Personajes

Paco Montalvo:

“La mejor manera que hay de cuidar un violín es tocándolo”

El violinista flamenco, que llevó su magia al prestigioso Carnegie Hall de Nueva York, presenta en el Teatro Lope de Vega de Madrid este 19 de mayo su nuevo espectáculo, ‘Grandes clásicos 2.0’

Está en plena gira de este 'Grandes Clásicos 2.0'. Ahora que va teniendo ese feedback por parte del público, ¿cómo lo está acogiendo?
Desde que comenzamos la nueva gira en enero de este año, estoy muy feliz porque estamos llenando casi todos los teatros, está habiendo una emoción y un disfrute sobre el escenario, tanto por mi parte como por todo mi equipo, con mis músicos y el público. Estoy viendo que están saliendo los conciertos a pedir de boca. No puedo pedir más.

Se trata de un espectáculo en el que toca temas propios. También hay hueco para grandes maestros, Paco de Lucía, Camarón de la Isla... Supongo que será un desafío defender con su violín canciones tan conocidas por el público.
Sí, el espectáculo se forma por composiciones propias, obras de algunos de los grandes flamencos, alguna de Paco de Lucía siempre intento tenerla en el espectáculo, luego también tenemos obras populares flamencas, como pueden ser unos tanguillos de Cádiz, 'El garrotín' o esos tangos famosos que cantaba Camarón de la Isla, 'Rosa María'. Y, además de todo esto, también una parte importante del espectáculo se compone de obras de los grandes compositores clásicos españoles llevados al flamenco con el violín flamenco. Por ejemplo, 'Sevilla', de Albéniz, por bulerías.

Dentro de ese repertorio hay muchos momentos para todo. ¿Cuál es su favorito?
Un maestro me dijo que lo más importante en un concierto eran los comienzos y los finales. Yo lo he llevado un poquito más allá e intento disfrutar todo el momento. El espectáculo es una montaña rusa, con sus altos y bajos, porque creo que la emoción se captura más fácilmente cuando vas dando pequeñas dosis, podemos empezar muy fuerte, luego bajar un poquito con algún tema más tranquilo y, de repente, sin que nadie se lo espere, hacer algo virtuoso y volver a enganchar al público con ese otro tipo de emoción. En la música podemos jugar con diferentes tipos de emociones, donde entran en escena las melodías, las armonías y los ritmos.

Con una trayectoria ya asentada, la crítica destaca sobre todo la fuerza del flamenco y la elegancia del clásico. ¿Cuándo descubrió que ambos géneros podían maridar tan bien?
Si te digo la verdad, desde muy pequeñito tuve la ilusión de hacer violín flamenco, porque mi carrera fue clásica, tanto en mi formación como en mi carrera como solista, y a la vez conviví con el flamenco, viví con él escuchando mucha música. Siempre cuento que en la intimidad de mi casa me metía mi habitación y tocaba encima de los discos de Paco de Lucía. Poquito a poco, desde muy pequeñito, tanto la música clásica como el flamenco formaron parte de mi vida artística. Entonces, te puedo decir que me di cuenta desde pequeño. Sí es cierto que no fue hasta los 14 años cuando lo presenté por primera vez, ahí empecé a hacer en actos públicos y conciertos lo que fue el violín flamenco incipiente, por así decirlo.

Hay diferentes palos que va tocando en sus interpretaciones, desde bulerías, guajiras flamencas, también hay rumbas. ¿Cuál es el que supone una mayor dificultad a la hora de interpretarlo con un violín?
Son todos prácticamente igual en cuanto a dificultad, lo que cambia es la obra, porque hay algunas que tienen más virtuosismo y técnicamente pueden ser más difíciles, en cuanto a ritmo, para mí hacer una bulería, unos tangos o unas alegrías lo llevo innato desde pequeñito, entonces, en ese aspecto no tengo dificultad. Sí te diría que no es lo mismo hacer algo tranquilito que esos picaos de Paco de Lucía.

