Personajes

Soraya Arnelas:

“Siempre he dicho que Eurovisión no es político, ahora empiezo a dudarlo”

La extremeña presenta nueva canción, ‘Earthquake’, como adelanto de su próximo disco. También se moja sobre la polémica reciente en la que se vio inmersa

Con una carrera artística más que consolidada y una personalidad marcada, Soraya Arnelas vuelve a demostrar que no siente vértigo a la hora de experimentar con nuevos sonidos. La primera carta de esa baraja es ‘Earthquake’.

Publicas nueva canción, 'Earthquake'. Siempre has sido una abanderada de la música dance, pero quizás has ido un poco más allá con este tema.
Es cierto que los tiempos evolucionan y la música que yo hacía electrónica no es la de ahora. Lo que había que hacer en este momento de mi carrera era sorprender, y para eso me he juntado con productores muy jóvenes que están muy a la orden de las nuevas tendencias, de los nuevos sonidos. Lo hacía la gran Madonna, y lo sigue haciendo, juntándose con gente que es sumamente novedosa, sumamente buena, así que yo he querido seguir un poco esa línea, juntarme con gente que sea mejor que yo. Te tengo que decir que este 'Earthquake' empecé a producirlo yo en casa, comencé a jugar, por una necesidad vital de querer agarrarme de nuevo a la música de baile, porque a mí la música me salva muchas veces de momentos tristes, de momentos de bajón y yo, al principio de este año, en enero, perdí un bebé, fue un golpe muy fuerte y, en vez de quedarme dando vueltas sobre ese bucle nocivo que a veces tenemos todos de agarrarnos a la tristeza, yo directamente me agarré a la música, es el momento de volver a la pista de baile, es el momento de dejar que la terapia del baile se ponga en mí. Así hemos creado este 'Earthquake' que es un terremoto porque así es la vida, terremotos constantes.

Hay una parte de innovación pero también otra que mantiene tu esencia de temas anteriores, ¿es difícil mantener ese equilibrio?
Creo que lo más fácil es la esencia, conozco muy bien quién soy, mi producto y lo que he hecho hasta ahora, eso no es lo que me cuesta, lo difícil realmente es innovar, es dar con esa tecla con la que puedes sorprender al mercado y a tu público, incluso mucho más allá de tus fronteras. Lo digital va a una velocidad increíble hoy en día y de repente te piensas que estás haciendo algo nuevo en tu país pero es que en el país vecino van cinco veces más rápido. Simplemente he querido evolucionar con respecto a mí, a mi carrera y a mi sonido.

Es un adelanto de 'Dos mundos', el disco que verá la luz próximamente. ¿Va a ir el álbum por estos derroteros?
Sí, tiene dos mundos. Voy a cumplir 42 años, soy una mujer dual, yo creo que como todos en general, lo que pasa es que lo tengo muy firme, muy presente, de repente me gusta cantarle a mis hijas como de repente me suba al escenario de lo más moderno y con el sonido más último. Por eso le he querido llamar así, 'Dos mundos', de hecho la antesala de este álbum es 'Luces y sombras', que vuelve a ser dual. Yo soy así, lo tengo grabado a fuego en mi cuerpo, de repente siento algo y al poco tiempo ya no lo siento y estoy en el otro lado, juego mucho a los contrastes porque es mi manera de apreciar lo que tengo y de probar cosas nuevas. Considero que ese punto de la dualidad nos beneficia mucho a los artistas, el no tener miedo a ir a la apertura nos hace innovar, yo juego todo el rato a lo que siente mi corazón, entonces, de repente, voy al pop pero de pronto estoy en el dance. Es un álbum físico en el que van dos EP dentro, un con un sonido electrónico y otro con un sonido más pop, así que va a haber para todo el mundo. A la misma vez es un álbum de 20 años de carrera en el que retomo lo que siempre he hecho, el pop y el dance, de hecho justo en el arte del álbum, debajo del nombre de 'Dos mundos' pone “una historia de amor entre el pop y el dance”. Es real, yo he vivido siempre a caballo entre esos dos mundos.

