La celebración de los 40 años como banda, la publicación de un nuevo disco, contar con el favor del público... Había numerosas razones para que Celtas Cortos se subiera de nuevo a los escenarios con la gira ‘Solos ante el peligro’, donde estarán acompañados por una orquesta sinfónica.

Os metéis en un tour especial, celebráis 40 años de la banda. ¿Cómo surgió la idea de hacer una gira sinfónica? ¿Viene muy dada por el último disco?
Jesús Cifuentes: Efectivamente, con este nuevo disco que hemos presentado en el mes de abril, ‘El mundo del revés’, hay cinco temas que están arreglados con una orquesta de cámara de nuestro buen amigo, director de orquesta y arreglista Gerardo Estrada. A partir de ahí, surgió la idea de que igual esto se podía ampliar, ese espectro de trabajo se podría ahondar con otros temas y montar todo este espectáculo. También contamos con el apoyo de Juanfran Senabre, un promotor con el que llevamos trabajando un montón de tiempo. En su imaginario, lo vio muy claro, ha sido también un poco el que ha empujado, el que ha tirado de esta idea, el que nos ha metido en capilla para reflexionar y tomar la decisión de que esto va a ser una cosa muy chula, que la gente que venga a ver este espectáculo pueda decir que nunca había visto a una banda como Celtas Cortos, que es multinstrumental, que tocamos un montón de palos, que la gente nos asocia más a una actitud más de rock and roll, en un entorno de serenidad y en el que la aportación de la orquesta y la sonoridad te pueda llevar a sitios diferentes.

¿Creéis que por esa esencia multinstrumental de la banda ya había un terreno propicio para amoldar las canciones a una orquesta sinfónica?
Goyo Yeves: Sí, sin duda, como tenemos esta fusión desde siempre, este veneno afortunado de la fusión, nos hemos metido muchos charcos, pero es verdad que nuestro estilo se adapta mucho a estos experimentos. Ya lo probamos en un disco, ‘In crescendo’, con una orquesta sinfónica de 80 personas en Oviedo para grabación del disco. Esa experiencia nos demostró que esto funciona. Es distinto, porque son canciones nuevas, no es una sinfónica sino una orquesta de cámara con toques sinfónicos. Ya lo vimos en este disco, ‘El mundo del revés’, que esos temas de repente cogieron una grandeza y una sonoridad, llevaba las canciones a un sitio que nos encantaba. Eso es lo que pretendemos ahora, pero con más canciones, con los temas también míticos de siempre. Todo ello de la mano de Gerardo Estrada y su orquesta Virtuós Mediterrani, que es la que va a girar en todas las ciudades con nosotros, es decir, no vamos a cada sitio con una orquesta, eso va a hacer que esto tenga mucha entidad y mucho cuerpo. Te juro que a la gente esto no se le va a olvidar porque va a vivir las canciones, va a vivir los arreglos, queremos darle toques diferentes, que los solos no sean siempre de guitarra sino que intervengan instrumentos de la orquesta con un piano de cola. Van a ser cuatro meses entre enero y abril, es un paréntesis, una experiencia, y luego volvemos, como siempre, al rock and roll, a las fiestas, no dejamos eso de lado, para nada. Esto es un proyecto muy emocionante sobre todo, nos involucramos en todos los sentidos, incluso a nivel empresarial.

Dentro de este último disco, el primer corte se llama exactamente igual, ‘El mundo del revés’, donde hay esa radiografía ácida de la sociedad, un poco en la línea de temas anteriores como ‘Skaparate nacional’. No hemos cambiado tanto.
Jesús Cifuentes: No mucho, desgraciadamente. En ese sentido, van cambiando los ingredientes del cuento, pero la base de las cosas malas siguen siendo las mismas, el hombre no solo tropieza tres veces en la misma piedra, sino 33.300 o las que haga falta. Hay mucho camino por andar y todavía hay muchas actitudes que cambiar.

La gira se llama ‘Solos ante el peligro’, muy parecido a ‘Solo ante el peligro’, otra de las nuevas canciones. ¿Cómo fue la intrahistoria, la fuente de inspiración?
Jesús Cifuentes: Es un momento en el que nosotros estamos muy activos, pero empiezas a tomar conciencia que dejas de cambiar los pañales a tus hijos para empezar cambiárselos a tus padres. Esa escena tiene mucho que ver con el contenido de esta canción, pero no se habla desde la perspectiva del temor o del miedo, sino sencillamente de que este río que es la vida tiene una dirección, hay que disfrutarla, pero tenemos que contar con que es así.

