La madrugada del sábado al domingo a las 02.00 h. serán las 03.00 h. por lo que habrá que cambiar la hora del reloj
Hasta el 26 de octubre se seguirá el horario de verano, preferido por la mayoría de los españoles, a pesar de que los estilos de vida han cambiado mucho desde que se estableció esta normativa

La Unión Europea (UE) fija tanto una fecha como una hora comunes a todos los Estados miembros para el comienzo y el fin del conocido como horario de verano. La madrugada de este sábado día 29 al domingo 30 de marzo se realizará el cambio que se mantendrá hasta el próximo 26 de octubre para cumplir la normativa en vigor. Según se establece habrá que adelantar una hora los relojes, por lo que a las 02:00 h., automáticamente, serán las 03:00 h.
La última comunicación de la Comisión Europea al respecto, que se realizó en 2021, fijó hasta 2026 las fechas en las que se tenían que producir los cambios. Sin embargo, esto no significa que el año que viene vaya a cambiar, pero tampoco que se vaya a mantener. Por el momento, el Consejo de la UE, formado por representantes de los gobiernos de los países miembros, no ha tomado una decisión definitiva al respecto, a pesar de que el Parlamento Europeo en 2019 apoyó la propuesta de la Comisión Europea en la que se permite a cada país que decida si mantener su horario actual o fijar uno definitivo sin ajustes bianuales mediante una consulta pública.
EL 93% DE LOS ESPAÑOLES PREFIEREN UN HORARIO DEFINITIVO
En la consulta pública efectuada sobre este asunto en 2018 se observó que el 93% de los españoles participantes apoyó la eliminación del cambio de hora, superando la media europea. A pesar de que se situó en un número alto, un 84%, está por debajo de la media nacional. Ese mismo año, tras la controversia que genera esta modificación horaria el Gobierno acordó una Comisión de personas expertas para el estudio de la reforma de la hora oficial.
Entre otras funciones debían encargarse de presentar un informe de evaluación de las disposiciones reguladoras del cambio horario, así como sobre la conveniencia de mantener en nuestro país la hora de Europa central. En el documento, con fecha 20 de marzo de 2019, esta Comisión concluyó que “no era aconsejable producir ningún cambio precipitado en los husos horarios mientras no existiese un consenso compartido y una difusión práctica a nuestra ciudadanía de los riesgos y oportunidades que comporta”.
Según indicó, lo “prudente” por parte del Ejecutivo central sería mantener el cambio estacional e ir nutriéndose de argumentación suficientemente consolidada y compartida.
¿SE AHORRA REALMENTE ENERGÍA CON EL CAMBIO DE HORA?
De acuerdo con el organismo, el informe más actual sobre el tema (2015) fue elaborado por la Comisión de Industria, Investigación y Energía del Parlamento Europeo en 2018.
Todavía no se ha analizado el impacto del cambio de hora en un contexto como el actual, pero según detalla la investigación realizada hace una década, los cambios de hora estacionales pueden producir ahorros, aunque son reducidos, y no hay certeza de que los beneficios se obtengan por igual en todos los Estados miembros de la UE. Esto, puede verse reflejado en el coste de la iluminación a la baja, pero la factura de la calefacción podría incluso aumentar.
SE APROBÓ CON HÁBITOS DE VIDA DISTINTOS
En el momento que esta normativa entró en vigor no se llevaban a cabo tareas de oficina en casa y, por ende, no se planteaba que el trabajo supusiera un incremento en el consumo energético. Por motivos de este tipo se debería realizar un análisis prolongado en el tiempo para evaluar los distintos escenarios y las consecuencias estacionales. Los avances en tecnología han impulsado sistemas de eficiencia energética en iluminación , climatización o en el autoconsumo.
¿EL HORARIO DE INVIERNO O EL DE VERANO?
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) llevó a cabo una encuesta en 2024 con una muestra de 1.337 personas. Los resultados arrojados mostraron que el 70% de españoles prefiere el horario de verano frente al 23% que esta a favor del horario de invierno.
Sin embargo, un reciente estudio mundial en el que ha participado Darío Acuña, profesor emérito del Departamento de Fisiología de la Universidad de Granada, ha advertido del impacto biológico negativo que tiene el cambio horario en las personas y ha apostado por mantener el horario de invierno, al ser más equilibrado.
En concreto, el informe argumenta que las variaciones de luz a lo largo de las estaciones son ligeras para permitir la adaptación humana, pero que con el cambio al horario de verano se rompe. Además, el horario de invierno evita el exceso de luz por la tarde y noche, considerado perjudicial para la salud al alterar el sistema cronobiótico de las personas.