‘Salto o caída’, obra protagonizada por Juama Díez, Lolo Diego y Mabel del Pozo, mira de frente a la salud mental. Estará en el Teatro de La Abadía del 19 al 21 de junio


Juanma Díez:
“No podemos banalizar ni simplificar un tema tan complejo como el suicidio”
Lejos de conformarse con que ‘Jamming’ acumule 22 temporadas en cartel, Juanma Díez y Lolo Diego decidieron dar rienda suelta a sus inquietudes creativas a través de otra compañía: Luces y Sueños. Ahí se gestó ‘Señor B. Algunos desastres de una guerra’, a la que ahora toma el testigo ‘Salto o caída’, una obra que se podrá ver en el Teatro de La Abadía del 19 al 21 de junio, ambos inclusive.
Durante tres días, del 19 al 21 de junio, vais a estar en el Teatro de La Abadía con ‘Salto o caída’. ¿Cómo estáis llevando esta cuenta atrás
Juanma Díez: Expectantes, como tiene que ser una cuenta atrás de algo que nos ilusiona mucho y que de, algún modo, supone casi un sueño por cumplir, como es el hecho de poder llevar una obra propia, creada por nosotros a través de Luces y Sueños. Después de tanto tiempo de trabajo, es una alegría poder aterrizarla ni más ni menos que en un lugar tan emblemático y que supone tanto para nosotros como es La Abadía, casi un templo del teatro.
El público está más familiarizado con una faceta vuestra más cómica con ‘Jamming’. ¿Qué supone este regreso a la dramaturgia?Lolo Diego: Estamos más acostumbrados de lo que la gente puede pensar porque en su imaginario está ‘Jamming’ y, a nivel de producción propia, es otra obra que también va hacia un sitio más dramático, una tragedia. Para la gente será más sorprendente, pero yo al menos ya estoy ubicado.
Sois dos de los cabezas visibles de esta obra. También está Mabel del Pozo con la que habéis trabajado en ‘Señor B. Una historia sobre las heridas de la Guerra Civil’. Aunque sean textos diferentes, ¿os ha ayudado aquella experiencia a la hora de trabajar en ‘Salto o caída
Juanma Díez: Con Mabel hay, además de una gran amistad, admiración y el privilegio de poder trabajar con una actriz de esa talla, de esa envergadura. Nos conocemos desde hace muchísimos años. Creo que las obras tienen que ver, aunque son temáticas diferentes, pero son obras profundas, hablan de heridas, de poner luz en las sombras y de poner palabras en los silencios. Mabel es una actriz increíble para encarnar este tipo de personajes, concretamente el de ‘Salto o caída,’ cuando se fraguaba este personaje, cuando se creaba en mi imaginario al escribirlo, no tenía a otra actriz, tenía a Mabel haciendo eso, imaginábamos a Mabel.
Lolo Diego: Nos conocimos en los cursos del maestro Fernando Piernas, entonces hay un lenguaje muy común a la hora de crear y ensayar. Creo que eso también hace que los resultados que tenemos tenga tanto poder, estamos en un lenguaje común, algo que nos pasó también con ‘Jamming’, que surgió desde una escuela. No sé si eso se va manteniendo mucho, gente que coincide en el proceso de formación, luego pueda llevar esos vínculos a lo profesional, eso creo que se nota.
Lolo, una vez que Juanma tiene acabado el texto, te lo hace llegar y lo lees por primera vez, ¿qué poso te dejó?
Lolo Diego: Cuando lo leí, me tocó mucho, pero a la vez, luego pensándolo más en cómo producirlo, la pregunta que me surgió fue ¿esto ahora cómo se hace una obra de teatro? Ahí Eusebio Calonge jugó un papel muy importante.
En tu caso, Juanma, ¿cuándo empiezas a darle vueltas a la idea de escribir esta obra?
