La banda barcelonesa presenta ‘No sé pk’, su primer disco, en el que muestran de forma fiel las influencias de diferentes estilos, desde el rock hasta la rumba
Éxtasis:
“En esta vida necesitamos poner etiquetas, incluso en las relaciones”
Tres chicos de Viladecavalls (Barcelona), que hacían música desde muy jóvenes en un garaje con el claro objetivo de hacer de este arte una forma de vida. Esta es, a grandes rasgos, la historia vital de Éxtasis, una banda que ahora escribe nuevos capítulos en su trayectoria de la mano de ‘No sé pk’, su primer LP.
Unas semanas después del lanzamiento de vuestro primer disco, aunque quizás sea pronto para hacer valoraciones, ¿qué sensaciones tenéis, cómo lo está cogiendo el público?
Gerard Giner: Sacamos el disco la semana pasada y dimos el concierto en La Razzmatazz 2 en Barcelona y parece que haya pasado un mes. Con todo lo que está pasando en Valencia estamos un poco todos removidos y sin mucho ánimo de nada, la verdad es que estamos con la mente ahí y se ha parado todo. Arrancamos a saco el disco, hicimos mucha promoción en Barcelona, hicimos el concierto de nuestra vida porque es una sala muy mítica donde habíamos ido a un montón de fiestas y a ver conciertos.
Álex Salguero: Ya tendremos tiempo como para darle el mimo y el cariño y ahora toca centrarse también en lo de Valencia, pero creemos que está gustando mucho, está llegando a muchísima gente a través de lo que podemos ir viendo por Spotify y por redes, así que súper contentos.
A modo de aperitivo ya habíais lanzado varias canciones, por ejemplo, ‘Ojitos marrones’, con muy buena acogida entre el público. ¿Da un punto de calma ese recibimiento a la hora de sacar el disco
Gerard Giner: Total. El disco ha sido más una consecuencia de sacar canciones y no el objetivo principal, es decir, nuestro objetivo desde hace un par de años era lanzar canciones para hacer ruido, para llegar a gente, para tocar a las puertas de la industria. Hemos sacado canciones y al final vimos que teníamos diez temas que nos flipan, teníamos un disco. Pero sí, hay un poco de calma porque en el caso concreto de ‘Ojitos marrones’ fue la canción que realmente rompió el plástico. Cuando eres una banda que está empezando, sacas canciones y al principio las escuchan tus amigos, no llegas a un público más global.
Álex Salguero: ’Ojitos marrones’ rompió un poco la zona de confort que teníamos de familia, amigos y gente que ya se había empezado a acercar, de Barcelona sobre todo. Eso lo notamos sobre todo en el concierto de Madrid que dimos en junio, empezamos a ver que esa canción sí que llenaba y vendimos más tickets de lo esperado.
Jordi Pujol ‘Putxi’: Ves que la gente compra tickets porque te ha descubierto por una canción. Al acabar el concierto hablamos con el público y muchos nos dijeron que nos habían descubierto a través de esa canción y de TikTok. Es que es la única arma, tío, porque si no estás en una multi muy cañón o eres un producto que sales en la tele, rollo un ‘triunfito’, si tú empiezas de cero, el único canal que tenemos son las redes y que una canción, por cosas de la vida que es súper difícil, guste. Hemos sacado colaboraciones con Sidonie y con Chica Sobresalto, pero ninguna rompió el plástico como esta, de esa forma tan orgánica.
A raíz lanzamiento del disco publicabais un post en Instagram en el que dejáis claro que no hay etiquetas que se ciñan a vuestra música. ¿Qué opinión tenéis de la tendencia de la industria, y también de los medios a catalogarlo todo?
Gerard Giner: Es normal porque en la vida necesitamos poner etiquetas, incluso en las relaciones personales. Luchamos contra esto en todos lados. Obviamente somos una banda de pop rock, y en directo somos una banda de rock and roll, lo que pasa es que hay un poco de prejuicio del rockero de solo rock, chupa, gafas del sol... y a mí me flipa mucha música.
