Dentro del abarrotado espectro musical, hay propuestas que reconcilian al público con la esencia más artística. Un ejemplo de ello es Merino. La banda madrileña sigue recogiendo buenas críticas con ‘Himnos de guerra’, su segundo álbum de estudio y la razón principal por la que sus dos cabezas visibles, Sandra y Álex, visitaron nuestra redacción.

Pasados ya prácticamente seis meses desde el lanzamiento del álbum ‘Himnos de Guerra, ¿qué visión tenéis en global del disco?Sandra: Es el disco del que más orgullosos estamos, a día de hoy estamos felices con todas las decisiones que hemos tomado, que es difícil, porque muchas veces cuando cierras una canción en el estudio dejas de lado un montón de cosas que podrían haber sido y finalmente no lo son. Yo ahora mismo me encuentro feliz con cómo hemos cerrado todas las canciones, todo el diseño, las estamos tocando ahora todas en concierto, porque justo estamos de gira, además la gente también las está acogiendo súper bien. Han pasado seis meses, un tiempo se ha pasado volando, pero yo sigo como si lo hubiéramos sacado ayer.

Álex: Estamos muy satisfechos y tenemos muchas ganas también de seguir dándolo a conocer.Al final, como comenta Sandra, poder llegar a las salas y encontrarte que la gente canta contigo y hace suyas las canciones es algo que no nos esperábamos con un segundo disco y nos está haciendo muy felices.

La idea de ir planteando una batalla en cada canción, para crear casi un álbum conceptual, ¿surgió previamente o es algo que a medida que habéis tenido canciones, visteis que tenía más sentido?Sandra: Primero tuvimos como cinco o seis canciones, todavía no sabíamos qué iba a ser, si un disco o un EP, no sabíamos nada. Íbamos haciéndolas y, cuando teníamos como medio disco ya hecho, nos dimos cuenta de que las canciones hablaban de conflicto, muy de mirar hacia adentro y ver cómo nos relacionamos con nosotros mismos, con el de enfrente, qué patrones repetimos... Aunque cada canción hable de una cosa, hay un halo que sí tienen en común: esa reflexión sobre nosotros y ese conflicto de no estar a gusto en ciertos momentos.

Álex: Ahí fue cuando, de repente. surgió la idea. Cuando llegó la idea de poder reinterpretar el Guernica, que es lo que buscamos con cada una de las canciones, parecía loco porque conseguirlo es complicado al igual que guardarle respeto a un cuadro tan importante. Creo que, más o menos, lo hemos podido conseguir, de hecho justo estamos nominados a Mejor Diseño por la Academia de la Música. Es muy bonito porque ha sido un trabajo de más de un año en diseños, en encajarlo, en modificaciones...

Sandra: Lo más complicado fue encontrar a la persona que lo hiciera realidad, porque al final cada artista tiene su estilo y basándonos en esta estética conlleva cerrarte mucho. De hecho preguntamos a varios artistas y muchos no se sentían cómodos, pero dimos con María Vaquero, que ha sido la diseñadora de todo el disco y fue increíble. Este año y medio hemos trabajado codo con codo, haciendo un montón de pruebas y luego buscando cada figura que se corresponda a cada canción, que al principio era mucho más sencillo. Al final hemos conseguido darle a las 12 canciones su significado dentro de la portada y del cuadro de la obra.

Habéis hecho un producto muy cuidado, incluso con un libro de bitácora cuyo prólogo es de Eloy Moreno. Una apuesta muy fuerte en tiempos en los que la industria dice que es mejor apostar por un single o un EP.
Sandra: Lo hemos hecho tal y como nos gustaría recibirlo. Ahora mismo no se llevan mucho los discos de larga duración ni siquiera el formato físico porque consumimos más de manera digital y de hecho mucha gente se lo compra pero no tiene ni para reproducirlo. Por eso hemos querido darle otro valor con el libro, poder contar un poco más acerca de todo el concepto, por qué nos hemos inspirado en el Guernica, de qué tratan las canciones, hemos metido también, por ejemplo, cosas nuestras como la arenga de antes de cada concierto...

Álex: Pensábamos que si no contábamos el universo que tenemos en Merino, tampoco iba a ser fácilmente entendible por alguien que de repente coja el disco. Nuestra historia como banda ha sido también una batalla continua: nacer en las calles de Madrid tocando, desde el mejor o peor rincón que nos dejaba exponer un poco nuestra música hasta, a día de hoy, ya escenarios de los que nos sentimos súper contentos de formar parte. Tratamos de contar en el libro cómo nos cuidamos entre nosotros, lo que supone este camino, las cosas que nos hemos encontrado y hemos ido superando...el ‘feedback’ que nos encontramos de la gente que se lleva el disco es cómo he conseguido salvarme de determinada circunstancia, esa es la parte yo creo más bonita que nos estamos encontrando y que más se refleja en el disco libro.

