La banda malagueña presenta su segundo disco de estudio, ‘Cuánto cuesta’. Canciones como ‘Porcelana’ hablan de aspectos del momento vital que atraviesan
Lord Malvo:
“De pequeños nos prometen la Champions y a los 30 estás muy lejos de eso”
En el ámbito musical, como en tantos otros, se tiende a poner el foco en los grupos de éxito, aquellos que presumen de estrellato y llenan grandes recintos. Sin embargo, no se suele valorar tanto el proceso, un costoso trayecto en el que se deben acumular méritos para que el público y la industria coloquen a un artista o a una banda en ese gran estatus.
En esa aventura andan enfrascados los miembros de Lord Malvo. Adrián Gámiz, Adrián Nonak, Mario Muñoz y Julio García componen este grupo malagueño que ya tiene bajo el brazo su segundo disco de estudio, ‘Cuánto cuesta’.
Ya está aquí el segundo LP de Lord Malvo. ¿Qué sensaciones tienen y cómo han llevado la espera?
Tenemos muchas ganas, la espera ha sido larga porque la preproducción del disco ha sido mucho más larga que en el álbum anterior, la composición del disco empezó antes... Ha sido un proceso de una carga de trabajo muy constante y muy larga en el tiempo. Son unas canciones que ya tenemos muy machacadas también y con ganas de sacarlas a la luz.
La preproducción empezó en agosto del 2024. Ha corrido a cargo de Alejandro Fernández, de Vera Fauna, y el disco sale ahora, casi un año y medio después. Imagínate el camino. Ha estado mucha más gente involucrada también en el disco, además de que hay muchas más expectativas, es lo que tiene hacerse mayor y un poco más profesionales.
El hecho de ser el segundo álbum y de que ya cuenten con un público, ¿genera más nervios este segundo LP?
Sí, seguro que sí, aunque ahora mismo creo que todavía no lo estamos viviendo. Puede ser que previamente, en el proceso de ver un poco qué rumbo íbamos a tener, notábamos esa presión de ver cómo resultaría esto, ver si tiene una buena acogida o no. Pero con el lanzamiento de los singles y viendo que todo va hacia adelante, estamos más tranquilos respecto a eso.
No es un gran salto al vacío, hemos hecho una evolución, por supuesto, pero no es un cambio muy extremista. Le estamos dando a nuestro público algo que, sin ser igual, es la evolución de lo que estamos haciendo, es una versión un poco más madura. Por ello, miedo como tal, creemos que no.
En una entrevista a colación de 'Carrera de obstáculos' decían que “el camino hasta editar un disco es una auténtica pesadilla”. ¿Ha sido más placentero este proceso?
De ahí viene un poco también el nombre del disco, 'Cuánto cuesta'. Durante parte del proceso de este disco nos hemos planteado a qué precio estamos haciendo esto. Por ejemplo, para hacer esta promoción todos nos hemos tenido que pedir días libres en nuestros trabajos, hay que cuadrar un montón de movidas, también en nuestras vidas personales. Nos hemos planteado cosas muy serias a lo largo del disco, sobre si será el último álbum o no de nuestra carrera, es un camino pesado porque nosotros somos currelas, de lunes a viernes trabajamos en otras cosas.
También es cierto que la gratificación en determinados momentos es tan grande que, llegados a un punto, te olvidas de esos procesos más tediosos y te quedas con lo bueno, como, por ejemplo, el simple hecho de grabar en La Mina (Granada), esa semana fue idílica, o el hecho de estar de promo por Madrid. Al final, merece la pena.
Este nuevo camino que están explorando a nivel de sonido y también en las letras, ¿responde a una planificación o ha fluido de manera más orgánica?
Ha fluido, totalmente. Si en el primer disco ya estábamos empezando a atisbar que íbamos teniendo nuestros trabajos y nos estábamos mudando a vivir con nuestras novias, la temática de este disco es que ya estamos quemados de esos trabajos, ya tenemos hipotecas con nuestras novias; es algo un poco más serio. No se ha planeado nada. Lo curioso es que, a pesar de que no se haya planeado y de que el trabajo de composición no recae en una sola persona, todas nuestras letras confluyen en un mismo sitio.
