Personajes

Alfred García:

“Tratar una lengua cooficial con inferioridad es declararnos la guerra a nosotros mismos”

El joven cantautor presenta su tercer disco de estudio, ‘T’estimo es te quiero’, un trabajo donde traza un puente emocional construido entre el catalán y el castellano

Cumplió 28 años el pasado mes de marzo, pero Alfred García hace gala de un aplomo vital elogiable. Se presenta en esta entrevista con GENTE con una sonrisa dibujada y una imagen tan meditada como el mensaje que secunda a cada pregunta, donde no hay lugar a los clichés, sólo sinceridad.

‘T’estimo es te quiero’, tu nuevo disco, ya es una realidad. ¿Qué valoración haces de este álbum?
Lo primero de todo, una valoración de agradecimiento por poder vivirlo, porque mis discos salen a raíz de mis vivencias. Desgraciadamente no tengo el talento como para imaginarme otras vidas, como hace Joaquín Sabina, por ejemplo, que es todo un lector de almas y un escritor que es capaz de crear más allá de su propia experiencia. El agradecimiento es para las personas y para los momentos que me ha hecho vivir la vida, porque al final las canciones son de mis propios pasos y de mi propia carne, así que el mérito lo tiene todo lo que está a mi alrededor, yo solo soy un canal.

Tiene un aire más intimista este disco. ¿Es la gran línea de ruptura respecto a ‘1997’, tu anterior álbum?
Creo que ‘1997’ fue necesario para encontrar este camino y, si lo analizo, ‘1997’ tiene retales de ‘1016’, que es mi primer álbum, y ya tiene una especie de inclusión en la música más folclórica, con ‘Si algún día’, con Albert Pla, o con ‘1997’ con Niño de Elche, que ya se acerca al flamenco. En aquel momento no lo supe ver hacia dónde me llevaría esto, obviamente, porque forma parte del crecimiento, pero ahora todo se puede entender este giro hacia la rumba catalana, los tanguillos dentro de ‘Llamas en el cielo’, una visión más mediterránea y más yo que nunca, porque al final vengo de una familia que es parte incondicional de la rumba catalana y del flamenco de este país. Mis tíos Pepe y Toni tenían esta banda que se recorrió toda España, toda Alemania, toda Italia, o sea, toda Europa con la rumba catalana. Después, mi tío Toni acompañó a los más grandes, a Peret, a Dyango, a Juanito Makandé, a Arcángel o a Mayte Martín. Creo que la rumba catalana y el flamenco han ido muy unidos a mí, siempre me ha dado mucho respeto introducirme, porque yo, evidentemente, no soy ni cantante de flamenco ni de rumba catalana, pero al haberlo mamado tanto es algo que, de alguna manera, se lleva adentro y acaba supurando.

Rumba catalana es precisamente el título de una de las canciones que vienen en este último álbum. ¿Crees que es necesario volver a reivindicar un género que aquí en España han dado figuras como has mencionado Peret o El Pescaílla?
Es algo que he dicho durante todos estos días y causa un poco de controversia: el catalán también es un sonido. Ha habido durante mucho tiempo un sonido en catalán, mediterráneo, que ha sido reconocible sin necesidad de hablar ni cantar en catalán en una canción. Hablo de Peret, el ventilador es un distintivo propio de la música en catalán. Lejos de polemizar, esto es lo contrario, sé que la música en catalán se ha abierto a todos los géneros a nivel global, pero también hay que reconocer que la música en catalán durante mucho tiempo ha sido un sonido, como puede ser la rumba catalana o la nueva canción venezolana que tanto inspiró a Serrat en ese ‘Mediterráneo’. Creo que bebemos de mucha influencia latinoamericana, con lo cual, lo que estoy diciendo también es una contradicción, al final la rumba catalana y otros géneros de la rumba vienen de influencias latinoamericanas o inclusive de la salsa más New Yorker. El hecho distintivo que hace diferente a la rumba catalana es el ventilador, que no deja de ser un güiro del son cubano armonizado. Por tanto, este disco no solo se canta en catalán, sino que suena en catalán, inclusive en las canciones en castellano.

Estas canciones parten de versos tuyos compuestos a caballo entre Madrid y Barcelona durante varios años. ¿Cómo es tu rutina de trabajo compositivo?
Michael Jackson decía una frase que me encanta: hay que dejar que la música se escriba por sí sola. Eso es algo que a mí me pasa, si me sentara al piano o a la guitarra y dijese, voy a escribir la mejor canción que he escrito nunca, seguramente nada pasaría. La música es el mensaje, yo soy el canal, no debería haber una rutina, tienes que dejar que las musas te atrapen y hagan contigo lo que quieran, básicamente. Se trata de vivir y de pasar por experiencias intensas para llegar a canciones como estas ocho canciones del disco.

