Personajes

Manuela Velasco:

“Conocer la obra de Carmen Conde me ha removido; no se estudiaba en el colegio”

Manuela Velasco y Estela Merlos representan ‘Sillón K. Cartas desde el olvido’. La obra, dirigida por Paula Paz, arroja más luz sobre el enorme legado de esta autora

Tras la buena acogida que tuvo ‘Cartas vivas’, Paula Paz regresa al Teatro de La Abadía para presentar un nuevo proyecto dedicado otra de nuestras grandes escritoras de principio del siglo pasado: Carmen Conde. En ‘Sillón K. Cartas desde el olvido’, que se estrena este 14 de febrero, la directora adapta las misivas que Carmen Conde envió a Katherine Mansfield, una autora neozelandesa que había fallecido unos años antes. Hablamos con la directora y las dos integrantes del reparto: Manuela Velasco y Estela Merlos.

A pocos días del estreno de la obra, ¿cuáles son vuestras sensaciones?
Paula Paz: Precisamente el sábado de la semana pasada (en relación al 1 de febrero), tuvimos una residencia técnica ya para poner el espectáculo en pie con todo el aspecto técnico, y el sábado 8 tuvimos un estreno, una primera función con público. Mis sensaciones son muy buenas, sí, estoy muy contenta con el trabajo que hemos hecho durante todas estas semanas y estoy deseando poder compartirlo con el público aquí, en La Abadía.

Partís de un libro de Carmen Conde a Katherine Mansfield. ¿Cómo ha sido el trabajo de llevarlo a una escena teatral?
Paula Paz: La idea era crear esta dramaturgia sólo a través de la palabra de Carmen Conde y también de Katherine Mansfield, y esta relación epistolar de ida solamente, estas cartas de Carmen Conde hacia Katherine en las que se cuenta también a ella misma, como bien dice ella, es un monólogo que en los demás resuena a eco, es una forma de explorar de forma íntima su proceso creativo, sus sensaciones, su sentir. Este ha sido el hilo conductor del que he partido y, tras un proceso de investigación de muchos meses, haciendo una selección de poemas, radiofonías de Carmen Conde y también de parte de su discurso de ingreso en la RAE, y todo esto mezclado con parte de las cartas, de los diarios y de poemas de Katherine Mansfield en inglés, encarnados por Estela Merlos, que representa esa voz, esa escritura.

Estela, Manuela, ¿qué ha sido lo más complejo a la hora de dar forma a vuestros personajes?
Manuela Velasco: Para mí, el proceso creativo de esta función y todo el proceso de investigación, lectura y acercamiento a la vida y a la obra de Carmen Conde y de Katherine Mansfield ha sido apasionante, emocionante, interesantísimo, me ha removido, me ha inspirado, me ha enfadado por un montón de cosas, por todo lo que vuelves a revisitar y eres más consciente de la situación de las mujeres a lo largo de la historia, de las mujeres artistas, de lo que pasó en España, de lo que pasó con la Guerra Civil y especialmente con las mujeres. Todo esto te vuelve a remover, me hace sentir una frustración grande, yo tampoco conocía a estas autoras. Me hace pensar, revisar por qué no hemos estudiado en el colegio a estas artistas, a estas escritoras tan importantes. Creo que ahora ya se estudian, pero desde luego cuando yo estudié no aparecían en los libros. Ahora, en el proceso creativo de tener que poner voz a Carmen, para mí realmente lo más difícil ha sido aprender a pensar y sentir como Carmen, a elaborar pensamiento y emoción como los elabora ella y como los escribe y nombra. Alguna vez a Paula y a Estela en el proceso de ensayos les he dicho, siento físicamente que mi cerebro se está ensanchando, es decir, que tengo que desarrollar una capa más para llegar a expresarme como Carmen. Ha sido muy difícil memorizar, porque los textos de Carmen son poéticos, no son lógicos, he tenido que aprender otros caminos para empaparme, sentir, pensar y articular como ella, apelar a otros lugares que no son los de la lógica, porque al final es poesía. Todo lo que se dice en esta obra son textos de Carmen, y todos los textos de Carmen son poéticos, aunque sean cartas. Es otra manera de discurrir, de pensar y de elaborar, algo que es muy personal de un artista. Eso ha sido lo más complejo para mí.

Estela Merlos: Para mí, como no hay tanta documentación, por ejemplo vídeos o fotografías de Katherine, he tenido que imaginármela mucho. Siempre está como en boca de otras personas, obviamente sí que tenemos sus diarios, pero me siento más como una extensión a lo que quizás ella querría expresar. He tenido que buscar también mi propia manera de interpretar sus palabras a través del movimiento, cómo transmitir y traducir su sensibilidad, su sutileza a través del gesto de lo más mínimo, de lo más pequeño a lo más extenso. Ha sido muy enriquecedor poder conocerla, porque tampoco la conocía. Me da rabia que muriera tan joven, fue algo muy corto, muy intenso, creo que el legado que nos deja es muy rico. Es algo como un poco más espiritual para mí, hay momentos en los que también me siento muy identificada con Katherine.