Sobre esta parte de composición siempre hemos tenido la duda. Somos dos personas distintas musicalmente y no queríamos acabar con un álbum que fuera una especie de collage. En 'Carrera de obstáculos' también pasó. Pero como atravesamos momentos vitales muy parecidos, al final las letras confluyen en lo mismo. Todo va sobre una misma producción, en este caso de Álex Fernández, así que se ha nivelado todo y ha quedado un resultado bastante coherente, aunque siga teniendo esa variedad de estilo y de temática.
La primera canción del disco es 'Perro fiel'. En la letra se habla de amigos que ya no quieren quedar. Volviendo a lo que han hablado anteriormente, es una especie de radiografía vital del momento que atraviesan.
Bueno, no de nuestro momento vital, sino de nosotros mismos. Por ejemplo, Adri dejó de fumar en su día, ahora tiene un gato y no quiere salir tanto, está mucho más en su casa. Por supuesto, no es una crítica, es como algo cercano y cariñoso, una referencia a un amigo muy cercano, asumiendo que nos estamos haciendo mayores, que tenemos otras cosas, que ya no fumamos y no salimos tanto.
Está guay también ese punto, eres más explícito y eso, visto de dentro, es muy gratificante por verte reflejado en las letras y luego poder tocar esas canciones.
'Cuánto cuesta' es otro de los temas que han salido como adelanto. En relación a su letra, ¿matan a la amistad las obligaciones que tenemos como adultos?
Se intenta que no sea así, pero a veces es así. Por ejemplo, Mario (bajo y voz), que no está aquí ahora mismo por trabajo precisamente y por obligaciones, ya no vive en Málaga, que es de donde somos todos nosotros. Ahora mismo reside en Cazorla, pero el año pasado vivía en Barcelona, porque su novia se muda constantemente, ya que es funcionaria. Todas estas obligaciones no han matado la amistad, pero nos ha distanciado más en ciertos aspectos porque, obviamente, ya no nos vemos tanto. Sin embargo, esto también provoca que nos vemos nos queramos y nos abracemos mucho más. Si las obligaciones matan la amistad es una buena pregunta, aunque creemos que más bien la refuerzan incluso.
Existen los dos puntos. También, inevitablemente, en muchos casos la degradan un poco. Pero si te puedes sobreponer a eso, como a lo puteado que estés en el trabajo, es mucho más gratificante.
Musicalmente, ¿hasta qué punto Lord Malvo es su propio jefe?
Musicalmente, cien por cien, aunque a veces nuestro manager nos dice que nos pasamos con los instrumentales (entre risas). Por ejemplo, Adri (Nonak) tiene muchísima personalidad a la hora de componer, mientras que yo (Adri Gámiz) miro más referencias.
En 'Porcelana', que fue el primer adelanto del álbum, hacen alusión en la primera estrofa al fútbol. ¿Alguno de ustedes ha soñado con ser futbolista?
No es realmente que nosotros hayamos soñado con ser futbolistas, es más por esa ilusión que te venden de pequeño de querer ser alguien muy grande, aunque creces te das cuentas de que no es así, que vas a ser un oficinista o lo toque. Era una referencia a eso, nos prometen de pequeños que vamos a ganar la Champions, y la realidad es que, cuando cumples los 30, no llegas a eso.
Dentro de esa misma estrofa también aparece una frase que es una referencia muy clara al periodismo. ¿A qué se debe?
Soy periodista (Adrián Gámiz), y es una referencia a mi ámbito laboral. Quería plasmarlo y hablar del desgaste que se sufre en el día a día cuando tienes roces con tus jefes y/o compañeros.
En su segundo disco, además de algún EP, ¿qué visión tienen de este recorrido?
