Personajes

José Almarcha:

“Siempre he pensado que la verdadera pureza se lleva en el corazón”

El artista de Tomelloso presenta su último álbum, ‘Un nuevo paseo’ en la Sala Galileo este jueves 20 de marzo

¿Qué sensaciones tienes ahora ya que el disco lleva un tiempo ya lanzado?
Estoy muy contento por la acogida que está teniendo. Todo el mundo que lo escucha, se sorprende y le gusta. Tenía un poquito miedo porque no es flamenco tradicional, que es lo que yo siempre solía hacer. Esta vez he querido dar un pasito más adelante e investigar con algunas músicas y algunos terrenos que yo siempre he pensado que en el flamenco se podrían incorporar y aprovechar. Parece que la jugada ha salido más o menos bien, la gente está contenta.

Es tu tercer disco en solitario, con lo que ello supone. ¿Sentías que era un momento de mostrar madurez en tu carrera?
Sí, el primero es como tu presentación, no hay presión, no hay antecedentes, así que no hay ninguna expectativa. En el segundo disco hice un homenaje a mi madre, Alejandra. Opté por un flamenco bastante tradicional, con algunos tintes de detalles de otros instrumentos, de otros mestizajes, pero, en líneas generales, fui bastante conservador. Y en este tercero pedía soltar lo que yo tenía dentro, lo que pienso que podía aportar a la música flamenca y es lo que he hecho, tirando de mis gustos en el rock progresivo de los 80 y de los 90. Me encanta Mike Oldfield, sobre todo sus directos, yo veía eso y me preguntaba por qué no puede haber una guitarra flamenca en medio y traérmelo a mi lenguaje para suene un flamenco dentro de una música un poquito más universal. Ese ha sido el pasado que hemos dado con ‘Un nuevo paseo’.

Son ocho temas, hay un poco de espacio para todo, una soleá, una farruca, incluso una balada. ¿Ha sido muy difícil este proceso de composición del disco?
No, porque yo no me pongo a componer pensando en que tengo que hacer un disco. Lo dije hace un tiempo en una entrevista también y quizás suena un poco místico, pero yo compongo cuando me viene la inspiración, a lo mejor puedo empezar la farruca y hasta seis o siete meses no me viene otro brote y no lo acabo. No ha sido difícil ni duro el proceso porque ha sido natural, ha sido como me ha ido viniendo. Lo más duro y más laborioso ha sido combinar todos los elementos que yo tenía en la cabeza: los coros, el piano, la batería, cómo armonizar todo eso y combinarlo para que sea algo nuevo pero sin perder la tradición mía flamenca. Hemos tenido que dar un montón de vueltas. Hay palos que son más agradecidos y otros menos, por ejemplo las baladas siempre se prestan más a innovaciones.

El sello lleva tu disco, tu nombre, pero también se han pasado otros artistas por él. Por ejemplo, en ‘Baladilla de los tres ríos’ estás acompañado por Javier Ruibal y Carmen Linares. Palabras mayores.
Es un sueño, nunca lo hubiera imaginado. Esa canción salió de un proyecto de danza, se la hice a Lucía Ruibal, a la hija de Javier. Cuando lo terminamos y me planteé grabarla, pensé en Carmen, se me ocurrió que podían hacer un dueto, pero claro, nunca pensé que podría conseguir tenerlo en el disco en realidad. Les llamé con toda mi poca vergüenza y les ofrecí el proyecto, les mandé el tema, lo escucharon y los dos enseguida dijeron que adelante, se subieron al carro rápidamente. Todavía no me lo creo que estén ahí, la verdad, es increíble.

En esa canción también suenan unos violines que evocan a otros lugares. ¿Tenías el deseo de trascender al flamenco, de ir un poco más lejos?
Efectivamente. La baladilla es de un poema de Federico García Lorca. En ese tema lo que intento es, con el texto de Federico y su sello, aportar desde el lado flamenco que es la tierra de Granada, por eso es una milonga, que es un palo un poquito más flexible para cantar un poema. Carmen es la parte más flamenca, Javier es un cantautor que puede cantar absolutamente todo lo que le dé la gana, además tiene un don, tiene un crisol de culturas en su voz, puede abarcar desde los giros sefardís hasta más aflamencados. Jugué con todo eso y de ahí que el violín sea también un poquito árabe, quizás morisco en algunos pasajes.