Álex Salguero: Por suerte, a nivel de consumo actual creo que hay cosas muy malas, pero cosas buenas que yo creo que la gente poco a poco se ha ido quitando de etiquetas, ya les da igual escuchar el rock de toda la vida, tengo la percepción de que cada vez a gente es más de canciones y que si le gusta algo lo escucha y lo comparte con la gente.
Gerard Giner: Más que por la gente, era por nosotros mismos. Si de primeras en este disco de debut intentamos hacer cosas más rockeras, más poperas, más dance, más rumberas y más lo que sea, tú ya marcas que esto va a ser así. Por ejemplo, Los Zigarros, una banda de estilo, de rock and roll, si de repente hacen un disco donde te meten una rumba, te va a sonar raro. Nosotros queríamos marcar desde un principio que vamos a hacer esto porque es lo que nos gusta. Hacemos pop rock.
En ese mismo post hablabais de aquellos CD de grandes éxitos que os grababais y que iban desde Springsteen hasta Pereza, pasando por Joaquín Sabina, Serrat o Estopa. ¿Tenéis la sensación de que la industria se está centrando en una oferta más uniforme?
Gerard Giner: Totalmente, pero esto creo que pasaba más antes, ahora con el Spotify ha cambiado un montón. Antes escuchábamos la música que estaba en la radio, y antes molaba la música que estaba en la radio, podías escuchar a grupazos y descubrías a otros nuevos, ahora es reguetón, que todo es lo mismo. La radio no simboliza mucho la música que se hace en este país ni que se escucha. Pero a través de Spotify y de los festivales, creo que está cambiando un poco.
Jordi Pujol ‘Putxi’: Ahora la herramienta para descubrir grupos es mucho más Spotify, aquí juega el algoritmo y todo lo que provoca, que no siempre es bueno, pero sí que hay una parte muy interesante de hacer una ‘playlist’ o entrar en alguna de las que han creado otras personas donde hay canciones de todo tipo.
Hablabais de esa actuación en Razzmatazz, pero en vuestra página web tenéis una foto de la actuación en la Plaza del Trigo de Aranda de Duero, dentro del Sonorama. ¿Qué recordáis de ese día?
Álex Salguero: Es un sitio súper mítico, todas las bandas que empezamos a sacar un poco la cabeza tenemos en mente hacer el check de pasar por ahí, en la carrera hay un sitio donde pone Plaza del Trigo, Sonorama, y mola pasar por ahí. Parece muy grande y al final estás tocando en un sitio donde mucha gente no te conoce, no es como otros conciertos donde la gente está cantando tus canciones, que han pagado un ticket para verte, pero sí que es impresionante. El Sonorama es uno de los festivales en los que la gente va a descubrir música. Me acuerdo poco de lo que pasó aquel día, subir al escenario y bajar. Es un concierto en el que estás pensando un montón de meses y, de golpe, todo pasa en un instante.
Gerard Giner: A mí me gustó mucho, pero no me impactó tanto, me quedo más con los del otro día, ver una sala de 700 personas cantando nuestros temas y estando ahí por nuestra música. Cuando eres emergente te acostumbras a hacer conciertos casi como un clown, o sea, como un payaso, haciendo que la gente esté pendiente de ti, que no se desconecte. De repente en Razzmatazz era público que estaba ahí por nosotros. Es mucho más fácil tocar para gente que esté cantando tus canciones que hacerlo para gente que no te conoce, que está ahí de paso.
Jordi Pujol ‘Putxi’: Pero es verdad que se aprende mucho en los conciertos de festival sobre cómo hacer un show y crear un show donde la gente esté una hora o 45 minutos conectada con tu música sin saberse las canciones. Cuando llevas esto a una sala, ya es la hostia, eso es porque la gente está conectada y además esa gente se sabe las canciones.
Os conocéis desde pequeños, lleváis haciendo música bastante tiempo. ¿En qué momento visteis que os podíais dedicar a esto, que había un futuro en la música?