Aunque es muy joven, ya se ha ganado reconocimiento del público en diferentes lugares del mundo. ¿Cómo vivió experiencias como, por ejemplo, esa actuación en el Carnegie Hall de Nueva York?
Fue una de las experiencias que marcó mi carrera, a día de hoy echo la vista atrás y fue cumplir un sueño totalmente. Con 18 años, debutar en el Carnegie Hall, que es uno de los mejores teatros y uno de los más importantes a nivel mundial, sobre todo en la música clásica, aunque también han actuado ahí, a lo largo de la historia, muchísimos artistas y grandes grupos de todo tipo de estilos, desde Los Beatles hasta el mismo Paco de Lucía. Es cierto que ya llevaba una buena carrera desde antes, que por eso logré hacer ese concierto ahí con 18 años, y continuó el camino de una manera increíble, porque se te abren muchas puertas a nivel internacional y fue justo ahí también, al poco tiempo, cuando ya decidí involucrarme al 100% con mi ilusión, que era hacer violín flamenco.

¿En qué momento llegó a su vida el violín?
Desde muy pequeñito. El primero que cogí fue un regalo que le hizo mi padre a mi hermana y, entre comillas, tuve la suerte de que ella lo tirara por el aire, no lo hizo mucho caso, lo tenía como un juguete y yo lo cogí como un instrumento, empecé a jugar con él, pero intentando sacarle sonido.

En España siempre hemos tenido muy buena consideración a otro elemento de cuerda, como la guitarra española. Muchas veces da la sensación de que el violín, salvo que haya alguna aparición como la suya o la de Ara Malikian, no lo tenemos muy en cuenta. ¿Qué podemos hacer para dar más visibilidad, sobre todo para que los niños se apasionen por este instrumento?
Creo que eso es muy importante. Al final, todos los que nos dedicamos al instrumento del violín, por ejemplo, Ara Malikian, que es un fenómeno, intentamos abrir campo, al final queremos que nuestra música llegue a todo el mundo a través de nuestros conciertos y nuestras grabaciones, y creo que eso hace que mucha gente se enganche y vea que hay otras maneras diferentes de tocar el violín. Es muy importante el hecho de que no se pierda la música clásica, pero ya por experiencias vividas muchas personas que vienen a mis conciertos se acercan a la música clásica, al violín clásico o al flamenco por primera vez gracias a haberme escuchado. Quiero decir con esto que es una manera de abrir a un público más generalista y hacer interesante estos estilos que a priori pueden parecer un nicho, para llevarlos a un público más joven, más diverso. Todo el que hace música, y lo hace con gusto y con amor al arte, es muy positivo.

A partir de esa relación tan especial que tiene con el violín, ¿qué cuidados tiene con este instrumento, sobre todo cuando está de gira?
El violín siempre está en buenas manos, en el sentido de que hay que cuidarlo casi diariamente y como mejor se cuida, tal y como dijo otro buen maestro, es tocándolo, porque la materia prima de la madera está viva, entonces, el hecho de tocarlo hace que vibren, que haya ondas. Son ciertos cuidados que hay que tener, algunas revisiones con el luthier y el día a día con el que toca ese instrumento. Ese el mejor mantenimiento que le puedo dar, hacer música con él.

El 19 de mayo estará en el Teatro Lope de Vega en Madrid, ¿qué mensaje le podemos decir al público para que se anime y le acompañe en un concierto tan especial?
Lo primero dar las gracias a Madrid porque cada vez que estoy aquí, gracias a Dios son bastantes veces, noto todo el cariño, me llenan los teatros, la última vez fue en el Teatro Real hace ya un año y pico. Volver ahora a la Gran Vía, en el Teatro Lope de Vega, me genera muchísima ilusión. Traigo un espectáculo, 'Grandes clásicos 2.0', que está totalmente vivo, un año y pico después parece otro, hay mucha música nueva, muchas sorpresas. Además de darle las gracias a esta querida ciudad para mí, decirles que vamos a vivir una noche única y muy especial con mucha música y muchas sorpresas.

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