Juanma Díez: Yo digo esto de que las obras, de algún modo, nos eligen, y ésta me eligió, me convocó hace años, es ahora cuando puedo hacerla. Nace de una herida por un suicidio de un familiar, mi madre tomó esa decisión, y, muchos años después, cuando yo me acerco a la edad que tenía ella, me empiezan a asaltar muchas preguntas sobre aquello, y empiezo a indagar, a profundizar en esa herida. Como mi formación es teatral, todo eso se traduce a una obra de teatro, ahí se pone la realidad al servicio de la ficción, la ficción al servicio de la realidad, y la obra va tomando su propia vida para convertirse en una obra teatral.
En una entrevista sobre tu primera obra como dramaturgo decías que “el teatro debe dar voz a los silenciados”. ¿Cumple esa función ‘Salto o caída?
Juanma Díez: Sí, totalmente. Los suicidios, por un lado, se silencian en nuestra sociedad y, claro, al llevar al teatro algo concreto, entendemos que eso lo universalizamos, entonces, como se dice en la obra, todos tenemos a alguien o sabemos de alguien que ha decidido saltar del mundo. El teatro es un lugar donde pueden retumbar las voces de quienes han saltado, de estos suicidas.
Ahora se va hablando un poco más, afortunadamente, en la sociedad de los suicidios, se va dando más de visibilidad a un asunto tan delicado. ¿Creéis que esta obra hubiera tenido el mismo sentido años atrás, cuando la salud mental no estaba tan encima de la mesa?
Lolo Diego: Para mí hay una cosa fascinante con las obras de Luces y Sueños: justo suceden en el momento que ese tema está empezando a estar actualidad sin que se escriba conscientemente para eso. Creo que hubiera tenido sentido de otra manera, porque es un tema universal y en cualquier momento tiene sentido. Hemos hablado de Fernando Pierna, recuerdo una frase suya que dice que “el teatro es lo dicho o lo no hecho”, así que me parece que por eso es interesante dar voz.
Esta obra lleva el sello de vuestra propia compañía. Siempre hay una responsabilidad cuando actuáis delante del público, pero, el hecho de ser una obra vuestra, ¿hace que todavía haya un peso mayor?Juanma Díez: Sí, de algún modo sí. Cuando tocamos temas tan delicados y tan profundos tenemos que estar a la altura, no podemos banalizarlos ni simplificarlos, en el sentido de quitarle complejidad a algo tan particular como de lo que estamos hablando, sin tener que dar ninguna solución ni ningún mensaje moral, pero sí entrar con esa responsabilidad y hacer que el espectador se cuestione estos temas, que entendemos que a cada uno le va a tocar en su cuerpo para que saquen sus propias preguntas. Ojalá ocurra eso.
Lolo Diego: Hay una parte también de que sí, conlleva responsabilidad, pero también a mí me hace sentir más disfrute el hecho de que sea una producción propia y, desde ahí, poder abordar o hablar de este tema. Es mucha la responsabilidad pero, a la vez, también me da mucha satisfacción que sea algo creado integralmente por la compañía.
Apuntaba antes Lolo esas dudas tras leer por primera vez el texto de cómo llevarlo a la escena.¿Cómo vais resolviendo ese tipo de cuestiones? ¿Es un trabajo en equipo o Juanma lleva la voz cantante
Juanma Díez: Hay un proceso de escritura, que es muy largo, hasta que se entiende que el texto tiene una solidez como para poder ser llevado al escenario. Una vez que el texto tiene esa profundidad, esa palabra teatral, especialmente con ‘Salto o caída’ hay una incógnita de cómo va a ser traducido, cómo realmente va a acabar en una obra de teatro, cómo va a estar en el escenario. Ahí se produce un trabajo colectivo totalmente con Lolo, con Mabel y también con las orientaciones de Eusebio Calonge para poder traducirlo. Es un proceso largo donde el texto cambia totalmente y donde uno como dramaturgo tiene que tratar el texto como si fuese de tu enemigo, no respetarlo para nada porque el texto va a cambiar, se van a tachar frases, se van a perder cosas y se van a escribir otras nuevas. Entonces, ahí hay un proceso de creación colectiva donde está Lolo con sus habilidades de director y de dramaturgo también, y Mabel con esa experiencia. Ahí se va gestando todo en equipo.