Cantante, compositora, productora... Esto te ha permitido dar un sello muy personal al disco, pero también habrá supuesto más trabajo. Muchísimo más, yo ahora voy de viaje en los aviones y estoy todo el rato creando conceptos, si antes ya me llevaba tiempo ahora todavía la implicación es más grande. También creo a través de la curiosidad y de lo novel, porque estoy empezando con el mundo de la producción, para mí es como jugar ahora mismo con piezas, estoy muy ilusionada y, sobre todo, mi propósito de aquí a unos años es, aunque no me gusta hacer todo por mí misma, me gusta trabajar en equipo, mejorar en la producción, porque si bien es cierto que componer y la interpretación, incluso el diseño de las portadas y la escenografía de mis giras lo hago yo sola, en la producción estoy todavía empezando y requiero de un equipo. Estoy currándome todos mis temas.

Cuando das el paso de hacer algo más innovador, ¿sientes vértigo a la hora de ver qué respuesta puede tener entre el público?
No tengo vértigo. Ponerte límites a la amplitud de lo artístico sería coartar y cerrar las posibilidades, la música es tan amplia, es tan infinita, que tener miedo a eso sería coartarme en ese mundo artístico. Cuando compongo lo hago por necesidad, no siempre me vienen a ver las musas, estoy en un momento lúcido, en un momento de necesidad vital de sacar muchas cosas y me está viniendo muy bien para componer temas y para producir, pero no siempre estoy con eso, por eso a veces me reúno con otros productores o incluso yo tengo temas en algunos álbumes que no he compuesto.

En una entrevista anterior comentabas esa especie de testeo que habías hecho entre tu entorno con 'Earthquake', ¿cómo fue ese proceso?
Tenía tantas ganas de compartir el single con la gente que quería hacerlo, obviamente no a una gran masa, pero sí en un ámbito más pequeñito, con mi familia, algunos artistas que son amigos de la industria, mi club de fans de siempre, que se lo merecen todo porque ellos están siempre ahí...Testé un poquito y les pedí que se grabaran mientras la escuchaban para ver su primera reacción. Ha sido muy bonito. He quitado muchos momentos, porque si no sería un vídeo de muchísimos minutos, pero me ha encantado ver sus reacciones y sobre todo la ilusión. He visto mucho desconcierto al principio, mucha ilusión, he visto mucho disfrute, ha habido mucho bailecito y empoderamiento. He visto mucha fuerza en la gente que ha escuchado el tema.

Decías que en este disco van a convivir dos EP, uno más pop, otro más dance. Pensando ya un poco en la gira, en esa puesta en escena, ¿tienes pensado diferenciar el show en dos partes?
Correcto, de hecho tiene que ser bastante brusco, no me quiero quedar a medias tintas, quiero que una primera parte empiece con el pop, que haya un parón real, que haya unos visuales, unas luces, que haya un momento de earthquake y que luego venga toda la escena electrónica. Por supuesto todo lleva sus colores, su escenografía, su vestuario. Estoy preparándolo de cara al año que viene, pero tiene que ser un reflejo de ese dos mundos.

A lo largo de tus 20 años de carrera has mostrado mucha valentía a la hora de explorar nuevos horizontes, de innovar. ¿Crees que hay conformismo dentro de la industria musical?
Hay miedo a perder la esencia de uno, y yo creo que es todo lo contrario. Hay muchos artistas que tienen ya su sonido, su manera de cantar y les da como un poco miedo perder la autenticidad, creo que lo que nuestro público nos pide muchas veces es también un resurgir de nuestros proyectos, el que a veces sorprendamos. Depende del artista, obviamente. Yo siempre he acostumbrado a mi público y a mí misma a no estar quieta nunca, a la necesidad de cambiar de look, de cambiar el sonido, he sido muy real porque todo lo que he hecho a lo largo de estos 20 años ha sido así, cuando he necesitado cantarle a mis hijas o a mi pareja lo he hecho y no he tenido miedo de salir con un sonido. A veces lo que nos pasa a los artistas es eso, que tenemos un poco de miedo, pensamos que el público no acepta estos cambios, y yo creo que lo que más le puede motivar al público en general es que de repente tu artista un día te sorprenda con algo nuevo. Eso engancha incluso mucho más a veces.