Sandra: Sobre Eloy Moreno nos hacía mucha ilusión contar con él, porque justo en 2020 o 2021 nos vio tocando en las calles de Madrid y subió un vídeo a sus redes recomendando una canción nuestra, después nos metió en sus ‘playlists’, empezamos a hablar más con él... como que nos unía ese empezar no desde cero y el luchar y el dar cada pasito con esfuerzo, él tiene una carrera que se lo ha currado desde mucho desde el principio y todo lo que ha conseguido ha sido gracias a su esfuerzo y sus ideas.

En 2021 pude hablar con vosotros antes de que tocarais en el Teatro Lara y hablamos del single ‘Apareciste’ y la buena acogida que estaba teniendo. Después han llegado otros temas como ‘Cerca del invierno’, con Mikel Izal que ha sido un boom tremendo. ¿Cuál creéis que es el secreto de que esta canción haya calado tanto entre la gente?Sandra: En ‘Cerca del invierno’ Mikel ha tenido muchísimo peso. Hemos tenido muchísima suerte de que escuchara la canción le gustara y dijera que sí a cantarla con nosotros. Creo que ha sido clave. Por otro lado, no sé muy bien por qué esta canción ha gustado más que otras.

Álex: La verdad que no podemos estar más perdidos, hay canciones que en el estudio pensamos que son increíbles y nos encantan y luego a la gente le resuenan menos y viceversa. No hay ninguna ciencia, creo que es lo bonito de todo esto, el día que se pueda controlar la fórmula secreta quizás se pierda esa magia que tiene la música. A nosotros nos parece divertido que sea así.

Otro de los temas también destacados está siendo ‘Demasiado grande’, con Iván Ferreiro. ¿Cómo surgió la posibilidad de colaborar con un artista que tiene tanto recorrido?
Álex: Desde que salió el tema, desde que estaba compuesto, sentimos que sonaba a una canción de Iván, todo el rato resonaba en nuestra cabeza su voz cantando sobre la canción. Se lo enseñamos a Santos y Fluren, que son nuestros productores, y pensaban igual. Como ellos ya habían trabajado con Iván, le pasaron la canción. Su respuesta fue afirmativa. Conocer a Iván fue una experiencia brutal, grabarlo con él fue increíble, sentir la libertad que tiene a la hora de meterse en un estudio, de crear, de sentir una canción... Es un círculo de la música que nos gusta mucho porque nos parece muy puro.

Sandra: Hemos tenido mucha suerte, tanto con Mikel como con Iván porque, si cuatro años atrás nos hubieras preguntado con quién nos gustaría colaborar para nuestro próximo disco, hubiéramoselegido a los dos. La vida, no sé qué pasa, a veces hace de las suyas y de repente te toca un par de regalos así que es una maravilla.

Mikel Izal, Iván Ferreiro, el pasado verano Sandra actuó con Elefantes en un concierto muy especial... ¿Sentís que dentro de la industria ya os habéis ganado un reconocimiento?
Álex: Es algo que suelo resaltar mucho: conseguir que compañeros a los que has admirado toda la vida puedan ser compañeros es increíble, pero si le sumas todo el cuidado y el respeto y tienen creo que no podemos pedir más. Siempre son hospitalarios, amables y colaborativos.

Sandra: De hecho, para la promo de ‘Demasiado grande’ con Iván contactamos con algunos grupos y artistas para que nos echaran una mano con algunos vídeos, se unieron enseguida, nos apoyaron y se grabaron los vídeos. Notamos mucho apoyo en general, también cuando vamos a los festivales.

Antes comentabais que estáis de gira por salas. ¿Os ha dado un punto mayor de confianza el hecho de haber arrancado con un concierto de presentación en La Sala del WiZink Center que se llenó por completo?
Álex: Sí, dio confianza y también agobio. Nunca pensé que pudiera tener más agobio por llenar una sala que por no llenarla. Se quedó mucha gente fuera que hubiéramos invitado. Nos dio mucha confianza para el resto de la gira y también miedo, porque Madrid no tiene mucho que ver con cualquier otra ciudad, siempre es un espejismo, al menos nuestro en caso.

Sandra: Llevamos aquí, en Madrid, picando piedra muchos años y vamos ahora a Barcelona y que vengan ciento y pico personas es un logro gigantesco. En 2020 salíamos dos veces por semana a tocar a la calle.

Álex: Es una parte que nos sigue manteniendo esperanzados, este mundo es duro, tiene momentos bajos. Por ejemplo, en Galicia o en Oviedo también se llenaron los conciertos, quizás porque nos ha llevado más un poco la vida a tocar por allí, de repente ves que hay más acogida y piensas que a lo mejor es simplemente una cuestión de que nos vayan conociendo, de que la gente sepa que existimos.

Sandra: También ha sido fue un poco reflejo de lo que luego iba a pasar en la gira, fue nuestro primer ‘sold out’ a dos semanas de actuar enMadrid y también fue la primera vez que lanzamos una gira y se venden entradas en todos los sitios desde el primer día, eso no se daba en años anteriores. Se ve el trabajo previo de estos últimos años y también se va haciendo poco a poco, por eso lo estamos disfrutando más.

