El cuarteto publica ‘Flamencas’, un disco en el que regresan al género que más les inspira. Dentro de una gira internacional destacan los conciertos de Madrid (26 de septiembre) y Barcelona (20 de noviembre)

Las Migas:
“Hemos romantizado algo tan tóxico como los celos”
El momento dulce que atraviesan Las Migas ya quedaba demostrado con una gira de conciertos que se extiende por escenarios de medio mundo. En medio de esta actividad frenética llega, además, un nuevo disco de estudio, ‘Flamencas’, apenas un año después de un anterior LP, ‘Rumberas’.
Ha pasado prácticamente un año desde el lanzamiento de ‘Rumberas’ y ahora publicáis nuevo álbum, ‘Flamencas’. ¿Había un deseo de volver al flamenco de raíz?
Marta Robles: Pues sí, como bien dices, hace solo un añito desde que salió ‘Rumberas’ y muy rápido sacamos ‘Flamencas’ como parte de un deseo de tener como una especie de trilogía que comenzó con el disco de ‘Libres’, que ya era una declaración de intenciones. Después ‘Rumberas’ vino para darnos fuerza, alegrar a la gente y hacer a nuestro público bailar, sobre todo. Luego nos surgió esta necesidad de volver a nuestras raíces y también de mostrar esta parte nuestra un poco más íntima, aunque también hay una parte muy fiestera. Esa parte flamenca la hemos abordado sin irnos tan lejos como otras veces, sino quedándonos más en esos principios, en esas raíces, intentar ponernos unos pequeños límites para ver cómo era para nosotras hacer un flamenco tradicional, analizar qué es el flamenco para nosotras. También hemos reflexionado mucho sobre qué es el flamenco para el resto del mundo, por qué el flamenco es una música que apasiona tanto fuera de las fronteras de nuestro país. Ha sido un trabajo muy bonito que ha dado fruto con estas nueve canciones. Estamos felices de haber conseguido presentarlo cuando queríamos, que era un poco complicado, pero aquí está.
No habéis parado, habéis tenido muchísimos conciertos en estas fechas. ¿Es difícil sacar tiempo para la composición y para dar forma a un álbum?
Marta Robles: Es muy difícil compaginar las giras con el trabajo de creación musical, pero, a veces, cuando no tienes más remedio porque necesitas seguir creando hasta en un avión puedes hacer una canción. Y así ha sido. En nuestra última gira de Estados Unidos, que fue en noviembre, ya sabíamos que íbamos a hacer este disco, allí nos hinchamos a coger ideas sobre todo. Luego hemos parado unos meses y ahí es donde sale todo a borbotones, pero porque ya realmente lo llevas dentro. El trabajo más fuerte ha sido componer las guitarras, componer los violines, darles forma a los temas, ensayarlos con ellas, pero yo ya tenía muchas cosas dentro de ‘Flamencas’ que quería sacar hace tiempo y que, a lo mejor, en los otros discos anteriores no tenían lugar pero de pronto ahora era el momento.
Ha habido adelantos, como ‘Celos’ y ‘Agua’, que además son las que abren el disco. Tangos, bulerías... ¿cuál es el palo en el que más cómodas os sentís?
Alicia Grillo: Yo pienso que los tangos o cualquiera, pero los tangos son muy bonitos. Nosotras nos sentimos cómodas en cualquier palo porque siempre los hacemos nuestros, obviamente si tocáramos una soleá o una caña igual no sería nuestro palo más cómodo, pero no vamos por esos cantes a lo mejor tan profundos, pero incluso hemos grabamos una seguirilla porque Paula es cantaora de flamenco y es un palo que le sale maravilloso, aunque por supuesto le hemos dado la vuelta también, le hemos puesto un acompañamiento muchísimo más abierto, más rozando una armonía más jazzística quizás. Ahí es donde volvemos a ser nosotras mismas. Es verdad que a lo mejor por tangos o por bulerías, palos quizás más fiesteros, estamos más cómodas, pero también hay una canción que son unos cantes abandonados y malagueñas que se llama ‘Grito’ también lo hemos hecho absolutamente nuestro.
Sobre ‘Celos’, la letra no puede ser más elocuente. ¿Creéis que hemos romantizado una conducta que no deja de ser tóxica?
Laura Pacios: Yo creo que en la música y en la vida en general estamos muy acostumbrados a romantizar cosas que no deberían ser tratadas así porque son súper tóxicas o porque no nos vienen bien. Normalizar algo como los celos, sobre todo la música, es un tema muy normal, todo el mundo habla de “no es que estoy celoso de ti porque te quiero un montón”. Nosotras hemos hecho la reflexión y por eso esta letra, hemos querido dar la vuelta porque querer es justo lo contrario: quiero que seas libre y si quieres estar conmigo siendo libre, perfecto, porque yo te quiero tanto que quiero que tengas esa libertad para que puedas decidir, no quiero tener celos, eso no es querer a una persona. En el momento que la gente empiece a darse cuenta de eso y empiece a entrar en sus cabezas, creo que la sociedad avanzará.