Aunque hay una base flamenca, algunos lo pueden ver como un desafío a los convencionalismos. Imagino que estamos ante un debate ya superado.
Sí, yo ahí no tengo problemas porque siempre he pensado que la pureza la lleva uno en el corazón, si uno lo que hace es de verdad y lo cree y lo hace con respeto a la tradición y conociendo la tradición, ahí está la pureza, no se adultera nada. No he tenido complejo en ese sentido al hacer el disco porque sé que todo lo que he hecho lo he hecho de verdad y desde un conocimiento. El que sepa de flamenco y escuche cada tema va a oír pinceladas de tradición incontestable.

Echando un vistazo a tu trayectoria, has estado aquí en tablaos flamencos de Madrid, pero has viajado por muchísimos lugares del mundo: Estados Unidos, India, Algeria...¿Qué impronta crees que ha dejado toda esa experiencia internacional en tu música?
No te sabría decir. Siempre que uno viaja y ve otros países, otras culturas, otras costumbres, todo eso enriquece a nivel personal, y todo lo que enriquece a nivel personal, luego a la hora de tocar un instrumento o escribir o pintar o expresarlo en cualquier arte, también va ahí metido. Hay países que me han marcado mucho, por ejemplo, India o Japón, luego hay otros países que son muy parecidos al nuestro y que no dejan tanta huella quizá. Sobre todo las culturas más alejadas de nosotros, a mí sí me han marcado mucho, tengo muy buenos recuerdos de Japón, del país, de esas costumbres, de esa gente.

Hay artistas que han podido llevar como tú el flamenco a otros lugares del mundo y se sienten muy agradecidos por la acogida que tienen, aunque echan en falta que aquí en España lo reivindiquemos un poco más. ¿Cuál es tu opinión al respecto?
En España hay con eso un problema que no se termina de solucionar, hay otros países que tienen a la cultura en un escalón por encima, en Estados Unidos hay ayudas para los artistas para que puedan trabajar con una tranquilidad y una seguridad. Si doy un concierto, gano dinero para poder vivir, pero todo el proceso, o sea todas las horas que yo he hecho en casa para poder sacar no me las paganadie, son horas que estoy, entre comillas, perdiendo, no estoy produciendo dinero. Es un poquita dura la realidad del artista, pero siempre nos queda la esperanza de que las cosas vayan cambiando poco a poco. También tenemos un montón de gente que nos sigue, que nos quiere, uno cuando se sube al escenario y recibe el aplauso, ya se un poquito recompensado. Sin embargo, a nivel institucional en todavía los artistas estamos muy desprotegidos.

Hablando de escenarios, pasaste por el Festival del Cante de las Minas, has sido semifinalista en dos ocasiones. ¿Qué te llevas de esas experiencias?
Era muy jovencito, tendría como 22 años, imagínate los nervios, llegar allí a la catedral del cante y coincidir con un montón de artista, yo no había salido mucho de mi pueblo, de Tomelloso, así que no había compartido con artistas de mi misma disciplina, no sabía que había más chicos jóvenes por ahí que tocaban la guitarra. Fue el primer encontronazo con la realidad de ver a otros compañeros, gente que tocaba muy bien, que cantaba muy bien y fue una experiencia bonita. Tengo muy buen recuerdo de aquella época de los concursos.

El 20 de marzo vas a estar en la Sala Galileo en Madrid presentando este nuevo trabajo. ¿Va a ser muy difícil llevar esta atmósfera del disco al directo?
Estamos trabajando en ello porque quiero que sea lo más fiel posible a lo que escucháis en el disco, pero hay unas complicaciones técnicas que intentaremos solventar. Estaremos toda la banda, todos los músicos que participan en el disco, los artistas invitados también, Javier Ruibal, Carmen Linares, Gema Caballero... Va a ser una noche muy bonita y muy especial, espero que sea un concierto maravilloso.

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