Eres madre de dos hijas, ¿cómo es esa faceta de conciliar siendo artista?
Muy difícil, tremendamente dolorosa. Ahora, por ejemplo, cuando me voy de gira normalmente iba acompañada por mi pareja, ahora él se queda en casa con las niñas, mis hijas me preguntan muchas veces me preguntan que si me marcho otra vez. Es muy doloroso. Olivia, que es la pequeña, sobre todo es la que más lo nota, porque Manuela pues se entretiene más, ya tiene sus amiguitos, pero Olivia es muy pequeña y romper ese vínculo tantas veces, sobre todo en verano que es cuando más estamos en activo, me duele bastante. Sí que trato a veces de anteponer lo familiar, cuando son cumpleaños o celebraciones, yo tengo que estar en casa y, de hecho, mi equipo de trabajo sabe que por las tardes paro de trabajar para estar en casa. Estoy segura de que la elección de ser madre implicaba esto, antepongo también mi faceta personal.

Tu nuevo tema, 'Earthquake', significa terremoto, como el que te viste implicada, de forma indirecta, tras el festival de Eurovisión. ¿Ha habido algo que te haya dolido especialmente?
No, para nada. Siempre digo que en el festival de Eurovisión se ha creado una palabra que es real: el eurodrama. Todos los años, pase lo que pase, el festival de Eurovisión siempre trae alguna polémica, y este año el festival ha sido muy tenso debido a este conflicto entre Israel y Palestina. Era muy palpable, de hecho han tenido que dejar atrás al equipo de Holanda. En mi caso, como vocal que era de un jurado, ni siquiera había votado, he querido hacer mi trabajo como me han pedido, como correspondía. Llevo muchos años defendiendo que el festival de Eurovisión no es político, pero empiezo a dudarlo y no me gustaría que fuera así. Este año ha sido muy complicado ponerte delante de tantísima gente con una tensión palpable. Al final, gracias a dios, la final fue muy limpia y no se retiraron los países que inicialmente amenazaron con ello, parece que las aguas volvieron a su cauce. Eso no quiere decir que el conflicto no exista, sigue sucediendo y actualmente a día de hoy son más de 50 conflictos los que hay en el mundo, estamos viviendo en un momento de guerra mundial, es un momento muy tenso y un festival de esta envergadura, tan grande, no iba a quedarse exento de eso. La música también habla, la música comunica y ha habido muchos participantes que lo han dejado claro. Yo simplemente era la vocal de España y me he limitado a hacer mi trabajo como se me ha pedido, pero siempre está la polémica porque si saco bandera o no saco bandera, si digo o si no digo... al final el eurodrama existe todos los años. Conozco muy bien el festival y sé hasta dónde tengo y hasta dónde no, hay opiniones personales que las mantengo fuera de mis contratos laborales, a mí se me ha pedido hacer un trabajo y he cumplido con ello, mis opiniones personales las hablo con otros compañeros, con amigos, familiares, donde haya que hablarlas. Sí, soy madre, soy persona, por supuesto, a mí me duelen muchísimo estos conflictos que hay, claro que nos afectan a todos, en pleno siglo XXI a nadie le gusta saber que hay gente inocente muriendo. Entonces, a mí que no me etiqueten de nada. Hay sitios donde se puede y otros donde no se puede, eso no se llama ser o no ser partícipe, se llama ser profesional.

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