Álex Salguero: Hay una cosa bastante curiosa: siempre hemos pensado que nos dedicaríamos a esto. No creo que hubiera un plan B, obviamente, haces música por necesidad, estamos aquí porque necesitamos la música como estilo de vida, nos salva el día a día, nos ha salvado en muchas ocasiones, pero creo que siempre lo hemos tomado como una profesión, que teníamos que ir a por todas porque esto va a ser nuestro oficio. Sí que fuimos sacando canciones a ver qué pasaba, si hacíamos un disco o no, pero el sentido de que nos íbamos a dedicar a esto siempre ha estado ahí.
Gerard Giner: Me acuerdo con 17 o 18 años estar en un garaje tocando y sentir que sí nos íbamos a dedicar a la música, eso pasa, aunque parece como muy romántico, estás tocando en un garaje y sientes algo en el pecho. Desde ese momento hasta ahora, ya por cabezones, vamos a hacerlo. Sí, somos bastantes cabezones.
A nivel individual, dentro de estas diez canciones que integran el álbum, que navegan por estilos muy diferentes, ¿cuál es vuestra favorita?
Gerard Giner: Depende del día. Pero, no sé, yo le tengo un cariño especial a ‘Echar la vista atrás’, que es una canción más acústica, tranquilita, y también a ‘Ojitos marrones’ por lo que te decía antes, es la primera canción con la que lo hemos petado. La gente que dice, “tío, cantar mi hit me aburre”, es como “no me jodas”. Este verano hicimos cuatro festivales, estuvimos en Cazorla y en Manzanares y había gente cantando esta canción, todo esto sin entrar en Spotify ni en una playlist. Somos un grupo que a lo mejor hace ‘mainstream’, pero somos ‘underground’. Cómo no te voy a decir que es de mis favoritas si cada día en Spotify tiene casi dos mil reproducciones.
Jordi Pujol ‘Putxi’: Para mí, ‘Escalera azul’ es una canción a la que le tengo un cariño especial. Ha pasado mucho tiempo desde que la empezamos hasta que salió y durante este tiempo que ha sido nuestra, a mí me ha acompañado un montón, ha sido la canción del grupo que más escuchaba en mis momentos tranquilos.
Álex Salguero: Yo, desde el bolo de ‘Razz’, he reconectado bastante con una de las primeras canciones que sacamos, ‘No sé cuánto tiempo’. En ese concierto sentí alguna cosita. Somos tristones también.
¿Cómo fue el proceso de decidir el orden de las canciones dentro del disco al no tener un hilo tan evidente?
Gerard Giner: Por vibes, arrancamos con esto, vamos ahí y después hacemos esto. Todo es muy importante y, a la vez, no lo es tanto. No te puedes implicar sentimentalmente en el orden del disco, en cómo quieres que la gente la escuche. Decidimos empezar con ‘Tiburón’, algo más fresco, rockero, más canalla, y después ir con algo más dance... ir conduciendo al oyente, que tenga un viaje. Imaginaba a alguien escuchando el disco y pensaba en cómo podíamos sorprenderle.
En enero estaréis dos noches seguidas en la Sala Siroco, dentro del Inverfest. ¿Tenéis claro cómo van a ser esos conciertos?
Gerard Giner: Van a ver una banda de amigos, van a ver, y creo que es nuestra seña de identidad en el directo, una banda dejándose la vida intentando contar muchas cosas a través de las canciones. Al ser dos noches seguidas, intentaremos que cada noche sea especial y no hacer un copy-paste, también porque sabemos que hay gente que va a repetir.
Álex Salguero: Hemos conseguido plasmar el ecosistema que tenemos nosotros, vivimos juntos, tenemos la vida que tenemos... Cuando escuchas el disco es un viaje, puedes estar súper contento y luego pasar a algo profundo. Intentamos en el directo que puedas entrar en nuestro pequeño ecosistema de una vida bastante loca y que puedas conectar también con eso, que entiendas el mundo en el que nosotros tenemos en la cabeza.