Personajes

Alba Molina:

“Sería más hermoso si la gente no tuviera que pagar por la música”

La sevillana celebra sus bodas de plata en la música con ‘25 años’, un disco tan especial como diferente

Como hija de Lole y Manuel, uno de los dúos legendarios del flamenco, Alba Molina estaba predestinada a ganarse la vida dentro de la música. Más allá de ese legado genético, el esfuerzo y el compromiso con el arte la han llevado a cumplir 25 años como artista, efeméride que celebra con un disco.

Se cumple justo un mes del lanzamiento del disco con el que celebra sus bodas de plata en la música. ¿Qué balance hace a partir de las valoraciones del público?
Ha sido todo bastante compensado. Diría que ha ido in crescendo, hemos ido sacando canciones, single a single, desde hace quizás un año, para después reunirlos todos en este disco. Por lo tanto, he podido captar más fácilmente, canción a canción, cómo le sentaba la gente. La verdad es que ‘El sitio de mi recreo’ ha tenido bastante éxito. Estoy muy contenta por todo y bastante satisfecha con mi disco.

Este disco sirve para celebrar sus 25 años en la música, una cifra muy especial en la que muchos artistas optarían por un disco recopilatorio. No es el caso.
Pues la verdad es que no lo había ni pensado así, fíjate. Podría haber hecho un grandes éxitos de Alba Molina, o algo así, pero me apetecía cantar estas canciones. Difícilmente encuentra uno ahora a gente que escriba muy bien o que tenga una melodía perfecta, muy redonda. Entonces, me he decidido a hacer canciones que sé que van a funcionar, porque son canciones de siempre y que, en realidad, te llegan bastante al fondo. Claro, al compartirlo con estos compañeros, estas eminencias de la música, todo se vuelve mucho más goloso. Creo que hemos acertado, me parece una manera bastante nostálgica de hacerlo.

¿Ha sido muy difícil llevar a su terreno canciones como ‘Por la boca vive el pez’, de Fito y Fitipaldis?
No, no ha sido difícil porque esta canción yo la he cantado desde siempre y desde el primer momento me la he llevado a mi terreno. Ha sido bastante fácil, puesto que también Rafael Riqueni toca como los ángeles. La hemos llevado a un sitio un poco más bohemio, diría yo, más hippie. Me parece una mezcla súper curiosa, me gusta mucho esta letra porque Fito es un genio escribiendo, la combinación de esa canción con dos personas donde uno hace flamenco clásico y yo, que soy más popera aunque haya tenido otros caminos también, hace que salga un himno. La fusión es explosiva.

El año pasado visitaba Madrid con el proyecto Alba Molina Quartet para ofrecer un concierto de jazz. A lo largo de su carrera no se ha quedado en un solo registro.
Soy muy inquieta musicalmente, me gusta mucho experimentar, aunque hay que tener cuidado con esa palabra. Me gusta jugar mucho con la música, con mucho respeto, porque la música no es un juego, aunque pudiera serlo a la hora de sentir, pero no se debe tratar como tal, hay que tenerle un respeto. Cuando uno hace las cosas sinceras, en la profesión que sea, todo sale por los altavoces. A mí me gusta el jazz, me gusta la música clásica, y en estos últimos años he estado tocando música clásica, he hecho muchos boleros y otras cosas, aparte del homenaje a Lole y Manuel. Como te he dicho, soy muy inquieta musicalmente, es algo que va innato en mí desde siempre. Siempre me apetece explorar y a ver qué pasa, no probar porque tampoco me gusta eso, lo tengo mucho respeto, pero sí ver cómo me funciona a mí. No es tan difícil saber cuándo una cosa te funciona, yo por lo menos lo veo bastante claro, y hay cosas que ni de coña, con perdón.

¿Es difícil encontrar esa fórmula que funciona y no sentir que se ha exprimido demasiado?
Puede ser, claro que sí. Lo que pasa es que las cosas naturales... Puede que no te gusten, pero si te gustan, te gustan mucho. Este disco es muy natural, no parece que fueran canciones de otra gente.

Este álbum veía la luz a finales de 2024, pero en 2023 publicaba ‘Nuevo día’. El hecho de ser un trabajo únicamente acompañado al piano por Pepe Rivero, ¿lo convierte en el trabajo más desnudo que ha hecho desde el punto de vista musical?
Cada disco que saco siempre es mi preferido en el momento. La sensación que tengo es más de algo experimental, hay mucha información. Pepe Rivero toca mucho, hablando pronto y claro, es muy virtuoso, conoce muy bien el piano y la armonía, así que puede hacer lo que se proponga, por donde se lo quiera llevar él. Eso me hace, de alguna manera, sacar cosas de mí que yo no encuentre fácilmente o que no esté acostumbrada. Ha sido un trabajo donde sí que me he asomado a muchas cosas distintas que no sabía. Aun así no sé si es el disco más desnudo, creo que el más desnudo es ‘El beso’, este ‘Nuevo día’ es como más salvaje.