Lolo Diego: En específico yo lo que recuerdo es que Juanma escribió la obra, la leemos y luego quedamos a leerla con Eusebio. No sabíamos si era de cuatro intérpretes o no, al final se ha quedado en tres con los mismos personajes. Después nos pusimos a ensayar más la puesta en escena, cómo se traduce esto a escenario.
Juanma Díez: Ahí juega una gran labor Eusebio Calonge con sus orientaciones, porque esta obra inevitablemente tú la imaginas en escenario porque sabes que estás escribiendo teatro, pero quise darme mucha libertad. Había escenas que realmente costaba mucho verlas en el escenario, por eso entiendo lo que dice Lolo. Hemos tenido la suerte de tener un orientador y un hombre del teatro como Eusebio Calonge, de La Zaranda, que ha sabido orientarnos para ello.
‘Jamming’ lleva más de veinte temporadas en la cartelera, siendo una de las obras más longevas en Madrid. En cambio, esta obra está dando sus primeros pasos. ¿Cómo de difícil es asentar una propuesta con toda la oferta de ocio y de oferta cultural que hay en esta ciudad
Lolo Diego: Yo creo que son dos cosas muy distintas, porque ‘Jamming’ lo creamos cuando estaban empezando los portales de venta tipo Atrápalo, así que generábamos nuestro propio público, era cuando empezaban las redes sociales y nosotros nos enganchamos a ellas muy rápido. Antes no había tanta oferta, entonces, ‘Jamming’ ya arrastra un trabajo previo de años cuando las circunstancias eran diferentes. Además, ‘Jamming’ creo que puede abarcar más público en el sentido de que la gente sabe que va a ver algo donde va a pasarlo bien; ahora mismo la comedia en teatro se va a verlo de una manera más abierta o más relajada. Claro, estas obras de Luces y Sueños son muy diferentes en el sentido de que es una compañía que empieza ahora, con unas temáticas y una forma de hacer teatro que quizás no es tan accesible para todos los públicos.
¿Qué mensaje os gustaría que se llevara el público una vez saliera de ver esta obra en el Teatro de La Abadía?
Juanma Díez: Entendemos que la obra es esperanzadora, pero también es dura, es fuerte y toca temas complejos y muy incómodos. Me parece que es positivo que el espectador esté incómodo en la butaca, que le remueva y que salga haciéndose preguntas sobre temas complejos como son el suicidio y la enfermedad mental, cómo cada uno se puede posicionar, si es que podemos posicionarnos o si es que podemos dar una respuesta única, tajante, o hay que estar constantemente abriendo interrogantes y seguir cuestionándolo. Pero, sobre todo, hay un tema que es trascender una herida y darle esperanza, darle luz a eso. Tocamos un tema que, como decíamos antes, universalizamos el suicidio, todos tenemos a alguien o sabemos de alguien, así que nos preguntamos qué pasa con eso, qué pasa con esa herida que se genera en los que lo hacen y en los que se quedan.
Es decir, el silencio que genera el suicidio y las preguntas nos resueltas...
Juanma Díez: Sí, hay un momento en el que un personaje en la obra dice que para seguir adelante apartamos la vista de lo que nos complica, ponemos silencio encima, yo ahora quiero darme la vuelta y observar. Creo que ese es el coraje de estos personajes. A ver si resuena en cada uno.
Lolo Diego: Llevado al contexto actual, para mi el teatro lo que permite es que lo tienes que procesar a través del cuerpo, no es solo mental, ya sea este tema u otro cualquiera, y permite que lo tengas que procesar y hacerte preguntas sobre ti mismo, no como ahora en redes sociales, donde puedes dejar un mensaje quejándote de una injusticia, pero no deja de ser una mera acción de subir una foto y, en el mejor de los casos, un texto. Claro, aquí estás una hora y veinte minutos donde la obra te lleva a revisarte a ti mismo de verdad, no con clichés, te va a atravesar y no te salva poner una foto en redes sociales para demostrar que has hecho un proceso de conciencia.
En ocasiones nos acercamos a producciones buscando algo banal, como sucede, especialmente, en el mundo audiovisual de las plataformas. ¿Nos falta al público compromiso para sentarnos y hacer un ejercicio como el que proponéis en ‘Salto o caída’?
