Nació hace treinta años como una empresa tecnológica creada por un hombre humilde, hace dos décadas fabricó su primer coche y hoy es la compañía que más coches enchufables (eléctricos e híbridos) vende en todo el mundo. Esta es, a grandes rasgos, la historia de BYD (iniciales de Build Your Dreams, Fabrica Tus Sueños en español), la marca que se está haciendo un hueco a pasos agigantados en el mercado automovilístico nacional.

La fórmula del éxito no tiene secretos, como explica a GENTE su jefe de Marketing en España, Íñigo Trasmonte. “Fabricamos casi el 90% de los componentes de nuestros vehículos. Las baterías son nuestras, ya que somos el segundo fabricante mundial de baterías de litio ferrofosfato, las mejores del mercado. La plataforma es nuestra y modular, por lo que la adaptamos a los modelos. Fabricamos nuestros motores y muchos otros componentes. Esto nos permite lanzar modelos muy rápido y contener los costes gracias a la economía de escala”, señala sobre uno de los grandes atractivos de sus modelos: unos precios inferiores a los de vehículos similares o incluso de otros con menos prestaciones de otros fabricantes.

Pero esta característica no es la única que destacan en BYD, que no escatima cuando se trata de atraer a los mejores profesionales para que sus vehículos sean atractivos. Sus coches los diseña un equipo de 800 personas dirigido por Wolfgang Egger, creador de toda la familia de A3, A4, A5, A6 y R8 de Audi. Esa filosofía, la de trabajar con los mejores, la han aplicado también a la hora de implantarse en España. “Trabajamos con los mejores grupos de concesionarios de España. En cada provincia, el mejor concesionario es el nuestro”, señala Trasmonte, que indica que esa es una de las cuestiones que les ha permitido ganarse la confianza del cliente español. “Si eres una empresa líder en tu sector, tienes un millón de empleados de los que 120.000 son ingenieros, tus coches los vende el concesionario que lleva años haciéndolo en esa zona y aseguras el servicio posventa porque tienes un centro de recambios en Guadalajara que te envía las piezas en unas horas, lo tienes más sencillo. No diré que haya sido fácil, pero tenemos buenos mimbres para que la marca funcione”.

NUEVO DOLPHIN SURF
En plena fase de expansión, BYD acaba de lanzar al mercado su último modelo, el más pequeño de la gama. Se trata del Dolphin Surf, un vehículo eléctrico de cuatro metros, diseño atrevido y que disfruta de toda la tecnología que llevan los modelos más grandes. “Estamos entusiasmados”, resume el jefe de Marketing de BYD, que explica que “al conducirlo sentimos el escalofrío que nos dijo ‘este es el coche con el que vamos a dar el salto’, le llamamos el eléctrico para todos, desde un joven que se acaba de sacar el carné hasta una familia que necesita un segundo vehículo. Es ideal para cualquiera”. Su otro gran argumento es el precio, que no llega a los 12.000 euros en su versión más básica con las ayudas del Plan MOVES.

Preguntado sobre qué hace falta para que el conductor español apueste de manera más decidida por los coches eléctricos, Íñigo Trasmonte no duda en señalar a la necesidad de que los usuarios tengan una información más veraz. “Existe un miedo infundado por asuntos como el de las baterías. Nuestras baterías son las más seguras del mercado, aguantan golpes, accidentes, incluso perforaciones”, relata.

En cualquier caso, cree que el mercado del vehículo eléctrico “está a punto de hacer un clic. Excepto en situaciones muy puntuales, como que hagas 100.000 kilómetros al año, el eléctrico es la mejor opción para casi todo el mundo. Hay una gran cantidad de modelos que se adaptan a cualquier situación y ni siquiera es necesario tener un cargador. Yo tengo un eléctrico y no tengo cargador en casa. Lo cargo en un punto que tengo cerca”, concluye.

VARIEDAD
En la actualidad BYD tiene a la venta en España nueve modelos eléctricos y uno híbrido enchufable, el Seal U, que en estos momentos es el más vendido de la marca. Todos ellos cuentan con los últimos avances tecnológicos y de seguridad, además de una garantía de seis años que asciende hasta los ocho años en el caso de las baterías.