A la hora de elaborar el repertorio de esta gira, están los temas del último disco, pero también habrá muchos clásicos. Para elegirlos, ¿qué ha pesado más, el gusto del público o cómo se pudieran adaptar a este formato?
Goyo Yeves: Nos cuesta cada vez más elaborar repertorios, tanto para esto como para los directos, porque evidentemente son muchos temas, muchos discos, y pensamos siempre en esos ocho o diez temas que consideramos obligados de los que disfruta todo el mundo y que quiere escuchar. Por eso, en torno a la mitad de los repertorios nos enfocamos en esa mochila que llevamos, insisto, muy bien. Para esta gira hemos tirado de algún tema instrumental más que va a brillar especialmente con la orquesta, temas del último disco y hemos rescatado algún tema que hacía mucho tiempo que no cantábamos, que nos gusta mucho y que seguramente la gente también quería escuchar. Un poco de todo.

Jesús Cifuentes: Damos gusto a todos, tenemos en cuenta a la gente, las obras obligadas ahí están, pero nos damos el lujo también porque queremos dar a conocer lo nuevo que hemos hecho, e incluso rescatar temas antiguos que en una situación de concierto eléctrico no pueden brillar tanto. También ocurre que en un espacio como un auditorio se genera otro clima muy distinto, es ahí donde puedes recuperar algunos temas que en eléctrico quizá no sea fácil hacer que brillen. Aquí se pueden hacer inmensos, inmensos, grandiosos, apabullantes, y sin embargo la gente igual no tiene conciencia de ellos. Queremos aprovechar la circunstancia también para abrir los ojos a la gente y ampliar un poco el espectro.

Volviendo a los temas de este nuevo disco, hay canciones que muestran denuncia social como uno de vuestros grandes éxitos, ‘El emigrante’. ¿Le falta a la música actual compromiso con los problemas presentes de la sociedad?
Jesús Cifuentes: Hace un tiempo, como un par de meses, le hicieron una entrevista a Residente, de quien soy fan acérrimo, hablaba precisamente de esto mismo. Nosotros somos hijos de una generación de finales de los años 80 y primeros de los 90 muy combativa, de tener muy los pies en el suelo y de estar en contacto con los problemas de la calle, así hemos seguido nuestra trayectoria. La música es un elemento muy poderoso para no utilizarlo. Sin embargo, la música que se escucha actualmente se mira mucho más al ombligo, tiene una base mucho más etérea, el vínculo con lo social está totalmente roto. No puedo comprender eso. Tampoco se puede generalizar, pero sí que ha desaparecido un poco del espectro, supongo que también tiene una motivación histórica, porque nosotros somos hijos de la Transición y ahora los problemas están en otros ámbitos.

Al hablar de Celtas Cortos y de una gira parece casi inevitable recordar aquella que quedó inmortalizada en ‘Nos vemos en los bares’. ¿Qué recordáis de aquella gira tan intensa?
Goyo Yeves: En general la década de los 90 fue una cosa loca. Ahora mismo no podríamos estar ahí, hablábamos de 120 o 130 conciertos al año, llenándolo todo, un ritmo que ahora desde luego no podríamos seguir. Yo recuerdo que, para empezar, éramos muy jóvenes y que lo disfrutábamos, pero igual que lo disfrutamos ahora en el escenario. El disco ‘Nos vemos en los bares’ es el resumen de todo lo que habíamos luchado hasta entonces y hasta donde habíamos llegado. Recuerdo muchos nervios, porque grabar un disco en directo es algo muy nervioso, pero claro, estábamos en Valladolid, nuestra ciudad, nuestro público, tres días allí, siempre nos han llevado en volandas... Era ya el sueño hecho realidad y a partir de ahí seguir trabajando para llegar hasta donde estamos, pero disfrutando.

Jesús Cifuentes: Y muy ‘destroyer’, éramos los ‘cierrabares’, juntábamos la noche con el día, algo que ahora lo veo retrospectivamente y me agoto. Son etapas, era el momento de hacerlo, hay que vivir todas esas etapas.