El colombiano regresa a España para dar dos conciertos en uno de los momentos más dulces de su carrera

Silvestre Dangond:
“No se puede tener el 100% del control; que cada uno lleve su carga”
Han pasado más de dos décadas desde que comenzara su trayectoria musical, pero Silvestre Dangond mira al pasado con positivismo, quizás influenciado por el gran momento profesional que atraviesa. Subido a esa ola de optimismo, el cantante colombiano regresa a España para ofrecer dos conciertos: el 12 de julio en el Movistar Arena de Madrid y el 17 en el Olimpic de Badalona.
¿Cómo afrontas esta doble cita en España?
Bien, porque como tenía mucho tiempo de no venir, ya te puedes imaginar todo lo que tengo en la cabeza y en el corazón para darle a la gente.
En el escenario está tu carisma, pero también hay detrás toda una producción audiovisual enorme y un gran espectáculo de sonido. ¿Cuánto tiempo lleva a preparar un espectáculo de este calado?
No, hay algo bacano porque estamos preparando un show nuevo y aquí vamos a venir con otro show aparte, es decir, va a ser un show de corte más universal. ¿Por qué? Porque como tenía tanto tiempo sin venir han pasado muchos éxitos, he tenido muchos cambios, una metamorfosis constante que ha sido mi vida y ha sido la música. Entonces, aquí no puede ser la excepción. Yo no estoy viniendo aquí todas las veces ni todos los años, así que, como he dicho, hay que tirar la casa por la ventana.
Aunque Colombia y España son dos países con muchos nexos culturales, ¿notas mucha diferencia entre el público de ambos lugares?
Lo que pasa es que ustedes tienen una música cultural autóctona muy diferente a la de nosotros, pero al final de la historia se unen. Hoy tuve la oportunidad de que me mostraran en una entrevista unos bailes autóctonos españoles y dije “eso se llama bambuco en Colombia”. Aquí lo llaman de otra manera, pero en esencia es lo mismo. Somos iguales, nos cambian cositas, formas de vestir, pero somos muy parecidos, demasiado parecidos. Aquí no existe el vallenato culturalmente, y nosotros sí tenemos el vallenato como género autóctono.
Hablando del vallenato precisamente, ¿consideras que está en una de las etapas doradas de su historia?
A mí siempre me han hecho esa pregunta. Creo que mejor no te la respondo por el bien de seguir trabajando (entre risas). Cada vez que estoy cerca de la meta, vuelven y me la alejan, sé quién me la aleja o cómo me la alejan, pero cuando estoy cerca de llegar a la meta, espabilo, y cuando espabilo, ya la tengo mucho más lejos, así que tengo que volver a seguir trabajando.
Valledupar, una tierra que conoces muy bien, está considerada la cuna del vallenato. El hecho de criarte muy cerca de allí, ¿hizo que te decantaras por el vallenato?
Bueno, yo iba a ser cantante por sí o por sí, creo que si no hubiera sido cantante, me hubiera dedicado a ser vago (entre risas). Vengo de una familia musical donde mis padres son músicos, yo creo que era inevitable que yo hiciera algo con la música. Y hoy en día le agradezco al negativismo de algunas personas, que no lo hacían por envidia sino que lo hacían siempre pensando en que el mejor camino hubiera sido hacer una carrera académica, porque uno como profesional no está a la aventura ni de la aprobación del público, sino está 100% dependiendo de tu talento. Le agradezco mucho a esas personas que me dijeron que no fuera músico, yo sé que no lo hacían por mal, lo hacían para que me encarrilara por una carrera que de pronto hubiera sido lo que ellos hubieran visto.
'Cosas sencillas' es una de tus últimas canciones y una de colaboración con Carín León que, además, se gestó en Valledupar. ¿Cómo surgió?
Sí, fue en la parranda que hicimos hace un año en Valledupar para el Festival Vallenato. Mira, Carín es un cantantazo, dejó de sorprenderme porque para mí no tiene techo ese man. Es algo... tiene un lenguaje universal en su canto y aparte muy cotidiano.
Otra canción reciente es 'Vestido Rojo', con Emilia, en la que mezclas cumbia con vallenato.
Es una cumbia universal, una cumbia que está sectorizada, creo que también eso es un gol de haber hecho esa cumbia así, con esos elementos, esos sonidos modernos de hoy en día, hay una generación que lo asimila de una manera más amigable.
¿Crees que esa combinación que haces del folclore más tradicional con ritmos un poquito más modernos es lo que ha dado una seña de identidad a tu música, lo que te ha diferenciado?
Ya yo no sé ni qué me diferencia, te lo juro que no sé, porque son tantos conceptos que al final de la historia eso es lo que he hecho; he hecho tanta cosa que todo el mundo tiene un concepto diferente. Al público no se le pregunta, al público se le da, y eso es lo que yo he hecho todo este tiempo en estos últimos años. Yo les doy, ellos verán qué hacen con lo que yo les doy, porque yo sí sé hacer con lo que ellos me dan.
Carín León, Maluma, también Carlos Vives... has tenido unas grandes colaboraciones a lo largo de tu trayectoria. ¿Hay algún nombre que falte en esa lista?
Hay muchos nombres, pero a veces no es tanto desearlo, es esperar que las canciones lleguen, es esperar que la música y el poder de la música hable.
¿Y algún artista español que estuviese en esa posible lista?
Muchos. Yo admiro a muchos. Antes de yo ser reconocido siempre me gustó Alejandro Sanz, pero hay un relevo generacional muy grande. Yo grabé en su momento con Gemeliers, pero aparte de Alejandro está Miguel Bosé, que lo vi recientemente en DF en concierto, que me parece que hipnotiza a su público, está Pablo Alborán también, está David Bisbal... Yo creo que el talento español se estancó un momento, pero va a volver con más fuerza, eso es normal que le pase a todas las generaciones y a todos los países.
Yendo un poco más atrás, en 2021, pasado el confinamiento llenaste durante ocho veces consecutivas el Fillmore Theater en Miami Beach.
Eso se debe al encierro que teníamos, la gente con ganas de rumbear y divertirse, y yo con ganas de salir a cantar. Estábamos de par a par, los sentimientos eran igual.
¿Lo consideras uno de los grandes momentos de tu carrera?
Sí, aunque vinieron momentos difíciles después de eso. Comenzó a partir gente de mi agrupación, comencé a sentir el peso de la deslealtad, de la hipocresía. Fueron momentos difíciles. Pero bueno, hoy en día no critico eso, yo me agradezco todo eso, creo que el agradecimiento resuelve, el agradecimiento sana.
Uno de tus shows se llama 'El Último Baile'. ¿Queda mucho baile todavía?
Eso creo yo también, que quedan muchos bailes de hacer y por hacer. El diario vivir te va llevando, vivo con cero expectativa, lo que tenga que pasar, que pase. Hay momentos en que no podemos tener 100% el control, eso es lo que más te hace sufrir, tener el control 100%, hay que soltar y que cada quien se encargue de sus cargas.