Otro de los adelantos ha sido ‘Pena penita pena’. ¿Cómo es acercarse a una canción que no deja de ser un himno dentro de la música española?
Paula Ramírez: Es un himno y, además, nos hemos dado cuenta de que ha sido versionada en todos los estilos posibles: lo ha cantado Rafael, Mónica Naranjo, Vinila Von Bismark... Está en estilos totalmente dispares, pero nuestra referente era Lola Flores, nosotras partimos de ahí porque esa mujer con ese arte siempre nos ha inundado mucho esa figura. Las guitarras están muy potentes en el arreglo, son el esqueleto principal de la canción, pero después lo hemos querido revestir con el cuarteto de voces. Creo que ha quedado de las piezas más mágicas del disco, un cuarteto casi pelado, sin más producción ni percusión.
Tres de los ingredientes principales del disco son raíz, reivindicación y evolución, que quizás hace unas décadas dentro del mundo del flamenco no hubiesen sido muy aceptados. En una entrevista reciente, María Terremoto me decía que muchas veces no se ha atrevido a la hora de hacer otras cosas por miedo a qué pudieran decir. ¿Habéis sentido alguna vez esa presión?
Marta Robles: María viene de una familia, de un entorno donde quizás sí es como mucho más importante el qué dirán, bueno, no lo sé, tampoco la conozco, pero me imagino que debe ser más difícil innovar desde ese lugar que desde el nuestro. Estamos en el límite entre el mundo tradicional del flamenco y todos los mundos de alrededor, siempre hemos hecho un poco lo que hemos querido y siempre hemos tenido mucho respeto también por todos los momentos que hemos tocado el mundo flamenco, es decir, no hemos hecho cualquier cosa porque sí y lo hemos llamado flamenco, hay que ser muy cuidadoso con este mundo, hay que cuidarlo mucho. Nosotras usamos el flamenco para hacer nuestra música, pero siempre es una música muy personal, por ello creo que no se nos puede criticar por hacer cosas mal hechas o raras, al revés, creo que gracias a las innovaciones, ya sea de los propios flamencos tradicionales o de los que estamos alrededor, el flamenco va a seguir creciendo. Prueba de ello es que ahora mismo hay mucha gente haciendo cosas muy dispares y muy chulas, muy potentes y muy raras, incluso, que hacen que haya muchísima más atención por este mundo. Antes era impensable que una artista como María o como Israel, con una estética tan flamenca, tuvieran casi una atención como de ‘mainstream’. Esto antes no pasaba y ahora está muy de moda.
Flamenco y empoderamiento son dos de las patas de vuestra música. ¿Sentís que hay más prisma femenino dentro del flamenco?
Marta Robles: Sí, hay muchas más mujeres que se están dedicando a la música, el problema siempre es el mismo: por muchas que nos dediquemos no nos dan lugar en los festivales y en las programaciones, hay un porcentaje muy mínimo de mujeres, ya sean nombres propios o bandas donde hay mujeres. Por muchas niñas que se formen y por mucha calidad musical que haya en la parte femenina, seguimos siendo ese pequeño porcentaje de quedar bien en los festivales, y es muy molesto, la verdad. ¿Para qué animar a las adolescentes que se dedican a la música si después no les van a llamar ningún hombre para tocar con ellos? Al final los hombres se organizan entre ellos, se quieren mucho y nosotras tenemos que hacer un poco lo mismo para hacer equilibrio. Creemos que todavía queda mucho por hacer.
De la gente que ha pasado por el disco para dejar su sello en forma musical están Tanxugueiras. ¿Fluyó de manera natural esa mezcla de folclores?
Laura Pacios: Creo que sí. Justo en este disco hemos vuelto a la raíz, hemos intentado capturar esa esencia y ellas tienen mucho de eso también, porque la música y la cultura española es tan grande, tan extensa, tan diversa y tan diferente, pero al final las músicas de raíz siempre parten del mismo punto, sean del norte o del sur, tienen algo que aunque no sepas qué está pasando, aunque no lo entiendas musicalmente, te remueven por dentro. Esta colaboración ha sido algo muy natural porque al final partimos desde el mismo punto, tenemos el mismo respeto hacia la música y hacia la tradición, también a esa idea de jugar con otros estilos, otros sonidos, otras cosas. El toque que le dan a la canción es bastante fuerte, le dan un poderío, si ya la canción en sí misma es potente y reivindicativa, con ellas creo que hemos conseguido el siguiente nivel.
Vuestra agenda de conciertos no cesa. En este tour, por ejemplo, habéis pasado por Londres ¿En qué lugar del mundo os queda por poner una chincheta?
Paula Ramírez: Nos quedan Japón y Australia, lo demás lo tenemos muy cubierto.