Si nos vamos a 1998, año en el que publicó su primer disco, ¿qué recuerda?
Ya ha llovido un rato desde entonces. Es un disco que hizo mi padre en realidad, siempre me gusta meterme en lo que hago, soy celosa de mi música y de mis cosas, pero en este disco yo era más pequeña y obviamente tenía a mi padre, confiaba plenamente y se lo dejé por completo a él. Era un disco también muy lindo, lo recuerdo como algo dulce.

¿De qué se siente más orgullosa en estos 25 años de carrera?
Me siento muy satisfecha con todo lo que he hecho musicalmente, quizás no tanto desde el punto de vista personal como musical. Siempre se puede hacer mejor, claro, si no fuera así me habría convertido en ‘la fenómena’, ¿no? Pero no me refiero a eso, sino que todo lo que miro, todo lo que veo, todo lo que recuerdo me queda el pensamiento de “qué bien”, no me rechina. ¿Sabes cuando piensas en algo y te molesta? Con la música no tengo reproches hacia mí misma. Por suerte, tengo el privilegio de haber hecho lo que he querido musicalmente.

Tiene un post fijado en su perfil de Instagram donde afirma que “el éxito, para mí, es sentirse viva”.
Siempre es importante el reconocimiento de tu trabajo y todo eso, sí, pero el éxito yo lo veo como una cosa mucho más profunda, lo veo como, por ejemplo, sentirte tranquila con lo que has hecho. Eso es el éxito para mí. Otra cosa es la fama, el dinero, la industria. Cuando subo al escenario, ahí me siento completamente viva. Aunque pueda estar pasándolo mal por cualquier cosa, es lo mismo, estoy muy viva.

¿Es incompatible el dinero, la fama y a la vez hacer algo que te gusta sin estar bajo las directrices de la industria?
Pues mira, la verdad que el dinero no lo sé porque yo no tengo mucho. Creo que es un error querer hacer música y venderla, hemos cometido un error con eso. El arte es una cosa muy especial y muy delicada que no se puede desvirtuar. Vivo de la música, que está bien, pero sí es verdad que sería mucho más hermoso si nadie tuviera que pagar por ello, seríamos mucho más verdaderos, aunque seríamos muchos menos los artistas dedicados a esto.

En una entrevista concedida el año pasado a ‘La Razón’ aseguraba que “en la música es muy fácil prostituirse rápidamente”. ¿Es eso lo que le ha llevado a producir sus propios discos?
A mí me gusta tanto hacer música que la tarea de producir es algo que me llama. A no ser que tenga la posibilidad de trabajar con un productor con el que quiera especialmente trabajar porque quiera un sonido concreto o un concepto, prefiero hacerlo yo. Yo me meto en todo, si esta toma me gusta, o si el tiempo de la canción lo hemos cogido demasiado lento, demasiado rápido... me meto en absolutamente todo. Normalmente los productores son productores, es decir, no dejan que te metas en determinados terrenos, salvo que sea alguien muy amigo o cercano. Cada uno hace su trabajo. En este caso, yo no solo soy intérprete, soy músico también; más bien soy músico que cantante, o así lo siento. Tener que pasar por ciertas cosas musicalmente para tener éxito, fama o dinero, para mí, es prostituirse

Si pudiera volver a un momento determinado de estos 25 años para revivirlo, ¿cuál sería?
Me gustaría volver a revivir, por ejemplo, la actuación que hice en el Lope de Vega donde se grabó ‘Alba Molina canta a Lole y Manuel’, aquel directo.

En discos como ‘El beso’ hay un sello familiar, tanto con la participación de Andreas Lutz como de tus hijos. ¿Le impulsa ese apoyo para continuar en la música?
Es muy gratificante, da mucho placer saber que en tu casa hay música por todos lados. Mi niño ahora toca la guitarra, también canta, pincha... Lucía también, y Andrea, por supuesto. En casa, el que no está escuchando música en Spotify es porque está cantando. Estoy acostumbrada, porque en mi casa lo que se ha hecho es escuchar música, y bailar y cantar, estar toda la familia junta, ha habido mucha alegría. Es una forma de vivir.

¿Dónde se ve dentro de otros 25 años?
En mi casa, tranquila, con mis hijos y mi perro, aunque me temo que él ya no estará entonces. Y si puede ser con Andreas, mejor.

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