‘Rumba catalana’ ha tenido muy buena acogida en cuanto a cifras, pero ‘Els teus ulls’ ha sido la que se ha llevado la palma en este sentido. ¿Te esperabas este boom?
No, y la verdad es que intento no esperar nunca nada. Todo el mundo intenta pensar en que todo irá lo mejor posible, va en la naturaleza del ser humano, pero soy una persona que vive muy al día y que intenta superarse a sí mismo, es decir, cuando tenía hecha ‘Els teus ulls’ ya estaba pensando en cuál sería la siguiente canción que me sorprendería. Para mí es muy importante el camino porque con lo que más disfruto es componiendo las canciones, el resultado es solo la consecuencia del camino. Lo que nos vamos a llevar es todo lo que hemos vivido mientras hemos compuesto las canciones, ni el éxito comercial, ni el dinero, ni nada supone mayor recompensa que lo vivido. ‘Els teus ulls’ ha tenido una gran acogida dentro del público porque han vivido con esa canción, el público se ha hecho esa canción suya y tiene el mismo recorrido que ha tenido para mí escribirla: vivirla. Hace varios meses, Dulceida tuvo a su primera hija y me escribió unos días después explicándome que puso esta canción en el parto. Eso es la vida. Ningún premio, ningún reconocimiento, ningún recorrido va a ser mejor que eso, que esa canción esté presente en el nacimiento de una vida nueva, con eso ya he ganado todo lo que tenía que ganar. Y no es porque sea Dulceida, me han llegado muchísimos mensajes de bodas, de comuniones, de bautizos, de cumpleaños, de pedidas de mano, de primeras veces... Eso es la magia.

De las 8 canciones que componen el álbum, 5 son en catalán y 3 en castellano. No es algo nuevo, ya lo hizo Joan Manuel Serrat décadas atrás, pero sin embargo nos sigue pareciendo noticiable. ¿Crees que en algún momento lo vamos a normalizar?
Creo que cada vez se normaliza más. Ahora mismo en la Academia de la Música hay un premio a la mejor canción en catalán. Antes, en otra entrevista, otro periodista me comentaba, de buena fe, que era positivo ahora se esté abriendo la música en catalán, en euskera o en gallego y haya una categoría a mejor canción en catalán. Yo lo considero un paso, pero para mí no es suficiente, es decir, para algo el galego, el euskera y el catalán son lenguas cooficiales, co significa que conviven, que están en la misma línea que el español. Hay muchas canciones incluso premiadas que combinan el inglés y el español, cuando el inglés no es una lengua oficial, al contrario que el catalán, ¿por qué necesita una categoría al catalán? ¿No puede competir con las otras categorías? ¿Significa que la música catalana es un género menor? Si no cuidamos nuestra lengua, ¿quién lo va a hacer? Lejos de que sea una crítica, que para nada lo es, se ha avanzado mucho, pero creo que deberíamos cuidar más las lenguas cooficiales, no solamente en la música, sino en todos los aspectos de nuestra vida porque al final no es limitar ni dejar de lado el español, todo lo contrario, me he criado en una familia en la que mi madre me hablaba en catalán y mi padre en castellano, por igual, nunca se han mezclado, mi madre nunca me hablaba en castellano ni mi padre me hablaba en catalán, yo lo he vivido con normalidad. Lo que me gustaría es que se tratase la lengua cooficial de tal manera, sin ningún tipo de inferioridad, porque creo que solo nos declaramos a la guerra nosotros mismos.

Dentro de esa riqueza lingüística, a la hora de hablar de sentimientos, ¿con qué idioma encuentras un canal de comunicación más fluido?
Me es independiente, pero sí que es cierto que el título que da nombre a este disco tiene mucho que ver con eso, porque a las parejas que he tenido siempre las he querido en catalán, aunque fueran castellanoparlantes. Supongo que tiene mucho que ver con cómo te han querido a ti o las experiencias que has tenido en tu vida y para mí el catalán es una lengua muy dulce, es como el portugués, son lenguas que endulzan siempre una conversación.

Por el disco también se han pasado colaboraciones como Álvaro Soler y Carlos Sadness. Imagino que muy contento por ello.
Muy agradecido, son dos compositores y dos almas tan bonitas, es un placer tener compañeros como ellos con unos valores así, son personas humildes, generosas, pero a la vez muy trabajadoras y que tienen muy claro su mensaje, son puro amor. El amor es una cosa tan cara de ver y tan revolucionaria ahora mismo, cualquier cosa que dices o cualquier cosa que puedas llegar a cantar o expresar normalmente se recibe a veces con más odio que con amor. No hay un periódico de noticias positivas, recibo diarios físicos en mi casa porque es mi momento del día para desconectar del móvil, pero ha llegado un momento que los he dejado de leer porque me vengo más abajo que arriba, no se habla de cómo avanzamos como país o cómo avanza la cultura, siempre hay polémicas, crispación y odio. Por eso Álvaro Soler y Carlos Sadness me aportan esa dosis de amor en mi día que necesito y que me hace feliz. Además, su música va de eso, de unir y de amor.

Ya has comenzado la gira, cuya primera parte se va a concentrar en Cataluña. ¿Te da más confianza empezar en casa?
Sí, hemos empezado en Cataluña básicamente porque me apetecía recorrer esos lugares en los que mi música últimamente ha llegado de una manera brutal. Vamos a hacer gira también por el resto del país el año que viene, pero me apetecía darle ese momento a Cataluña, también porque es una forma de empezar de manera más paulatina, llevo tiempo sin hacer una gira de presentación de un disco, me gusta que en estos primeros conciertos pueda dormir en casa.

El tercer disco siempre es un momento de consolidación dentro de una carrera musical. ¿Sientes que tu carrera se sostiene por algo más que tu paso por ‘OT’ y tu experiencia en Eurovisión?
Así lo creo. El camino es muy largo, tengo 28 años, mis primos que han estudiado medicina aún no están ejerciendo, quiero decirte con ello que lo que me ha pasado a mí es algo que va fuera de los límites y de las ambiciones que pueda llegar a tener. Creo que estoy en mi mejor momento a nivel profesional, pero también personal, hay una coherencia entre lo que me está pasando profesionalmente y personalmente, estoy más conectado que nunca con quien soy y con lo que estoy componiendo.

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