¿Creéis que esto va a servir para reivindicar su figura? ¿Qué se puede hacer para darlo continuidad?
Paula Paz: Hay muchas personas que estamos ahí, a quienes nos importa y que creemos que es una labor fundamental el poder traer en este caso a Carmen Conde y Katherine Mansfield. Debemos resaltar la labor que está haciendo también Juan Mayorga en el Teatro de La Abadía por poner luz, por subir a un escenario y acercar a todas estas mujeres que por diferentes motivos están metidas en un cajón, se las ha silenciado, están guardadas en armarios y que han sido tan importantes. Carmen Conde es una de las mejores escritoras, de las más grandes del siglo pasado, y que cuando la mencionas, incluso en círculos bastante cultos, mucha gente reconoce que no la ha leído.

Manuela Velasco: Y que vas a una librería y es imposible comprarte un libro de Carmen Conde, literal. Tienes que ir a librerías de segunda mano y pagar.

Paula Paz: Por eso quiero resaltar la labor de Juan Mayorga aquí en La Abadía, ahora con Carmen Martín Gaite también, hace dos años estuvimos también con otra obra, una especie de precuela, ‘Cartas vivas’, donde poníamos en valor las figuras de Carmen Laforet y de Elena Fortún. Creo que ese es el camino. Carmen Conde fue la primera mujer en entrar en la Real Academia de la Lengua Española, Juan Mayorga es académico, estamos en La Abadía, fundada por José Luis Gómez, también académico... creo que es el lugar idóneo para esta obra. Espero que las instituciones sigan lo que ya están haciendo y mucho más para poder poner en valor a todas estas mujeres. Me gustaría resaltar también la labor del patronato Carmen Conde en Cartagena, que cuida ese legado y lo impulsan, y también la labor de muchas universidades, de muchos académicos. Todos estamos en comunión para coger todos esos estudios, poder trasladarlos y hacer esa traducción a la escena, con la palabra, con la danza. Hay mucho interés por parte del público. Yo me sentiría muy feliz, y es uno de los objetivos principales, con que la gente se conmueva con la poesía de Carmen Conde y Katherine Mansfield y mover al espectador para que cuando salga de la obra tenga intención de leerlas y de conocerlas.

¿Con qué persona, viva o muerta, que admiréis os gustaría mantener una serie epistolar como la que hace Carmen Conde con Katherine Mansfield?
Manuela Velasco: Siempre digo que me gustaría mucho conocer y hablar con Jesucristo, me gustaría escuchar en primera persona su mensaje, que ha condicionado tanto y ha generado tantas cosas. Personalmente considero que todo eso que ha generado está tan alejado del origen que me gustaría saber cómo era este hombre, quien desde lo más humilde generó esta barbaridad que sigue siendo. Me gustaría conocer al hombre y qué decía para cambiar el curso de la historia. No tiene que ver con la religión, tiene que ver con el hombre.

Paula Paz: Me habría encantado estar en esa época, a principios del siglo pasado, en la que vivió Carmen Conde, también Carmen Laforet, Elena Fortún, cada una en diferentes etapas. Vivir esa Edad de Plata con todas esas mujeres que se carteaban, que esas cartas que son maravillosas, de apoyo, de sororidad y de una creatividad desbordante que parece que estamos descubriendo todavía. Esa etapa fue fascinante, aunque luego evidentemente fue truncada y ahora ha sido silenciada en cierta forma, pero ese me parece que fue un momento de ebullición y de creación, hay un montón de mujeres con las que me hubiese encantado cartearme.

Estela Merlos: A mí, en este caso, con mi padre. Perdí a mi padre hace 20 años y siempre me he quedado con las ganas de saber qué es lo que piensa ahora. Sí, para mí es algo un poquito más personal.

En principio la obra estará en La Abadía hasta el 2 de marzo, pero, ¿veis posibilidades de salir de gira con ella?
Paula Paz: Estamos hoy con Okapi, que es la primera vez que trabajo con ellos, lo estamos coproduciendo con José Velasco. Estoy feliz de haber tenido esta oportunidad de trabajar con ellos y de que hayan apostado por contar esta historia. El espectáculo se está distribuyendo para que viaje por toda España. Se iba a haber estrenado en el Cervantes Theater de Londres la temporada pasada, pero no pudo ser porque tuvimos que cerrar el teatro. Por lo tanto, se estrena aquí, en La Abadía, pero ese viaje que yo concebí que fuese en inglés y en español, esa relación de Katherine Mansfield que tuvo con Londres y con Inglaterra, estamos trabajando para que, a pesar de que el Cervantes Theater no siga abierto, podamos llevarlo a otro teatro en Londres. Estamos ilusionadas también a ver si puede viajar internacionalmente a otros países con los que estas autoras tuvieron relación.

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