Juanma Díez: No sé si es algo del público o de las propuestas que hay, pero yo soy optimista en eso, creo que la gente que va a ver obras como entiendo que puede ser ‘Salto o caída’, que es profunda, que te toca, que te conmueve y que hace que salgas diferente a como has entrado al teatro, eso a la gente le gusta. Vivir una experiencia así quiero creer que es enriquecedora y que eso puede llevar a la gente al teatro. A lo mejor la gente tiene ciertos prejuicios con ciertas obras y por eso anda con cuidado a la hora de sacarse la entrada o prefiera asegurar algo más ligero y liviano. Puede ser.
Lolo Diego: Yo creo que si hubiera más obras así, la gente iría más al teatro. Estoy de acuerdo que la gente lo busca, lo que sucede es que, a veces, asistes a algo que no sucede y que te genera la pregunta de que para qué he venido aquí; para eso me quedo viendo Netflix y hago un viaje parecido. También entiendo, por cómo está el contexto, esa especie de ‘samsara’ teniendo conciencia de que lo que quieres es relajarte un rato. Hay un contexto social, al menos en las ciudades, de la necesidad de entretenernos con algunas cosas que no sean contundentes.
Cuando os enfrentáis a un texto como este, que juega tanto con lo emocional, ¿os es complicado romper con todo eso a nivel mental una vez que salís del teatro?
Juanma Díez: Como las obras que hemos propuesto con Luces y Sueños tienen esta parte esperanzadora de la que hablábamos y casi de purga de los personajes, se hace un viaje bonito, entonces, salimos limpios, dentro de que hay momentos muy profundos y duros, porque hay que bajar los infiernos para luego ascender, tanto en ‘Señor B’ como especialmente en ‘Salto o caída’, hay un descenso a la herida pero con optimismo de trascenderlo. Eso, dentro de que es un gran compromiso para los actores, luego sales limpio, aliviado. Muchas veces nos tenemos que ir corriendo a hacer ‘Jamming’, así que salimos mucho más conectados.
Lolo Diego: A mí sí me ayuda hacer ‘Jamming’ después, no porque la obra me deje mal, pero con esa inercia sí necesito mover otra energía. La verdad, es muy satisfactorio. Cuando hemos hecho las otras obras, si después no hemos tenido ‘Jamming’, es una parte del oficio gestionar ese oleaje que tenemos al acabar.
Si hiciéramos un ejercicio de visualización y os vierais en el camerino del Teatro de La Abadía justo antes de salir a la primera función de ‘Salto o caída’, ¿en qué que estaríais pensando?
Juanma Díez: A mí ya me emociona solo pensarlo, porque sabemos ya que ese jueves va a estar la sala llena, probablemente haya mucho amor viéndonos, estará gente que nos quiere bien y vamos a poder compartirlo con ellos. Va a ser muy emocionante y, a la vez, también cierta profesionalidad, probablemente estemos alineados y colocados en nuestro sitio por nuestro propio bien y por nuestra profesionalidad como actores, sabiendo que es un estreno y que hay que estar al 100% concentrado en lo que tienes que hacer, porque las obras, cuando ya las hecho varias veces, son otra cosa pero las primeras veces conviven con esa exigencia que hay que saber manejar.
Lolo Diego: Por sacar también un poco del misticismo o el encanto de lo que estamos hablando, que sí, que indudablemente está, esta obra tiene muchas acciones técnicas y cambios de vestuario, así que yo reconozco que una parte de nosotros va a estar en que no se nos pase nada, porque va todo muy encadenado, hay muchas acciones de precisión y de oficio que probablemente, y eso espero, al público le pasen desapercibidas.
Juanma Díez: Todo esto me lleva también a destacar que es una obra que nosotros hemos producido de manera independiente, lo que nos ha permitido unos tiempos que no son habituales en el sector. Es una obra que hemos podido cocinar a fuego lento y en la que hemos podido probar muchas posibilidades, de algún modo eso nos permite llegar con más confianza, hemos podido trabajarla bien, la obra ya la tenemos en el cuerpo. A veces la obra empieza a estar después de 10 funciones, quiero creer que, en este caso, la obra va a llegar sólida.