Esta parte de la gira en salas se va prácticamente a solapar con los conciertos de verano. Vuestro nombre está incluido en festivales como Mad Cool o Sonorama. ¿Qué se siente?

Sandra: En 2021 decíamos que ojalá estar en unos años en estos festivales que tanto nos gustan.

Álex: Nuestra relación con Mad Cool ha sido un poco peculiar. Nos presentamos en dos ocasiones al concurso de talentos, en el primero nos descalificaron por un positivo de covid y nos trasladaron al concurso del año siguiente. En 2021 llegamos a la final, también gracias a la gran ayuda de Arturo Paniagua. Siempre ha sido como un quiero y no puedo, por eso ahora es bonito que podamos estar ahí.

Sandra: Días atrás me metía en conversaciones de hace un montón de tiempo y recordé que a algunas personas les pedí votos en 2020 para Mad Cool y ahora, de repente, nos veo el cartel. Para mí es alegría, todo ha tenido un por qué y todo ha tenido su sentido.

¿Tenéis pensado variar el espectáculo de cara a los conciertos que no sean en salas?
Álex: Sí, son dos shows completamente distintos, la parte que más nos frustra a nosotros como artistas en los festivales es que no dispones de tanto tiempo ni de montaje ni de exposición. Quien viene a nuestros conciertos puede comprobar que es un viaje emocional, partimos de un punto y te llevamos a otro, no sólo hay música; llevar todo esto a un festival es mucho más complicado, la energía es otra. Por eso adaptamos el show.

Sandra: Yo en las salas hablo mucho, cuento muchas cosas, se vuelve el concierto un poco más intenso y es verdad que todo eso en los festivales no va a estar y sí que vamos a ir más a canciones un poco más animadas. Pero a mí me gusta porque la gente que nos vea en festivales, cuando vaya a las salas, se va a encontrar otra cosa, a mí a mí me gusta que sean dos conceptos diferentes.

En esa entrevista de la que hablaba antes de 2021 me comentabais que cuidabais tanto los detalles que incluso hacíais vosotros mismos la iluminación del escenario. ¿Seguís con esa faceta artesanal?Sandra: El primer concierto que hicimos con banda fue en 2019 y Álex ya se se armó un montón con un montón de focos que fue programando uno a uno, tardaba dos días por canción pero ahí descubrió un montón de cosas. Hemos tenido hasta tres propuestas de luces diferentes.

Álex: Ahora hemos tenido la suerte de que nos haga caso el técnico de luces de La Oreja de Van Gogh o de Iván Ferreiro, David Borrás. Con él nos estamos entendiendo muy bien, es capaz de no querer matarme cada vez que le propongo una idea loca y, la verdad, nos ha simplificado mucho la vida. Hemos dado otro salto de calidad en luces pero ya programada de una manera más fácil y creo que más bonitas.

En 2021 asegurábais que vuestro deseo era ir subiendo progresivamente, disfrutar de cada escalón. ¿Sentís que quizás con este disco se ha acelerado un poco más el proyecto?
Sandra: Yo, desde dentro, no lo veo tanto como cuando lo hablo con la gente. Cuando estás día a día trabajando y dando pasos, por ejemplo nosotros sacamos este disco y ya estamos pensando en en el siguiente, de hecho ya nos hemos metido en el estudio grabar, no estás tan pendiente de lo que está generando ‘Himnos de guerra’, y cuando te juntas con compañeros o con amigos o en entrevistas y empiezas a recapitular todo lo que ha pasado estos últimos años compruebas que sí, que hemos hecho cosas. Hay que pararse de vez en cuando a ver lo que hemos hecho y a disfrutarlo.

¿Hay un momento propicio para componer?
Sandra: Es verdad que hace mucho tiempo que no estamos en reposo total, hemos ido empalmando giras y lanzamientos y no hemos tenido un tiempo para dedicarlo exclusivamente a componer y grabar. Se van buscando huecos de donde sea.

Álex: De todos modos, Sandra siempre va con el móvil escribiendo ideas. Hay momentos en los que no sale nada y otros en los que todo fluye. Por ejemplo, ‘Demasiado grande’ le llevó tres años componerla.

Sandra: Menos mal que eso no no pasa con todas las canciones, porque si no tendríamos un solo disco en la vida como mucho. ‘Demasiado grande’ me enseñó a dejar reposar las historias y un trabajo a medias. Me acuerdo que hice las estrofas y me encantaban, pero no daba con un estribillo, no fue hasta dos veranos después, cuando se cerró un poco la historia de la que habla, salió la melodía del estribillo y terminé la canción. Ahora busco días, necesito estar sola para componer. Ya hemos grabado un par de temas nuevos y estamos muy contentos, pero hay que exprimir y disfrutar de ‘Himnos de guerra’, que todavía tiene mucho que darnos.