está calificado y encorsetado. Nosotros no es que hayamos luchado contra eso, pero sí que es verdad que hemos necesitado de tiempo para que mucha gente, sobre todo desde el punto de vista de la crítica, se hayan dado cuenta de que hemos madurado bien. Somos una banda que tiene un toque más que aceptable, que tiene fuerza en los conciertos y que es verdadera; eso merece un respeto. El público creo que se ha encargado de hacerlo ver.
Hablando de la crítica, muchas veces, ya de forma retrospectiva, acaba reconociendo que se equivocó con determinados grupos. ¿Podemos meter a Los Chanclas dentro de ese colectivo?
No lo sé exactamente, quizás no. Hay muchas emisoras de radio que ponen a sus número uno y nosotros, llegando a ser número uno en ciertos sitios, no nos ponen. Sinceramente, me da exactamente igual, me la pela, a nosotros lo que nos importa es el público, que es el que nos mantiene aquí, que viene a nuestros conciertos en gran número, que además va de la mano de su nieto o de su hijo, algo que es muy emocionante y muy bonito de vivir. Eso es lo que nos da correa, de hecho, tenemos temas nuevos que vamos a grabar, tenemos todavía mucha energía. Esta veteranía nos ha venido muy poco a poco y de la mano del respetable.
En los años 90, No Me Pises Que Llevo Chanclas sonaba incluso en Los 40 Principales. ¿Cuál fue el verdadero punto de inflexión para que dejarais de ser un grupo conocido casi exclusivamente en Andalucía?
Creo que influyó un poco la globalización del planeta, de los países, de las regiones. El grupo siempre se ha querido proyectar a todos los sitios, de hecho, hemos tocado, por ejemplo, en Argentina, porque nos llevaron allí nuestro club de fans de la Patagonia, en Comodoro Rivadavia, eso está a tropecientos mil kilómetros. Tener noticias como esa a nosotros nos llena mucho, somos conscientes de que cantamos en andaluz, que hay gente que a lo mejor eso lo traga más o menos, procuramos tener un humor muy universal, desde luego. Después hemos tocado en Francia, incluso en Japón. Siempre la ambición de un grupo es ser lo más universal posible, al menos la nuestra. Sí que es verdad que nuestra mayor demanda está en España y en Andalucía, concretamente, aunque también venimos mucho a Madrid, a La Mancha, a Extremadura, al Levante, poco a poco se va extendiendo. Quizá también, como estuvimos varios años de barbecho, de 2002 al 2010, eso haya hecho que nuestra progresión se haya ralentizado un poco y ahora esté otra vez rebrotando, tomando vida.
¿Le quedan muchos kilómetros, entonces, a estas chanclas?
Yo creo que sí, aunque esto no se sabe nunca. Si tenemos que medirle el pulso ahora mismo al grupo, yo diría que goza de una espectacular salud, sobre todo porque ya hemos pasado ese tiempo de la nueva eclosión, ya la gente está pendiente de ver cuándo sacamos nuevos temas, nos siguen cada vez más por las redes sociales, otra herramienta de la que teníamos que hacer uso, antes no teníamos, ahora ya estamos asentados, por ejemplo, en nuestro canal de YouTube cada vez hay más seguidores. Todo eso hace también que tengamos más visibilidad. Siempre hemos sido también un grupo muy televisivo, y vuelven a contar con nosotros muchas televisiones. Creo que todo vuelve a la normalidad que teníamos en los 90.
Hay artistas como Raimundo Amador o Pablo Carbonell, con los que habéis tenido una sintonía estupenda. ¿Es uno de los mejores regalos que os está dando la música?
Es curioso, los artistas nos han dado reconocimiento antes que los periodistas. Santiago Auserón, Raimundo Amador, Miguel Ríos... para este concierto de Sevilla grabamos unas cuantas felicitaciones de amigos nuestros y estuvieron Víctor Manuel, Hombres G, Pablo Carbonell, Santiago Auserón, Miguel Ríos o Javier Ruibal. Son artistas que nos respetan mucho y que nos quieren, para explicarlo con una onomatopeya, no somos un grupo de ‘chunda chunda’, aquí se hace música, hay letras que están muy ligadas al pueblo de una manera o de otra, nos apoyamos en el surrealismo y en el absurdo para crearlas y, sobre todo, nos basamos en nuestro entorno, que es lo rural, el campo, la labranza, la fruta y la montaña. Da la casualidad que salimos en verano y se nos colgó un poco la etiqueta de ‘grupo del verano’, con el tiempo la fuimos soltando, aunque el verano es el momento de esplendor para que toquen todos los grupos.
Si te pidieran hacer un recital muy corto con tres canciones de Los Chanclas, ¿cuáles elegirías?
Voy a empezar con una frase que dijo Julio Iglesias: cualquier cantante de este país que se precie ha cantado a 50 metros de una noria. Realmente las ferias y las fiestas suponen el mayor número de conciertos de un artista, esa es la realidad, aunque a todo el mundo le gustaría tocar en un lugar de renombre. Para esa actuación me quedaría con ‘Bolillón’, ‘¿Y tú de quién eres?’ y ‘El canario’ o ‘El amoto’; son canciones que cuando las tocamos nosotros mismos nos impresionamos de cómo levantan a miles de personas, ese es el lenguaje del imaginario colectivo, para nosotros son mensajes como “gracias por hacerme más feliz, aunque sea por un ratito”. Nosotros, por supuesto, lo recibimos con todo el orgullo y la humildad que se pueda.
¿Qué previsiones tenéis de cara a este 2025?
Las previsiones que tenemos son más potentes que las de 2024. Este año hemos acabado con unos 70 conciertos. La cifra va a seguir aumentando porque ya, a las alturas en que estamos, tenemos ya como veintitantos o treinta conciertos firmados. Eso me hace ver que hasta final de año tendremos una larga gira. Me da la impresión de que va a ser bastante fuerte.