Hay un artículo que escribió Pol Rodellar, de Mujeres, que nos lo pasó Mario y lo vimos muy guay. Hablaba de las bandas a las que le van un poco bien, que ese es el peor punto en el que puedes estar,
en el sentido de que las obligaciones se multiplican, así como el tiempo que tienes que dedicarle, el dinero, el esfuerzo... pero todavía no estás teniendo esa retribución que te permita liberarte de otras obligaciones. Nosotros estamos en un punto en el que, con respecto a 'Carrera de obstáculos', estamos viendo una progresión importante, y, asimismo, percibimos ese tipo de obligaciones, esa carga a la hora de compaginar nuestra vida persona y la del grupo todo se complica un poco. Creo que también la ilusión que tienes de que el proyecto avance puede un poco con todo eso, es lo que nos empuja a seguir adelante. Salimos de currar y nos vamos a ensayar, Mario viene desde Cazorla... y al día siguiente tienes que volver a ir a trabajar, pero creemos que al final merece la pena.
¿Tienen fresco en la memoria el día 1 de Lord Malvo?
Sí. El grupo lo fundamos Mario, el bajista, y yo; ellos se incorporaron después. Lord Malvo empezó en el salón de casa de mis padres. Empezamos a tocar cover, como casi todos los grupos cuando comienzan. Hubo alguna cover de Ángel Stanich y de grupos más poperos y del indie, íbamos dando palos de ciego, en ese momento sabes la música que te gusta pero no sabes lo que eres capaz de hacer. A día de hoy hacemos lo que nos sale, no realmente lo que te gusta; si pudiéramos hacer lo que hay en nuestra cabeza, a lo mejor seríamos millonarios. Hasta que tuvimos los primeros temas corrió bastante tiempo.
Volviendo al presente, aludían anteriormente el trabajo de Álex Fernández como productor. En el disco hay una colaboración con Vera Fauna. ¿Se ha dado por el hecho de que él fuera productor o creen que musicalmente también unos lazos que quizás hubieran allanado ese camino?
No podemos negar, obviamente, que Álex Fernández sea productor del disco haya sido un enlace con Vera Fauna, sería una tontería negarlo. Nosotros de hecho íbamos mucho a Sevilla a ensayar al propio local de Vera Fauna, nos cruzábamos con ellos, de alguna forma hemos convivido. En realidad y en el fondo nosotros tenemos bastante influencia de Vera Fauna, somos muy fans suyos, siempre han sido un grupo muy referente. Cuando montamos esa canción dijimos que nos gustaría lanzársela a Kike, el cantante de Vera Fauna. A él le gustó de primeras, pero, por supuesto, Álex ha tenido mucho que ver ahí. Ha sido un regalo para nosotros a todos los niveles, nos hace un montón de ilusión colaborar con Vera Fauna y, en un segundo nivel, también nos da visibilidad, no hay que negar que nos han dado también un altavoz que nosotros no tenemos de por sí, así que estamos súper agradecidos.
¿Cómo es la escena musical que hay ahora mismo en Málaga?
Últimamente no están surgiendo muchos grupos, aunque duele decirlo. Hace un año, aproximadamente, había chicos de 18 años con los que empezó otra vez a surgir un poco el punk, pero fue una ola súper efímera. Mantener un grupo es una cosa muy difícil, y los chavales creo que se dan cuenta pronto de eso y abandonan los proyectos.
Málaga ahora está viviendo en un punto raro porque de hecho, La Trinidad, que es una de las bandas de referencia, está tomándose un paréntesis. No hay ahora mismo muchas bandas que estén dando que hablar, aunque Sarria sí es una de las puntas de lanza. También influye que a nivel de salas, como la Velvet, que era la más mítica de Málaga, se cerró. Para las bandas emergentes en Málaga, si no tienen cierto nombre, está la cosa muy jodida. Es un momento un poco oscuro. Un grupo que acaba de empezar no puede alquilar una sala. La opción es acceder a festivales que hacen ciclos para bandas emergentes.
A partir de este lanzamiento, ¿qué planes tienen?
Tenemos algunas fechas cerradas en Madrid, Sevilla, Barcelona, por supuesto Málaga... la idea es seguir tocando, que realmente lo hacemos, todo este trajín, es para realmente tocar, que es lo que nos gusta y lo que normalmente los grupos disfrutan.